Al menos 6.500 heridos dejaron las dos explosiones del pasado 4 de agosto en el puerto de Beirut, calculan autoridades del Líbano.
En la nota emitida por el gobierno interino de la República Libanesa, la cantidad de personas muertas por las explosiones se ubica en 190 y precisa que aún hay 7 desaparecidos, refiere Prensa Latina.
Según las cifras de los expertos, la voladura causó daños parciales o totales en 50 mil viviendas, 178 escuelas y nueve hospitales importantes, cuatro de ellos fuera de servicio.
Hay unas 300 mil personas que quedaron sin techo y ahora pernoctan en casas de familiares o amigos o deambulan por las calles.
El conteo actualizado precisó en unos 15 mil millones de dólares las pérdidas materiales.
La detonación de dos mil 700 toneladas de nitrato de amonio almacenadas sin precaución desde 2014, arrasó el puerto capitalino y su onda expansiva ocasionó 7 mil heridos aproximadamente.
Como se recordará, una primera explosión generó una nube de humo que se elevó por encima del fuego, acompañada de sonidos parecidos a la detonación de fuegos artificiales escuchados y captados por diversos vídeos publicados en redes sociales.
La segunda explosión, también difundida, sacudió el centro de la ciudad y causó una nube compuesta de humo y polvo que se elevó varios centenares de metros. La explosión fue escuchada en lugares tan distantes como Chipre, a 240 kilómetros de distancia.
En ese sentido, el Tribunal Supremo del Líbano, ordenó el arresto del exdirector del puerto Hasan Koraytem, a quien interrogan para determinar el nivel de negligencia en la responsabilidad de la tragedia.
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