BIOGRAFÍAS PORTÁTILES [4]: LAURA ANTILLANO
Biografías Portátiles [4]: Laura Antillano, es la cuarta entrega de esta sección semanal que apunta a promocionar el patrimonio vivo de la ciudad de Valencia, la de Venezuela. La escritora, catedrática y promotora cultural Laura Antillano pertenece al grupo de nuestros mejores polígrafos. JCDN.
Laura Antillano (Caracas, 8 de agosto de 1950) es un referente destacado de la literatura en Venezuela y el continente. Integra junto a voces como Enrique Bernardo Núñez, Elisa Lerner, Ida Gramcko, Arturo Uslar Pietri y Ramón Díaz Sánchez el universo de los polígrafos venezolanos. Ha incursionado en la narrativa, la crónica periodística, el ensayo literario y académico, la dramaturgia cinematográfica y la literatura para niños y jóvenes.
Una muy joven Laura [proveniente de Maracaibo] llegó a Valencia no sólo para residenciarse y desarrollarse profesionalmente, sino también para tocarla con bien y dulzura en el corazón cultural. Docente jubilada de la Universidad de Carabobo, formó generaciones de estudiantes y, mejor aún, de lectores y escritores. Hasta el punto de convertir su casa de La Campiña, Naguanagua, en un Museo vivo de la literatura y la apreciación audiovisual: La Fundación La Letra Voladora, la cual ha centrado sus afanes en la ciudadanía infantil, juvenil y adulta.
Muchos lectores han sido tocados por la novelística ejemplar de Laura Antillano. En
especial, la sensibilidad trémula que desdice el lugar común, el compromiso con la escritura
y la militancia humanística nos asedian desde su Tríptico novelístico histórico: Perfume de
Gardenia (1982), Solitaria solidaria (1990) y Las aguas tenían reflejos de plata (2002). Tanto Perfume de Gardenia como Las aguas tenían reflejos de plata, suponen la revisión y el enriquecimiento de la novela de formación más la epistolar y la de aventuras respectivamente, instrumentos lúdicos que van de lo personal y lo psicológico a la inserción activista de su siglo. Solitaria solidaria es un diálogo asombroso no sólo entre dos mujeres separadas en lo cronológico y lo cultural, sino tendiente a la convergencia intrahistórica susceptible a la yuxtaposición de saberes y sensibilidades del devenir femenil latinoamericano, no obstante los obstáculos históricos, ideológicos y machistas que ambas han enfrentado y padecido en su contexto. La novelista cuenta hasta diez y retoma la palabra salvífica y liberadora para un nuevo mundo.
No sé por qué la cuentística de Laura se puede asimilar y llama a un compendio
placentero de sinfonías, canciones, películas y fotografías con las que nos hemos
encariñado. Claro está, sus objetos narrativos establecen una vinculación mestiza de lo
culto y lo popular que celebra las preferencias y las revelaciones que aparejan. Cuentos como «La luna no es pan de horno» [que la convirtió en la primera escritora ganadora del Concurso de Cuentos del diario El Nacional], «Aguas permanentes», «El fauno» y «Gol de Contra-ataque para defensa vulnerable» no sólo son parte del canon cuentístico nacional sino también pertenecen al mundo entrañable de muchos lectores.
LEE EL CUENTO «LA LUNA NO ES PAN DE HORNO» DE LAURA ANTILLANO
Crónicas desde una mirada conmovida (Fundarte, 2011), conjunto que entraña tres décadas de interacción con los lectores de diarios y revistas, más allá de la variedad temática, supone un apostolado comprometido con las mejores causas de la humanidad. En este caso, la cronista se declara partícipe fiel de su sociedad, propone una síntesis personal de su siglo en todas las implicaciones posibles y, claro está, ejerce un rol activo crítico respecto a sus despropósitos y desviaciones. La profecía, en este caso, no se inscribe en la denuncia tremendista ni en la simulación ideológica por vía de los códigos del escándalo. Aboga por la educación de la sensibilidad y la estimulación de una verdadera conciencia del entorno, que traigan consigo el desmontaje de la banalización del discurso mediático, político, académico y cultural. Roto el cerco tendido por los aparatos ideológicos del Estado, los ciudadanos se darán a la tarea de forjar un orden de cosas perfectible, solidario y colectivo que se asimile a una Colmena proveedora de poesía tocable y restauradora.
Con Ellas (2013), Laura nos obsequia un complejo residencial femenino, en cuatro bloques que profieren discursos y voces variopintos como el “Edificio Master” de Copacabana filmado por Eduardo Coutinho: La crónica, el ensayo, la reseña bibliográfica y cinematográfica, amén de la entrevista, son las columnas en la que descansa
esta aproximación concienzuda y sosegada del papel de la mujer contemporánea en
Venezuela y América Latina.
LEE LA BIOGRAFÍA PORTÁTIL DE ANA ENRIQUETA TERÁN
Teniendo en cuenta sus méritos literarios, pedagógicos y promotores de las letras y las artes, un jurado integrado por los escritores Wafi Salih, Luis Britto García y este polemista compulsivo, le concedió por unanimidad el Premio Nacional de Literatura correspondiente al bienio 2012-2014.
VE EL FILME «PEQUEÑA REVANCHA» CON GUIÓN DE LAURA ANTILLANO
Asimismo, Laura Antillano ha incursionado con mucha fortuna en la adaptación cinematográfica y para la televisión. Recordemos, por ejemplo, el guión de la película «Pequeña Revancha» (1985) [dirigida por Olegario Barrera] o el unitario «La hora menguada» (1984) transmitido por la planta televisiva Radio Caracas Televisión en el ciclo dedicado a los cuentos de Rómulo Gallegos.
VE EL UNITARIO DE TV «LA HORA MENGUADA»
En síntesis, nuestra polígrafa es un digno ejemplo de las artes integradas, ello en el rol multidimensional de hacedora [no obviemos que también fue titiritera], espectadora, crítica y promotora. No nos cabe duda que Laura Antillano vive ese estado de gracia artístico y lúdico con suma intensidad adolescente.
José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC
