El candidato presidencial de Colombia, Gustavo Petro, denunció que el viernes pasado sufrió un atentado contra su caravana en la ciudad de Cúcuta, perpetrado por la policía.
Informó también que el vehículo en el que se trasladaba no fue llevado hasta donde lo estaban esperando los simpatizantes y militantes, como se esperaba, sino que la policía lo trasladó hasta el punto más vulnerable del parque, lugar en el que fue agredido y golpeado.
Agregó que las autoridades del Estado querían a toda costa impedir que denunciara ante el pueblo, que Colombia es el tercer país con mayor desigualdad social del planeta en toda la historia de la humanidad, por lo que su objetivo es crear la justicia social en el territorio del norte de Santander y construir una economía productiva.
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Petro sin duda se ha convertido en una piedra en el zapato de la derecha colombiana, y aún más, después de anunciar la necesidad de realizar una asamblea nacional constituyente tan pronto sea elegido presidente de la nación.
Se debe suponer que este anuncio le puso los pelos de punta y la piel de gallina a muchos, sin embargo, no deja de llamar la atención la actitud de esos personajes como Juan Manuel Santos o Luis Almagro (hay muchos más) que hasta ahora no se han pronunciado al respecto. Siguen pendiente de Venezuela y de inmiscuirse en los asuntos internos de nuestro país.
Cabe destacar que Gustavo Petro puntea en la intención de voto y posiblemente se convierta en el próximo presidente de la nación neogranadina, realidad que la oligarquía quiere impedir a toda costa.
José Becerra/Ciudad Valencia
