María Bútina llegó a Moscú este sábado luego de ser deportada desde EEUU, la ciudadana rusa cumplió una condena en ese país tras ser acusada de ejercer como agente extranjera y conspirar para actuar como espía de Rusia.

Bútina fue recibida con flores por su padre, Valeri Butin, y por periodistas en el aeropuerto Sheremétievo.

«Estoy muy, muy contenta de regresar a casa, y estoy muy agradecida con todos los que me apoyaron», expresó la ciudadano rusa.

«Yo no me di por vencida únicamente porque sabía que simplemente no tengo el derecho de hacerlo», manifestó Bútina. «Los rusos no se dan por vencidos», recalcó.

 

 

Ciudadana rusa le agradeció a su pueblo por el apoyo

De igual forma, agradeció al pueblo ruso por su apoyo y donaciones, María Bútina, junto a su padre, agradeció al Ministerio de Asuntos Exteriores y a los diplomáticos, “que hicieron todo lo posible» por facilitar su regreso a casa.

Ciudadana rusa
María Bútina junto a su padre en el aeropuerto Sheremétievo de Moscú.

 

 

La portavoz de la Cancillería, María Zajárova, calificó las palabras de Bútina para los periodistas como «una de las conferencias de prensa más felices» que ha presenciado.

El viernes, Bútina abandonó la prisión en Florida donde permaneció poco menos de 18 meses cumpliendo una condena que le fue dictada en abril de 2019, cuando ya había pasado nueve meses recluida. 

En ese contexto, ayer fue trasladada a un centro migratorio en Miami previo a la deportación a su país de origen.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia había declarado en mayo que la pena dictada contra la mujer de 30 años fue de orden político.

«Nuestra compatriota ha sido condenada solo por ser ciudadana de Rusia», reza el comunicado de Exteriores, en el que se precisa que la sentencia supone «una mancha vergonzosa en el sistema judicial estadounidense, que completó sin cuestionamientos un encargo político evidente».

El padre de María, Valeri Butin, denunció en una entrevista con un medio ruso que su hija había estado mucho tiempo encerrada en régimen de aislamiento, algo que «no puede sino tener un impacto negativo en su condición física y mental», debido a que «es difícil decir cuánto tiempo una persona común puede soportar ese tipo de tortura».

 

 

En contexto

En 2016, María Bútina llegó a EEUU para estudiar Relaciones Extranjeras en la Universidad Americana (Washington).

Pero el 15 de julio de 2018, fue detenida bajo la acusación de ejercer como agente extranjera y conspirar para actuar como espía de Rusia en territorio norteamericano.

En este sentido, se señaló a Bútina de organizar eventos en favor del derecho de poseer armas de fuego, actividades que, según EEUU, no estaban debidamente registradas como cabildeo político y promovían los intereses de Rusia.

En un principio se rechazaron los cargos, sin embargo el pasado 10 de diciembre trascendió que Bútina aceptó cooperar con las autoridades estadounidenses y declararse culpable, aunque solo del cargo de conspiración.

 

 

Ciudad VLC / Actualidad RT

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