En una era sin el auge del internet, un joven Antonio Díaz optaba por comprar los VHS de los campeonatos del mundo para ver a uno de sus ídolos: el francés Michaël Milon, tricampeón mundial de kata.

Mientras veía los vídeos copiaba los movimientos, imitaba todo, desde la primera patada hasta la despedida. Cuando la grabación terminaba, Antonio se imaginaba que subía al podio y todos lo aplaudían bajo las estrofas del Himno Nacional. Nada alejado de la realidad: era el preámbulo de lo que lograría años más tarde.

 

Antonio

 

«De pequeño nunca imaginé hasta dónde iba a llegar«, confiesa el bicampeón mundial de kata en medio del dojo que posee en su casa ubicada en Caracas. «Ya un poco más adolescente sí comencé a ver videos de campeonatos del mundo de karate, y dije: yo quiero estar ahí y ser campeón del mundo».

 

Antonio y su último kata en Tokio

Y tal como lo imaginó de joven, sucedió de adulto. El mirandino, que se tituló en el Campeonato Mundial de Belgrado en 2010, y en París en 2012, ahora confiesa que anhela algo mucho mayor: subir al podio en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde pondrá fin a su carrera.

Aunque ha ganado 15 medallas de oro en el Campeonato Panamericano, ocho en el Campeonato Mundial —dos de oro, cinco de bronce y una plata—, cinco en los Juegos Mundiales —dos de oro y tres de bronce— y es pentacampeón en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Díaz admite su deseo de tener en su palmarés una medalla olímpica, que significaría la cúspide de su carrera.

«Para mí los Juegos Olímpicos serían la ultima competencia, digo, ya que no hay mejor manera que cerrar una carrera haciendo mi último kata en Tokio. Mi último kata competitivo porque del karate no me voy a retirar», sostuvo en entrevista para AVN.

La inclusión del karate para las olimpiadas de Tokio cambió su vida, según confiesa, pues había tomado la decisión de retirarse en 2016 tras perder en las semifinales del Campeonato Mundial y quedarse con el bronce.

«Pero al saber la noticia de que el karate iba a las Olimpiadas era algo en mi cabeza que rondaba», sostiene el criollo, aún enfundado en su karategui y copado por algunas gotas de sudor. «Pero no era una decisión solo mía. Consulté con mis padres, con mi esposa, y eso fue lo que me dio el último impulso para luchar por la clasificación a las olimpiadas».

 

Pasos olímpicos

Para poder llegar a Tokio, Antonio tendrá que ganar un cupo en el ciclo olímpico que está en marcha. Lo hará por el ranking mundial y los eventos multidisciplinarios pautados desde este año, como los Juegos Centroamericanos y del Caribe, a los que clasificó en marzo pasado durante el Campeonato Centroamericano de Karate que se disputó en Barranquilla, Colombia.

 

Antonio
Díaz pondrá fin a su carrera en Tokio.

 

Allí, en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla, Díaz confía ganar su sexta medalla de oro consecutiva, pues se ha llevado el título en las ediciones de 1998, 2002, 2006, 2010 y 2014. Ocupar el podio le garantizaría un cupo a los Juegos Panamericanos 2019.

A diferencia del ciclo olímpico de Río 2016, donde no asistió a los Juegos Bolivarianos, Suramericanos y Panamericanos, sino que estaba enfocado en eventos puntuales, ahora sí acudirá a estos eventos para labrar su pase a Tokio.

 

«Lo único que hice el ciclo pasado fue los Juegos Centroamericanos de Veracruz y dije: comencé con unos Centroamericanos y cierro con unos Centroamericanos; pero se dio la oportunidad en Tokio y por eso decidí hacer el ciclo olímpico completo. Ya estuve en los Bolivarianos, voy a los Suramericanos y claro que voy a intentar conseguir esa medalla en los Centroamericanos».

 

Aunado a los eventos propios del ciclo olímpico, Díaz tiene su foco en los Abiertos de Alemania y Japón de la Premier League 1 de Karate, programados para septiembre, y en el Campeonato Mundial de noviembre en Madrid, donde buscará ganar otra dorada como su ídolo Michaël Milon.

«Es un evento muy importante porque de alguna manera también es el último Campeonato del Mundo al que asistiré, pues mi meta es retirarme en las olimpiadas. Este evento tiene un toque especial, ya que mi primera medalla mundial fue en Madrid en 2002».

El karateca calificó de «importante para retomar el ritmo competitivo» sus actuaciones en el primer trimestre del año, en el que compitió en los Abiertos de Dubai y París, donde no figuró en el podio, y en el de Holanda, en el que ganó medalla de plata.

«La participación en Holanda me dejó unas buenas sensaciones, la motivación para seguir trabajando, para demostrar que puedo seguir estando en esos primeros lugares».

 

Antonio
Antonio Diaz ha dejado en alto el karate venezolano a nivel mundial.

 

Si bien Díaz pondrá fin a su carrera en Tokio, asegura que no se apartará del karate y mucho menos del trabajo para masificarlo y formar nuevos campeones.

 

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Fuera del dojo

«Quiero dedicarle tiempo a mi familia, para mí es importante hacer crecer a mi familia, tener hijos, que está en planes, y al mismo tiempo seguir involucrado en el karate. Este año voy a lograr una meta que es poder abrir mi dojo aquí en Venezuela, a pesar de que tengo una organización trabajando desde hace 10 años, pero ésta será la sede central».

Ya en el epílogo de su carrera, el karateca mirandino que llegó a la selección nacional por la ausencia de un atleta para el Panamericano Juvenil, donde debutó con oro en kumite, afirma sentirse asombrado por todos los logros que ha cosechado, aunque le cuesta creer que le digan «leyenda viviente».

«A veces son cosas que cuesta creerlas porque todavía siento que el tiempo pasa muy rápido. Yo de vez en cuando pienso y recuerdo que hace nada estaba viendo esos vídeos y hoy en día ir a un campeonato, o recibir a través de las redes, o el correo, un comentario de personas de otros países que te dicen que te admiran, y que te ven como yo veía al francés, son cosas que a veces cuesta creerlas».

 

Ciudad VLC/Especial AVN

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