El 13 de junio de cada año en Venezuela, específicamente en el estado Lara, se celebra el Día del Tamunangue, fiesta ritual en la que pagan promesas, favores recibidos y homenajes a tamunangueros que han fallecido. Todo ello se realiza en las poblaciones como El Tocuyo, Sanare, Curarigua, Carora y Barquisimeto, en honor a San Antonio de Padua.
Al Tamunangue también se le conoce como los Sones de Negro, ya que esta fiesta ritual que fue conformada en 1609 cuando el reverendo fray Antonio de Alceza crea la cofradía de San Antonio de Padua, en el Convento de San Francisco, en la que se establecía una hermandad para morenos y esclavos.
De aquí se infiere que los negros traídos desde África hacia América venían con sus cantos, bailes y rituales tomando como divinidad protectora a este santo.
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Así se celebra San Antonio
Durante su celebración hay diversión y júbilo, tanto para quienes bailan los Sones como para quienes lo presencian, pues la gracia, coquetería y galantería que contiene produce risa y agrado.
Hay alegría en el repique de las campanas y los fuegos artificiales, en la forma festiva como se adorna el altar con flores y papeles multicolores, en las calles adornadas a propósitos de la fiesta, en los trajes y en la música.
Y entre inciensos y velas se realiza el velorio, para luego pasar a la procesión del santo, en la que hombres y mujeres bailan los diferentes sones como:
La salve, la batalla, la bella, la juruminga, el yiyivamos, el galerón, el poco a poco, la perrendenga y el seis figureado, son bailes propios para rendir homenaje al santo católico.
Esta tradición venezolana ha desarrollado reglas durante años que han sido transmitidas de generación en generación que deben respetarse con devoción en la ejecución del Tamunangue.
Actualmente, gracias al Gobierno Bolivariano, el Tamunangue de Lara fue declarado en febrero de 2015 como Patrimonio Cultural de la Nación.
Ciudad VLC/Mary Pacheco/con información de conelmazodando
