El FC Barcelona parece que nació ‘enmantillado’, pues la suerte nuevamente volvió a sonreírle y logró sacar un empate milagroso ante un Chelsea a todas luces muy superior en Stanford Bridge, en el partido de ida de la Champions League. 1-1 que deja la eliminatoria más que abierta para la vuelta en el Camp Nou, aunque con ventaja para los culés.

 

El choque ante el Barcelona mostró un poco las dos caras del Chelsea de Antonio Conte. Por un lado, el técnico italiano se extralimitó a la hora de defender y, por otro, el Chelsea pudo llevar la eliminatoria encarrilada al Camp Nou si no fuera por la ‘suerte’ que tuvo el Barcelona de salvarse de dos disparos a los palos del Chelsea, todos del brasileño William.

 

Pero también fue un nuevo partido muy pobre del Barcelona, que se conformó con tener la posesión y apenas pudo penetrar en el complicadísimo muro defensivo inglés. Por momentos, daba la sensación de que a los azulgranas les valía el 0-0.

 

El Barcelona se salva por los ‘palos’

Pasado el mal trago inicial, con un latigazo alto de Hazard y un remate de cabeza desviado de Rüdiger, el Barcelona engañó con una intención de hacerse con el mando del partido que no fue real. Los de Valverde hicieron circular el balón sin crear apenas peligro, pero el Chelsea tampoco pudo salir al contragolpe como quería, así que unos se anulaban a otros.

Pero claro, la efectividad de los ‘culés’ en el pase no iba a ser infinita y, a nada que llegaron los descuidos, los ‘blues’ volvieron a rugir. Lo hicieron con un golpeo desde la frontal de Willian que se estrelló directamente en el palo de Ter Stegen, que calcó su gesto en la vuelta de la Supercopa en el chut de Asensio. Esta vez, para alegría del Barcelona, la suerte le sonrió.

 

No espabiló el Barça con semejante oportunidad y fue de nuevo el brasileño el que estuvo a punto de inaugurar el marcador con otro remate desde el balcón del área que se fue al otro palo de Ter Stegen.

 

Y a la tercera va la vencida

Como si ya no fuera suficiente con los dos balonazos directo a los palos, el mismo William fue el encargado de abrir el marcador.

 

El Chelsea sacó un córner en corto y Willian recibió solo en la frontal. Controló sin oposición y, esta vez sí, la puso con el interior a la izquierda del portero del Barcelona. Tremendo golazo y se anotaba el 1-0 parcial. Temblaba el Barcelona por el miedo a un resultado adverso en el Camp Nou.

 

Pero como los errores no vienen solos, el Chelsea también iba a tener el suyo. E iba a ser decisivo para el devenir del choque y quién sabe si de la eliminatoria. Stanford Bridge se vino abajo con un error infantil.

 

Christensen demostró su inocencia con un pase horizontal muy impreciso y entre Iniesta y Messi hicieron el resto.

 

El manchego, que pasaba por allí, se metió en el área y se dio el lujo de devolverle el balón a Messi, que, de paso, nunca le había marcado un gol al Chelsea. Pero el argentino, como es costumbre, no perdonó y subió un empate al marcador que ya no se movería y que deja la eliminatoria encarrilada para el Barcelona de cara a la vuelta.

 

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Ely Reyes/Ciudad VLC

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