Paz en Colombia/CiudadVLC
En Colombia la Paz pende de un hilo

A un poco más de 40 días de la instalación del gobierno de Iván Duque resultaría prematuro establecer un balance de su gestión al frente de la Casa de Nariño.

Sin embargo, todo indica que al menos en lo concerniente a la búsqueda de la Paz en Colombia, el sucesor de Juan Manuel Santos continuará con la política de modificación e incumplimiento de los acuerdos firmados en La Habana e iniciados por Santos, máxime cuando la sombra de Álvaro Uribe parece signar toda resolución del nuevo mandatario, hay quienes piensan que Duque es capaz de tomar sus propias decisiones. En todo caso, tocaría darle el beneficio de la duda por el bien de todos los colombianos y de la región.

 

Tras 53 años de rebelión armada, las FARC-EP desmontan su aparato guerrerista y se transforman en partido político, un paso transcendental hacia la legalidad democrática que requiere la máxima valoración por parte del Estado colombiano. Sin embargo, las cifras de líderes sociales, indígenas, y desmovilizados asesinados después de la firma definitiva los acuerdos, son alarmantes. A tal punto que ya se habla del retorno del grupo guerrillero a la confrontación armada, cuando esta parecía ser una etapa superada.

 

Paz en Colombia
El nuevo gobierno se enfrenta al desafío de dar cabal cumplimiento a los Acuerdos de Paz

 

Organismos dedicados a monitorear el cumplimiento de los puntos vitales del acuerdo de Paz coinciden en señalar que es preocupante el incremento de homicidios y amenazas contra defensores y defensoras de derechos humanos y líderes y lideresas sociales, particularmente victimas afrocolombianas e indígenas en las zonas históricamente más afectadas por el conflicto armado, y los homicidios contra los ex combatientes de las FARC-EP y sus familiares.

 

La aprehensión y amenaza de extradición de Jesús Santrich a los EE.UU. atendiendo el dictamen de una corte de New York, prendió las alarmas y puso en duda la validez de la Jurisdicción Especial de Justicia para la Paz; el comandante invidente y principal forjador del texto firmado en La Habana ha colocado a los acuerdos el remoquete de “fallidos”.

Iván Márquez en su momento declaró: “Estamos perplejos por la actuación de la Fiscalía en contra del proceso de paz, ya llenó todos los topes al producir este allanamiento a la residencia de Jesús Santrich y es el peor momento que puede estar pasando en este proceso de paz”.

 

De igual modo, hasta la fecha se desconoce el paradero de Iván Márquez, quien luego de resultar electo senador en los recientes comicios legislativos, puso en duda la garantía de su seguridad personal para asumir el curul y tras la presencia en su residencia de hombres encapuchados de una patrulla contraguerrilla tomó la decisión de refugiarse en un lugar desconocido hasta ahora. Por medio de una misiva, el líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) asegura que actualmente no hay garantías para adelantar su ejercicio político.

 

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Por otra parte, el ELN a quien se le acusa de mantener a sus comandantes al cobijo del gobierno venezolano, deshoja la margarita, los esfuerzos de diálogo se encuentran “empantanados”, mientras la guerrilla acusó a Iván Duque de acabar con el proceso de paz y calificó sus condiciones como inaceptables, el gobierno no descarta continuar con las negociaciones en Cuba siempre y cuando el ELN  “libere a todos los secuestrados”.

Sin duda es un momento crítico para la paz en Colombia, país con inmensas desigualdades sociales, al cual alguien calificó como “otra estrella de la bandera norteamericana”.

 

ISMAEL NOÉ / CIUDAD VLC

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