No hay un guerrero tan indomable en la padana como el venezolano Rubén Limardo Gascón. Su historia ha sido siempre la de luchar contra cualquier adversidad y vencerla con deporte, trabajo, dedicación y método.
La épica de la espada venezolana en el mundo lleva el nombre de Rubén y la impronta de su familia.
Pocas veces en la historia de este deporte se ha visto que unos hermanos se enfrentasen en la final de una competencia internacional por la medalla de oro, tal como ocurrió el pasado domingo en el Campeonato Panamericano de Toronto, Canadá, donde Rubén y Jesús, el más joven de la dinastía Limardo, se batieron por el título.
Por cuarta vez en la historia de la competencia, Rubén se adueñó del oro al superar 15-14 tocado al benjamín de la familia.
El triunfo de Rubén, el crecimiento competitivo de su hermano, más la presea de plata obtenida por otro miembro de la familia Gascón, María Gabriela Martínez, colocan a estos representantes de la generación dorada de nuestro país como ejemplo de trabajo, disciplina y solidaridad para llevar adelante un proyecto deportivo con el respaldo del gobierno bolivariano.
En la historia de este deporte, solo Giussepe y Darío Mangiarotti, que dominaron la espada en Europa y el mundo entre la década del cuarenta y entrado los sesenta, pueden presentar un palmarés más repleto de honores.
Estamos seguros que estas batallas se repetirán en otros escenarios en la ruta a Tokio 2020, donde la espada de Bolívar volverá por sus fueros.
Y así como Rubén ha luchado contra viento y marea para alcanzar siempre lo más alto del podio, el baloncesto venezolano también venció todos los obstáculos para volver a la cancha y llegar este fin de semana a la gran final de la Copa LPB.
LEER MÁS: EUGENIO SUÁREZ, CUARTA TEMPORADA SEGUIDA CON MÁS DE 20 JONRONES
No fue fácil, pero de nuevo el trabajo conjunto entre el gobierno bolivariano y las autoridades de la LPB, la Federación Venezolana de Baloncesto, jugadores, entrenadores, personal técnico y cientos de aficionados que han respaldado a sus equipos, el básquet nacional busca un campeón.
Este viernes se inicia la final de cuatro entre Trotamundos de Carabobo y Guaiqueríes de Margarita por un lado, y Panteras de Miranda contra Guaros de Lara por el otro.
El gimnasio José Joaquín “Papá” Carrillo en el Parque Miranda será la sede de esta gran final.
A casa llena se disputará esta batalla en la que el deporte venezolano volverá a ganar por paliza a quienes apostaban por el fracaso y la paralización del deporte de los gigantes en su heroico camino al Mundial de China
Ciudad VLC / IND
