El Consejo Nacional de Iglesias de los Estados Unidos (Ncccusa, por sus siglas en inglés) condenó cualquier intervención militar en Venezuela, promovida por el Gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.) o de terceros países, ya que violan el derecho del pueblo venezolano a la autodeterminación.
«Condenamos cualquier intervención militar en Venezuela, promovida directa o indirectamente por los EEUU o por terceros países. Tales acciones desafían el derecho del pueblo venezolano a la autodeterminación y empeoran su infraestructura y sus medios de vida», expresó Ncccusa en un comunicado difundido este miércoles.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, destacó el pronunciamiento, en el que quedó manifiesto la posición de indignación del Consejo ante la fallida incursión mercenaria por costas venezolanas en momentos en que países de todo el mundo están asignando recursos para combatir la pandemia de la Covid-19.
El Consejo Nacional de Iglesias de EEUU @ncccusa condena cualquier intervención militar del gobierno de EEUU en Venezuela. Piden que se acate el Cese al Fuego promovido por la ONU e instan a eliminar todas las sanciones económicas en Venezuela. https://t.co/Gv9OFhBaUc
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) May 13, 2020
El texto difundido por el Ncccusa expone que las acciones militares contra Venezuela desafían el derecho del pueblo venezolano a la autodeterminación y empeoran su infraestructura y sus medios de vida.
Alto al fuego global
Asimismo, hace un llamado al Gobierno de los EE.UU. para que acate el pedido de alto el fuego global del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, y que elimine todas las sanciones económicas impuestas contra Venezuela.
«Estas estrategias no servirán para otro propósito que no sea dañar a quienes ya están sufriendo y quienes son los más vulnerables a la Covid-19. Las sanciones económicas también afectarán negativamente los entornos políticos y sociales necesarios para una solución pacífica a la crisis en Venezuela», argumenta el comunicado.
El documento concluye con una exhortación «al movimiento ecuménico internacional, a todas las iglesias y religiones en los Estados Unidos y en todo el mundo, gobiernos, la ONU y todas las personas de buena voluntad, a unirse para rechazar cualquier intervención militar contra Venezuela».
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