Tras la entrada en vigencia de la Ley de Identidad de Género en Chile, y como si de un sueño se tratase, para muchos, 136 personas solicitaron cambiar legalmente su sexo, dijo el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín.
Para una gran cantidad de chilenos, la medida -que permite el cambio de sexo registral a mayores de 18 años, solo con la presencia de dos testigos-, viene a saldar una deuda con los movimientos de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros, Intersexuales (LGBTI).
«Aquí había una realidad invisibilizada; personas que tenían una identidad de género distinta a la de su sexo biológico y que no podían ejercer sus derechos», apuntó Larraín.
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Con la nueva normativa, promulgada en noviembre del año pasado, los jóvenes de entre 14 y 18 años también podrán cambiar su sexo ante las leyes, sólo deberán tener el permiso de sus padres o tutores y realizar la petición ante un juez de familia, quien definirá si procede o no. Adicionalmente tendrá que presentar antecedentes sobre su contexto psicosocial y familiar.
Para los próximos días, otras 921 personas ya están inscritas para cambiar su sexo registral.
La Ley de Identidad de Género fue promulgada en 2018 tras cinco años de debate en el Congreso y luego de ser propuesta durante el primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) como una forma de saldar una deuda y quien sabe si de también distraer a la opinión publica en medio de la tempestad política que atraviesa, con la comunidad LGBTI.
