En el libro de Números, en la Biblia, se encuentra la historia del asna que habló. Un popular relato bíblico que, más allá de sus elementos fantásticos, podía ubicarse en cierto marco histórico. Sin embargo, recientes hallazgos ponen en duda lo que hasta el momento se creía.

Según la Biblia (Números 21:21-35;22:1-40; 23:1-30; 24:1-25) los israelitas están casi listos para entrar en la tierra de Canaán. Balak, el rey de Moab, teme a este grupo invasor. Por eso manda a buscar a un hombre llamado Balaam –probablemente algún brujo o hechicero- para que los maldiga. Con la promesa de recibir mucho dinero, Balaam sale a ver a Balak.

El ángel, Balaam y el asna

Dios envía entonces a un ángel con una espada para que mate a Balaam. Este último no puede ver al ángel, pero su asna sí. El animal trata de alejarse del ángel y finalmente se acuesta en el camino, a pesar de los golpes que recibe de Balaam.

Entonces Dios hace que Balaam oiga al animal hablar. “¿Qué te he hecho para que me des golpes?” le pregunta el asna.

Balaam, que no parece sorprendido, amenaza de muerte al asna. Dios hace entonces que pueda ver también al ángel, quien lo reprende no sólo por haber golpeado a su montura sino por su intención de maldecir a Israel. Balaam se retira arrepentido.

 

¿Existió entonces el rey Balak?

Más allá del elemento fantástico del relato, el rey Balak de Moab ha sido, según la cronología tradicional, ubicado antes del año 1.000 antes de Cristo, coincidiendo con el periodo en que los historiadores bíblicos ubican el éxodo.

Estela de Mesha.

Sin embargo, una nueva investigación sobre la estela de Mesha sugiere que el rey Balak, pudo efectivamente haber sido una figura histórica. Pero en una época posterior a la del relato bíblico.

La piedra de basalto negro conocida como la estela de Mesha es un monumento que se descubrió hace 150 años en el desierto de Transjordania. Ha sido una importante fuente de información sobre la historia del antiguo Israel y ha servido para debatir la exactitud de la Biblia.

En el texto, que data de la segunda mitad del siglo IX a. C., el rey moabita Mesha se jacta de derrotar al Reino del norte de Israel y su deidad, YHWH. Esta es la primera referencia extra bíblica al tetragrámaton, o YHWH, el nombre con el que aparece Yahveh en el Antiguo Testamento.

La inscripción también atestigua la historicidad de varias figuras bíblicas, incluido el mismo Mesha (que aparece en 2 Reyes 3:4), así como el rey israelí Omri y su hijo Acab.

 

Una nueva interpretación del texto

Un estudio publicado recientemente en la Revista del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv y realizado por el arqueólogo Israel Finkelstein y el historiador Nadav Naaman, ambos de la Universidad de Tel Aviv, junto al experto en la Biblia Thomas Romer, de la Universidad de Lausana, en Francia, propone una nueva lectura de una de las secciones más oscuras de la Estela de Mesha.

La investigación se basa en nuevas imágenes de alta resolución de una fotografía de la estela, tomada poco después de su descubrimiento y que, en algunos casos, ha conservado mejor las antiguas letras que la inscripción original.

Esto se debe a que los residentes locales rompieron la piedra poco después de que fuera encontrada y, aunque la mayor parte de ella fue ensamblada de nuevo, algunas partes siguen desaparecidas. Actualmente, la piedra se encuentra en el Museo del Louvre, Francia.

La historia bíblica de Rut y Noemí tiene como co-protagonista a la moabita Rut, bisabuela del rey David.

De acuerdo con los estudios anteriores, uno de los nombres grabados en la piedra era el de la Casa de David, dinastía real que gobernó sobre el Gran Reino de Israel.

Sin embargo, el nuevo análisis refuta esta interpretación y propone que el nombre ubicado en un fragmento poco legible en la línea 31, es el del rey Balak, rival de Mesha (que le dio nombre a la Estela) por la supremacía de Moab. Los moabitas eran un pueblo semita que vivía al este del mar Muerto, en la actual Jordania y que se enfrentaron varias veces al pueblo de Israel.

«Este estudio es importante porque nos permite entender el territorio de Judá y de Moab y sus procesos de expansión, sumado a la historia de Jerusalén en el siglo IX a.C.», explicó Finkelstein.

Balak, según las cronologías tradicionales de quienes estudian la Biblia fue un monarca moabita de alrededor del siglo XII a.c. Pero según esta reciente investigación si fue monarca moabita que efectivamente vivió, pero en el siglo IX a.c.

 

La Biblia, un libro escrito mucho después

Si la nueva interpretación de la estela de Mesha es correcta, esto no sólo significaría que Balak realmente existió. También mostraría que el episodio bíblico en el que aparece es de naturaleza anacrónica y mitológica.

El ángel en el camino de Balaam.

Sería otra confirmación de que el texto sagrado se escribió siglos después de los supuestos eventos que narra y de que sus autores tienen una inclinación por tomar figuras históricas conocidas y luego proyectarlas en un momento diferente y convertirlas en historias y parábolas para su propia teoría.

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De acuerdo con los investigadores, «al dejar a un lado la lectura de la Casa de David descartamos que el reino de Judá haya conquistado al de Moab, algo que puede ser significativo para la historia antigua de Israel».

 

Ciudad VLC/JV/mundo.sputniknews.com/jw.org

1 Comentario

  1. La burra que efectivamente hablaba era Maria! Jose era impotente y ella pario 5 barrigones segun lo dice la biblia. Ademas de Jesus María pario 4 barrigones más según la biblia (Mt 12,46-50; Mc3,31-35; Mt 12,46-50; Lc 8,19-21)

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