El factor de campo es en muchos casos algo que tiene una influencia decisiva en los partidos de fútbol: que se hable de futbol español o de un partido en Brasil en el monumento de Maracanà, jugar frente a sus fanáticos, dentro de los muros amistosos del estadio local, con un cargo adicional, a menudo decisivo, para los jugadores y, por el contrario, intimida al oponentes que se encuentran catapultados en un ambiente hostil hacia ellos.
En algunas situaciones, sin embargo, no solo es la presión psicológica que entra en juego, sino que es precisamente la ubicación del estadio lo que afecta los partidos, como en el caso de aquellas estructuras ubicadas en áreas particularmente frías o incluso en altitudes prohibitivas.
Hablaremos de este último aspecto en este artículo y específicamente del estadio más alto del mundo, el «Hernando Siles» en La Paz, Bolivia.
Estadio Hernando Siles
El estadio Hernando Siles, de 45 mil asientos, con su campo de juego ubicado a 3600 metros sobre el nivel del mar, es la instalación de mayor altitud del mundo. Durante muchos años, Siles ha sido el estadio oficial del equipo nacional boliviano, que ha utilizado el factor de campo para obtener el éxito histórico.
De hecho, jugar a altitudes tan extremas implica un mayor esfuerzo físico en los oponentes dada la falta de oxígeno y la consiguiente pérdida de claridad, incluso mentalmente en el campo. Por el contrario, los jugadores bolivianos siempre han estado acostumbrados a entrenar y jugar a alturas similares, por lo que jugar en Hernando Siles ya aprovechó el campo.
En esta etapa, por ejemplo, Bolivia capturó una victoria aplastante de 6 a 1 sobre Argentina durante las eliminatorias de la Copa Mundial de 2010. El campeón de Brasil de la Copa Mundial de 1994 tampoco salió ileso en 1994. Y no es coincidencia que los únicos dos podios ganados por Bolivia en la Copa América llegaron a las ediciones de torneos que se celebraron en la meseta boliviana.
Las protestas de los equipos nacionales sudamericanos
Precisamente por esta ventaja objetiva del equipo nacional boliviano jugando en el estadio Hernando Siles, en 2007 la FIFA recibió las protestas formales de muchos ciudadanos sudamericanos que creían que era imposible competir en igualdad de condiciones en altitudes similares.
Inicialmente, la federación internacional de fútbol declaró que los estadios a altitudes superiores a los 2500 metros no eran practicables, sin considerar más detalles, penalizando no solo las instalaciones bolivianas, sino también algunos de los principales campos de juego en América del Sur, como el estadio Olímpico de Quito en Ecuador y el de Bogotá en Colombia. Una situación que no podría ser absolutamente aceptable, excluyendo algunos de los sistemas de juego más grandes e importantes, por los cuales la FIFA se vio obligada a retroceder, elevando el límite de altitud a 3000 metros, excluyendo en cualquier caso a los Seles.
Sin embargo, después de las protestas del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien incluso organizó un partido a 5000 metros sobre el nivel del mar, la Federación Internacional otorgó una exención al equipo nacional boliviano para poder jugar sus partidos en Hernando Siles, por lo que sigue siendo el estadio oficial de Verde, pero ya no cumple con otros partidos.
