Desde finales de enero la oposición venezolana ha pretendido consumar –sin éxito- un nuevo golpe de Estado en Venezuela. En esta ocasión, para derrocar el gobierno constitucional y legítimo del presidente Nicolás Maduro.
Este nuevo plan golpista orquestado en Washington se ha puesto en marcha a casi 17 años del golpe de Estado perpetrado contra el Comandante Hugo Chávez el 11 de abril de 2002 y derrotado por el Pueblo venezolano junto a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) en perfecta unión cívico-militar.
Ambos acontecimientos han estado signados por una serie de elementos comunes y ejecutados por los mismos pseudo dirigentes de la derecha que, aseguran, actúan “en defensa de la democracia”.
El papel de los medios de comunicación
La República Bolivariana de Venezuela tiene la experiencia de haber vivido el primer golpe de Estado planificado y consagrado desde los medios de comunicación.
En 2002, los medios de comunicación desempeñaron un papel determinante en el derrocamiento –por apenas 48 horas- del Comandante Hugo Chávez. Incesantes fueron las campañas sediciosas montadas desde los medios venezolanos y algunos internacionales.
En la actualidad, la campaña de manipulación mediática supera con creces a la del 2002 y han entrado en juego nuevos actores: las grandes corporaciones y agencias de noticias mundiales y las redes sociales (donde a diario se difunden noticias falsas o fake news).
El reconocimiento de la Casa Blanca
Pocos después de la autoproclamación del guarimbero Juan Guaidó como “presidente interino de Venezuela”, fue “reconocido” por el gobierno de Donald Trump.
Esta decisión fue imitada de inmediato por varios gobiernos derechistas de Latinoamérica y de la Unión Europea, todos subordinados a los dictámenes de Washington.
En abril de 2002, el gobierno de George W. Bush fue el primero en “reconocer” al también autoproclamado Pedro Carmona Estanga, que había llegado a Miraflores producto del golpe de Estado.
La injerencia previa y posterior de la Embajada gringa en los asuntos internos del país es otro de los elementos comunes.
La cúpula empresarial y la jerarquía eclesiástica
En ambos golpes la cúpula empresarial y la jerarquía eclesiástica también han tomado partido; actualmente el empresariado apátrida le ha declarado una guerra abierta al Pueblo de Venezuela, sobre el que recaen todas las consecuencias.
La resistencia del Pueblo
Como salió por millones a defender al Comandante Chávez en abril de 2002, extinguiendo el golpe de Estado, el Pueblo de Venezuela se ha volcado a las calles durante las últimas semanas en defensa del gobierno del presidente Nicolás Maduro y de la Constitución nacional.
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Ciudad VLC/Con el Mazo Dando
