Desde los tiempos más remotos una de las grandes preocupaciones de hombres y mujeres era evitar el embarazo. Desde monarcas que no querían fecundar con su semen real (y a veces hasta sagrado) a cualquier mujer, hasta las clases más humildes que no podían permitirse una boca más que alimentar. Todos buscaban el placer del sexo sin las consecuencias de un eventual embarazo. Y para lograr su cometido recurrían a cualquier método, muchas veces sin importar sus efectos secundarios.
Método 1: Mercurio
En la antigua China las mujeres tomaban aceite con mercurio. Con el tiempo la acumulación del mercurio en la sangre causaba problemas en la médula, insuficiencia renal y hasta daños cerebrales. Pero igual repetían su consumo porque lo esencial era no quedar embarazadas.
Método 2: Estiércol en el antiguo Egipto
Este método no mata como el anterior y además parece que funcionaba, aunque no era muy higiénico. Las egipcias mezclaban excremento de cocodrilo con miel y obtenían una pasta que se la aplicaban en sus partes íntimas. El secreto es que la acidez del excremento es muy alto y muy parecido a los espermaticidas actuales. Se supone que esa es la explicación científica actual de su éxito.
Método 3: Testículos de comadreja y huesos de comadreja
Las mujeres de la Edad Media creían en este método, al que suponían infalible y consistía en atarse testículos de ese animal en la parte interior del muslo. Según ellas, se creaba una mágica barrera protectora que anulaba el efecto del esperma, aunque algunos suponen que funcionaba porque los hombres deben haber salido corriendo ante esta terrible escena. También se pensaba que si la mujer llevaba un hueso de comadreja atado a su cuello, en el momento del coito, quedaría estéril para siempre.
Método 4: Infusión de testículos de castor
Siguiendo con un método similar al anterior, este era utilizado por las mujeres canadienses en los siglos XVI y XVII. Consistía en tomar los testículos del castor, los secaban y trituraban para luego introducirlos en alcohol y beberlo como una infusión. Parece que se acostumbraba a invitar a tomar el té con amigas, pues podía ser un problema.
Método 5: Preservativos
Aunque no lo creas esta técnica de protección masculina, tan arraigada y utilizada en la actualidad, es sumamente antigua. Una leyenda cuenta que el Rey Minos de Creta, de quien se dice que su semen contenía escorpiones y serpientes, debía encontrar una manera de proteger a su esposa durante el coito. Para su propósito hizo construir condones con vejigas o intestinos de animales. Algunos estudiosos suponen que este personaje legendario en realidad padecía de fuertes dolores por una enfermedad venérea y la leyenda de los escorpiones y las serpientes es una manera de contar esta historia de forma más cordial y benigna.
También los romanos usaban condones con piel de cabra y de cerdos. Se llegó también a utilizar vejigas humanas porque eran más suaves y resistentes. En este último caso se las obtenía de algún cadáver o bien se mataba un esclavo. El condón más antiguo en conservación es del siglo XVI, hecho de vejiga de cerdo y venía con un manual de instrucciones donde se sugería antes de usarlo debía introducirse en leche tibia, para darle más suavidad y flexibilidad.
Método 6: Agua de herrero
Parece que un manuscrito del siglo II, de origen griego, recomendaba beber agua de herrero para evitar tener hijos. No debía ser cualquier agua, sino la del balde donde se enfriaban las espadas recién forjadas y candentes. Esta loca idea atravesó varios siglos y aun en la Primera Guerra Mundial muchas mujeres querían trabajar en fábricas que utilizaran plomo para no quedar embarazadas, en sus infidelidades por la ausencia de sus maridos. Sin embardo este método es sumamente tóxico, provoca insuficiencia renal, convulsiones y daño cerebral. Un caso muy parecido al primero cuando las chinas injerían mercurio sin importarles consecuencias.
Método 7: Orinar sobre orina de loba
Método muy común en la Edad Media: luego del coito no había tiempo para charlas románticas o sexys, pues la mujer salía “volando” hacia el bosque buscando donde alguna loba hubiese orinado. En caso de encontrar el charco, cosa que suena casi imposible, la dama debía orinar sobre la orina del animal para asegurarse de no tener hijos. No solo suena raro y complicado, sino también muy poco efectivo, ¿no?
Método 8: El uso del “Lysol”
El Lysol fue un enjuague vaginal que se vendía para no quedar embarazada. Como pasa hoy con el aborto, su venta estaba prohibida en EE.UU. y la publicidad salía en lugares casi invisibles. La misma publicidad era encubierta, presentando el producto como lavado que ayudaba a las mujeres a mantener su higiene intima, en caso de “negligencia” personal. Lo cierto que causaba inflamación y quemaduras cutáneas, llegando en 1911 a envenenar vía piel a 193 mujeres y matar a otras 5.
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Método 9: Duchas con Coca Cola
Obviamente es el más actual. El ingenio popular nunca se detiene porque en las décadas 50 y 60 del siglo XX las mujeres se daban baños vaginales con Coca Cola luego de tener sexo. No se sabe quién fue él o la inventora de este método, pero en 2008 algunos científicos de Harvard descubrieron que esto pudo haber sido efectivo, pues un estudio con la Coca Cola Diet, esta bebida mató al 41% de los espermatozoides de varias muestras. No es de extrañar, tratándose de una bebida con conocidas consecuencias negativas para la salud.
Método 10: Uso de la esponja ácida
Antiguamente se aconsejaba a las mujeres utilizar una esponja remojada en vinagre o limón durante las relaciones sexuales. Se lo debía colocar en su parte íntima, que debido a su alta acidez tendría una gran efectividad en el control natal. Se dice que el famoso aventurero y libertino Giacomo Cassanova (1725 – 1798) les colocaba a todas sus parejas cáscaras de limón para evitar la responsabilidad futura del mantenimiento de un hijo. La medicina alternativa también habla del consumo de limón en las recién embarazadas, sugiriendo el uso limitado del mismo, porque el exceso de vitamina C puede afectar la vida o salud del bebe.
Mary Pacheco / Zona Clímax / Ciudad VLC / Con información de rpp.pe
