Barca de Papel (16): Francisco Herrera Luque se refiere a su novela póstuma «El vuelo del alcatraz». JCDN.

Novela póstuma de Herrera Luque publicada por Monte Ávila Editores Latinoamericana en 2006

“El vuelo del alcatraz” (Monte Ávila Editores Latinoamericana, Biblioteca Básica de Autores Venezolanos, número 45, 2006) es una novela póstuma de Francisco Herrera Luque (Caracas 1927-1991), cuya primera versión data de 1986. Esta edición fue prologada por Carlos Sandoval y anotada por R.J. Lovera De-Sola. Se inscribe en el género de novela histórica al igual que “Boves, el urogallo” (1972), “En la casa del pez que escupe el agua” (1975), “Los Amos del Valle (1979), “La luna de Fausto” (1983) y “Manuel Piar, caudillo de dos colores” (1987), títulos publicados en vida.

Esta novela está protagonizada por Simón Bolívar y al parecer formaba parte de un proyecto novelístico y biográfico sobre El Libertador. Cubre sin orden cronológico el intervalo histórico 1812-1826, destacando los complots contra la Gran Colombia. Por supuesto, no deja a un lado el polémico episodio del fusilamiento de Manuel Carlos Piar.

El escritor y psiquiatra Francisco Herrera Luque

El centro y la esencia de la trama están referidos a la sociedad de cómplices como institución republicana disfuncional que proviene de la Colonia (véase en “Los Amos del Valle” la tirantez entre los mantuanos y los peninsulares, sobre todo focalizada en la Compañía Guipuzcoana). Si ojeamos el ensayo “Cesarismo Democrático” de Laureano Vallenilla Lanz, comprobaremos que se respalda la tesis de la Guerra de Independencia como conflicto civil o entre iguales, de donde el campesinado y los esclavos eran la comparsa de patriotas y realistas.

La antinomia Venezuela / Colombia, vigente aún hoy, excede lo político para revestirse de un cariz psicopatológico. Páez y Santander conspiran contra Bolívar y la Gran Colombia, ello muy a pesar de las diferencias político-sociales y los desencuentros personales entre ambos caudillos. Privaba e importaba más la secesión y demarcación de los espacios del poder caudillista latinoamericano.

Con gran, coherente y diáfano pulso narrativo, Herrera Luque nos propone una línea de acción que desborda lo bélico para internarse en el frágil y envilecedor complot político. El lector se topará frente a un discurso del Decir transparente que colinda con el realismo de tenor crítico. Nos insta a plantearnos el problema siguiente: Si Boves no tenía agenda política revolucionaria, ¿acaso Páez sí? La respuesta negativa y razonada a esta interrogante nos llevaría a la consolidación de un proyecto conservador sazonado con liberalismo económico. El caudillismo va de la mano con terratenientes y oligarcas.

Primera edición de Los Amos del Valle (Pomaire, 1979)

El discurso narrativo boga a contracorriente de la historiografía romántica y positivista, ambas escuelas contaminadas de utilitarismo economicista e ideológico. La Historia Fabulada, propuesta originalísima de Pancho Herrera Luque, pretende desnudar y oponerse a los mitos y medias verdades (mal diagnosticados y peor curados) de la Academia convencional. ¿No recuerdan que las tesis en “La huella perenne” y “Los viajeros de Indias” escandalizaron a la clase profesoral tradicionalista? La endogamia y disfuncionalidad de las casas reales europeas y, peor aún, la psicopatología de conquistadores, caudillos y mantuanos no son todavía fáciles de tragar. Incluso su «Bolívar de carne y hueso» deparó a sus detractores el llanto y crujir de dientes por demás hipócritas.

Bolívar de carne y hueso y otros ensayos de Pancho Herrera Luque

La ética y pragmática esquivas de la conspiración se desenvuelve en la plenitud de la maldad y la maledicencia. Incluso el amorío intenso entre Bolívar y Pepita Machado, en tanto distracción del quehacer político-militar del Libertador, constituye un argumento a favor de los complotados embebidos en su misoginia.

LEE «BOLÍVAR DE CARNE Y HUESO» DE PANCHO HERRERA LUQUE

En la ausencia del maniqueísmo, se expone con cierto cinismo (manifestación sublime y desconfiada de la inteligencia) las paradojas del proceso independentista. Los arquetipos, provenientes de lo propagandístico y lo ideológico, ceden el lugar privilegiado y auténtico a personajes históricos concretos y falibles. Pese a que Bolívar mediaba en pro de la República la tensión entre Páez y Santander, no se chupaba el dedo con la ambición de ambos políticos. Si no, revisitemos el “Diario de Bucaramanga” de Perú De La Croix, texto que ratifica la concepción maquiavélica de la política que esgrimió el Libertador en conversaciones informales y de sobremesa.

Francisco Herrera Luque, una voz imprescindible de la novela histórica en Venezuela y América Latina

La novela, si se quiere inconclusa para su autor, se inicia y se cierra intencionalmente con la malicia y sapiencia de un personaje marginado y subalterno como el negro Palacios. Desde el pórtico o primera parte (“Si a lo largo de tu vida fuiste gavilán para caer certeramente sobre tus enemigos, ahora te estás pareciendo demasiado al alcatraz viejo, que si joven es tan rápido como el otro pájaro, al perder la vista se estrella contra las rocas”), hasta el epílogo abierto (“Ándate, pues, con cuidado, amo y Libertador”). Nos resta recomendar con entusiasmo este libro del imprescindible Herrera Luque, sobre todo para indagar en nuestra problemática histórica e idiosincrática del venezolano.

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José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC     

 

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