El número 1 del ranking ATP, Novak Djokovic, ganó por séptima vez el Abierto de Australia al batir al español Rafael Nadal con gran autoridad en tres sets por 6-3, 6-2 y 6-3, en dos horas y 4 minutos.

 

Con este triunfo Djokovic se convierte en el tenista con más coronas en Australian Open, el primer Grand Slam del año calendario. Djokovic supera a Emerson y Federer y ya es el más ganador con 7 copas en su vitrina obtenidas en 2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016 y 2019.

 

Además, acumula 15 títulos de Grand Slam, sumando sus 4 Wimbledon, 3 US Open y un Roland Garros. Uno más que Sampras (14). Ya solo le superan Federer (20) y Nadal (17).

 

Djokovic en modo bestia

Djokovic firmó la conquista de su decimoquinta corona de un GS ofreciendo un recital de tenis total que ha arrasado a Rafa Nadal, que ha sufrido su derrota más contundente en 25 finales ‘grandes’, ya que no ganó ni un set, algo inédito hasta esta ocasión.

 

Se esperaba mucho de la final porque ambos llegaban al máximo de sus condiciones y sin desgaste físico. Pero mientras Djokovic mostró un estado mágico, Nadal dio síntomas de lentitud y falta de convicción desde el comienzo, cuando entregó su saque, algo que no sucedía desde la jornada inaugural del torneo. Enseguida 3-0 del balcánico, que ganó cuatro juegos consecutivos en blanco con su servicio, 20 de 21 puntos en la manga inicial.

 

Djokovic atropellando a Nadal como nunca. El mejor ‘Nole’, ni rastro del Rafa agresivo, de tiros ganadores y servicio más definitivo. Concluyó la segunda manga el serbio con tres ‘aces’ consecutivos. Un monólogo, una lección de tenis.

 

Djokovic, 34 golpes ganadores, por 21 de Nadal, sólo 9 errores no forzados, por 28 de Rafa.

 

Un talón de 4.100.000 dólares australianos, unos 2,5 ‘kilos’ de euros. La mitad en el cheque de Rafa Nadal, que volvió fuerte tras cuatro meses fuera de competición, tras haber pasado por el quirófano (tobillo derecho) a principios de noviembre, pero que bajó el pistón el día grande, en el que la ‘bestia’ fue un colosal Djokovic.

 

Con su saque, 56 de 69 puntos sumados. Intocable. Nadal, de nuevo con esa relación amor-odio con un torneo al que adora, que considera apropiado para su juego, pero que no le premia como otros. Sigue anclado en el trofeo de 2009, sumando ya cuatro finales perdidas. El único Grand Slam en el que no ha repetido éxito, que le niega el que sería otro registro histórico importante en su palmarés.

 

Ely Reyes/Ciudad VLC/Twitter/Mundo Deportivo

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