Elucubraciones-José Gregorio Blanco

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Un año más

Y pasó otro 5 de marzo, día para conmemorar la desaparición física del Comandante Chávez. Muchos organizaron homenajes, conversatorios, documentales, ofrendas, misas, sesiones solemnes. Cada cual buscando forma de reivindicar su obra y su memoria; unos con amor y sinceridad, otros con hipocresía.

 

 

Sobre todo los que ayer lo atacaban y denigraban y hoy, pegados a la teta del gobierno, se restriegan los ojos con cebolla para llorar por él. Muchos fueron al Cuartel de la Montaña a honrarlo; otros, como dice Alí Primera, a asegurarse de que esté bien muerto. Muchos gritaron: “Yo soy Chávez”, pero la Biblia les recuerda: “¿Por qué me llamas Señor, Señor y no haces lo que yo digo ?”.

El pueblo lo lleva en su corazón y en sus luchas diarias, en su esperanza por un mundo mejor. ¡¡Inolvidable Chávez!! Como bien lo dijo otro gigante, el Comandante Fidel Castro: ¿Quieren saber quién era Chávez? Miren a su alrededor quienes lloran su muerte y quienes la celebran. Y no queda duda: El pueblo aún lo llora. ¡Y en eso me incluyo!

 

Degradación

La máxima sanción moral que puede sufrir un militar es la degradación; significa que te quitan tu grado militar y te llevan a uno inferior. Y en casos muy graves, te llevan al más bajo grado de la escala. Ejemplo: Eras un general y te rebajan al grado de teniente. O, peor aún, al de soldado raso.

Y tal cosa ocurrió con los exgenerales Baduel, García Plaza y Antonio Rivero y con los exalmirantes Carratú y Molina Tamayo y otros exoficiales que cometieron el gravísimo delito de traicionar a la Patria, esa a la que un día juraron defender con las armas y que hoy se demostró que hacían lo contrario: Conspirar con una potencia extranjera para agredirla e incluso invadirla.

Y fíjense que eso de la degradación no es algo común: Estuve preguntando y revisando sobre el particular y no encuentro referencia en los últimos 60 años. Y durante ese tiempo han sido detenidos, condenados y dados de baja muchos oficiales por delitos políticos, conspiraciones, corrupción, homicidios y hasta narcotráfico, pero ninguno había sido degradado. Pero se entiende la sanción contra Baduel y compañía: No es delito pequeño conspirar con una potencia extranjera para invadir tu propio país. Solo queda pendiente una cosa: ¿Cuándo imputarán y procesarán a Julio Borges? Pues ha cometido el mismo delito que estos militares. Y aun anda en eso.

 

Combativas, tristes y legítimas

 

Así son las protestas que los trabajadores del sector salud en Carabobo han venido realizando estos días, destacando las que se han hecho en los alrededores de la CHET. Reclaman ellos sus bajos salarios, la falta de insumos para cumplir sus funciones, los problemas de transporte, etc. Todos estos problemas son verdaderos y, por cierto, no los afectan a ellos nada más sino a toda la clase trabajadora venezolana, la cual está azotada por una terrible crisis económica fruto del cerco internacional impulsado incluso por algunos dirigentes opositores antipatria.

La guerra económica es cierta, existe y como lo reconoce Luis Vicente León, uno de los voceros más calificados de la oposición, afecta no solo a la dirigencia del chavismo sino al pueblo en general. Justas son entonces las protestas de los trabajadores de la Salud, aunque muchos de ellos no entiendan las causas y los orígenes y terminen maldiciendo al Presidente Maduro. El menos indicado, pues es quien precisamente hace todo lo posible por proteger a la clase trabajadora con aumentos salariales y bonos especiales. ¡¡Cuestión de consciencia!!

 

Una propuesta para Insalud y sus trabajadores

Manifiestan los trabajadores que por problemas con el transporte les cuesta mucho y muy caro llegar a sus puestos de trabajo, pues bastantes de ellos viven en zonas alejadas de donde laboran. ¡¡Pues eso hay que revisarlo!! Insalud tiene una red ambulatoria de más de 100 centros asistenciales sin contar los grandes hospitales y otras dependencias distribuidos por todo Carabobo.

Vamos a hacer reingeniería, vamos a cambiar a los trabajadores lo más cerca posible de sus hogares. Sé de gente que vive en Güigüe y trabaja en el oncológico de Naguanagua. Eso hay que corregirlo, para aliviar un poco la carga de nuestros trabajadores. La difícil coyuntura actual obliga a tomar medidas de este tipo, por el bien de todos.

 

 

PSUV

Largas colas siguen adornando los operativos de inscripción del PSUV, la cual culmina con la emisión del carnet que acredita a sus portadores como militantes de ese partido legado del Comandante Chávez.

El carnet lleva instalada la moderna tecnología QR, lo que permitirá la sistematización de la información y una mejor organización de las actividades del partido en función del conocimiento pleno y de la caracterización de su militancia. Por ahí estuve en el Inces de la avenida Lara intentando sacar mi carnet, pero la cola era kilométrica, de gente que incluso estaba ahí desde la noche anterior. Y se entiende: ¡¡Somos millones, una sola voz!!

 

 

Denuncia

Me dicen (y me consta) que los medicamentos, todos, cuesta conseguirlos en las farmacias. Y ya no solo como resultado del bloqueo económico al que nos someten los EE.UU. y sus aliados europeos, sino que ahora se suma una mafia criolla que ha hecho crecer un mercado negro en el cual: ¡¡Sorpresa!! Se consigue de todo pero a precio de bachaqueo, es decir, multiplicado por 10. ¿Y cómo funciona? Pues gracias a los esfuerzos del gobierno nacional y de algunas empresas farmacéuticas, los distintos medicamentos llegan a las farmacias pero en lugar de ser despachados al público, son comprados por los empleados de las mismas farmacias o por sus cómplices para revenderlos a precios astronómicos.

Ojo: No pasa en todas las farmacias ni todos los empleados de estas son criminales que atentan contra el pueblo. Pero pasa y el Sebin debe meterle el ojo a eso antes de que se haga delito común.

 

Transbaranda

Así bautizó el pueblo al “servicio de transporte” que prestan los camiones, camionetas y todo tipo de vehículos improvisados no aptos para transportar pasajeros pero que es “lo que hay”, lo que funciona en Valencia y las principales ciudades del país. Y sobre ello quiero preguntar: ¿Alguien sabe el número de accidentes que han ocurrido en este tipo de transporte? ¿Por qué no se publican en la prensa los numerosos heridos y algunos muertos que han ocurrido en accidentes en los cuales han estado implicados estos camiones cargados de pasajeros? Hay una política de avestruz respecto a reconocer esta vertiente del terrible problema de transporte público que nos afecta a todos. ¡Y que debemos resolver!

 

 

 

José Gregorio Blanco/@JoseGBlancoC

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