Saltarse el desayuno no es cosa de juegos. Es la comida más importante que consumimos. Aquí te decimos cómo hacer para disciplinarte.
De sobra es conocido que el desayuno es la comida más importante del día pero, lejos de ser un tópico, es cierto que desayunar de forma equilibrada cada día nos ayuda a mantener nuestro organismo en un correcto estado de salud. Y, sin embargo, saltarse el desayuno puede tener consecuencias muy negativas.
Efectos de saltarse el desayuno
Según los expertos en nutrición, salud y dietética, las personas que se saltan el desayuno de forma habitual, son mucho más propensas a tener un organismo debilitado o lo que es lo mismo, a tener un estado de salud más débil.
Y es que el desayuno es la comida en la que ‘recargamos las pilas’ para disponer de energía durante todo el día
Por ello, las personas que no desayunan no disponen de suficiente energía para que su metabolismo pueda funcionar correctamente, y su organismo entrará en lo que se conoce como letargo metabólico.
El letargo metabólico es el estado en el que entra el cuerpo humano cuando no recibe suficiente energía. Como principal consecuencia, el organismo intenta gastar el mínimo de energía y reduce la cantidad de calorías quemadas por día.
Otra de las consecuencias negativas que acarrea el saltarse el desayuno, es que el organismo entra en un estado de fatiga física y mental permanente, por lo que el cerebro tiene más dificultades para mantener la concentración.
Desayuna y evita las enfermdedades cardiovasculares
Asimismo, se ha demostrado científicamente que las personas que prescinden del desayuno tienen más probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, como infartos de miocardio o hipertensión, además de otro tipo de patologías como diabetes, obesidad, o colesterol alto.
Y si uno de los pretextos para no desayunar es que estás a dieta y quieres perder peso, has de saber que las personas que se saltan el desayuno son más propensas a sufrir sobrepeso, que las que cada día toman un desayuno equilibrado.
Se ha demostrado que cuando nos saltamos el desayuno, se incrementa hasta en un 20% la ansiedad por la comida, incluso, por comer alimentos poco saludables a partir de media mañana o de mediodía. Además, al saltarte el desayuno tu metabolismo trabajará de forma más lenta, y esto puede provocar un aumento de peso.
Consejos y recomendaciones
Al tratarse de la comida más importante del día, es necesario seguir una serie de consejos y recomendaciones para que el desayuno sea saludable y nutritivo.
En este sentido, una de las primeras premisas es tratar que el desayuno contenga diariamente una gran variedad de alimentos, como: cereales, lácteos, frutas, huevos ofiambre.
Hay que tener en cuenta que el desayuno debe representar alrededor del 25% de la ingesta de calorías que comemos diariamente, por ello, también es importante no pasarnos en el desayuno.
Si por ejemplo, nuestra dieta habitual consta de unas 2.000 calorías, hemos de calcular que la primera comida del día no sobrepase las 500 calorías.
Además, los expertos en nutrición aconsejan que debemos desayunar sin prisa, dedicándole a esta comida en torno a unos 25 o 30 minutos cada día. Para ello, es necesario planificarlo adecuadamente y levantarse con tiempo suficiente para poder sentarse a la mesa a disfrutarlo.
Y si a primera hora de la mañana no consigues tener el suficiente apetito como para ingerir unas 500 calorías de golpe, muchos nutricionistas aconsejan dividir el desayuno en dos tomas. De esta manera, tomaremos un 25% de las calorías a primera hora de la mañana, y el resto, se tomarán a modo de tentempié a media mañana.
Además, se ha comprobado que si se adelanta la hora de la cena y procuramos hacer la última comida del día en torno a una hora antes, es mucho más probable sentir más hambre a la hora del desayuno y, por lo tanto, desayunar de una forma más completa y más equilibrada.
Ciudad VLC/Mary Pacheco/Portal Muy interesante