La prensa de la derecha mundial se las arregla para presentar la altísima abstención en las elecciones legislativas colombianas como “algo normal” y darle un matiz pintoresco a las irregularidades ocurridas en el proceso comicial, una actitud que contrasta con su cobertura de las elecciones realizadas en Venezuela.
Un primer vistazo a las notas publicadas a propósito de las elecciones legislativas neogranadinas, comparadas con las que se han publicado con respecto a Venezuela, ponen en evidencia la absoluta parcialización de una prensa que presume de neutral y equilibrada.
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El diario El País de Madrid tituló su crónica de la siguiente manera: “Papeletas fotocopiadas salvan las elecciones legislativas en Colombia”. El verbo empleado (salvar) tiene una connotación favorable, pues se da a entender que fue una medida que impidió males mayores.
En el texto, el corresponsal explica que “en muchos puestos de votación de la capital, los electores que querían elegir a los aspirantes a la presidencia, reportaban que se habían acabado los tarjetones. En sedes como Unicentro, en el norte de la capital, y en varios puestos de la ciudad de Medellín, las protestas han obligado a la Registraduría, el organismo electoral, a autorizar el uso de fotocopias en aquellos lugares donde se habían agotado los originales”.
¿Cuál habría sido la tónica de El País si esto hubiese ocurrido en Venezuela? Para aproximarnos a una respuesta podemos ver la información publicada por ese mismo diario con motivo de las elecciones de gobernadores celebradas en octubre en Venezuela.
“El chavismo obtiene una polémica victoria en las elecciones de gobernadores en Venezuela”, señalaron en el título, dejando en el aire la duda de por qué la victoria es “polémica”. En el texto se indica que “la oposición asegura que el Consejo Nacional Electoral ha anunciado resultados fraudulentos”. Naturalmente no se aporta ninguna denuncia concreta de irregularidades.
Luego, en las elecciones municipales de diciembre, el diario madrileño tituló: “Maduro acapara todo el poder municipal”.
En las informaciones publicadas el día de las municipales venezolanas, El País destacó la poca participación del electorado e ilustró con fotos de centros electorales desiertos o poco concurridos.
En cambio, la fuerte abstención colombiana de este domingo (a pesar de ser elecciones legislativas y primarias presidenciales) fue tratada con extrema benevolencia por el redactor: “La abstención, esa vieja enfermedad de la democracia en Colombia, donde el voto no es obligatorio, se siente con más fuerza en las elecciones legislativas, donde suele superar con creces la mitad de los electores. Las más recientes, en 2014, registraron una abstención del 55,8%. Como incentivo, el certificado electoral ofrece una serie de ventajas, como medio día de descanso remunerado. Muchas empresas se suman al promocionar descuentos al presentarlo en restaurantes”.
La abstención ni se menciona
Otros periódicos representativos de la derecha internacional fueron todavía más lejos. Por ejemplo, el Nuevo Herald de Miami ni siquiera mencionó la abstención en el proceso colombiano. Optó por destacar (con tono de celebración) que “El uribismo se convierte en la primera fuerza en el Congreso de Colombia”. Este es el mismo diario que, en diciembre, tituló: “La apatía domina las elecciones municipales en Venezuela”.
Otro diario español, El Mundo, pasó al terreno del cinismo al decir en su nota que el proceso electoral estuvo caracterizado por la paz y que no hubo un solo candidato muerto durante la campaña, una afirmación que oculta los 218 asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos ocurridos entre enero de 2016 y el 28 de febrero pasado, según el defensor del Pueblo, Carlos Negret. Muchos de esos líderes hubieran podido optar a cargos parlamentarios por lo que fueron eliminados por fuerzas paramilitares.
El Mundo, como es habitual en los diarios españoles de derecha, aprovechó la nota sobre Colombia para golpear al proceso socialista venezolano. “En una nación que acoge a centenares de miles de venezolanos hambrientos que escapan de un régimen que les ha condenado a la miseria, causa escalofríos pensar que el modelo chavista puede repetirse en Colombia”, acotó el redactor en medio de su nota, supuestamente informativa.
En tanto, el diario El Tiempo de Bogotá (perteneciente a la familia del presidente Juan Manuel Santos) celebró que la abstención haya bajado de 56% a 53% con respecto a 2014. Es el mismo diario que, en diciembre tituló sobre Venezuela: “El Chavismo ganó más de 300 de las 335 alcaldías dice Nicolás Maduro, en unas elecciones marcadas por el abstencionismo”.
Ciudad VLC/La Iguana
