Al exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, se le “escapó” un mensaje, que la red comunicacional global trató como un “audio filtrado”.

 

A principios de junio en Nueva York, el Secretario de Estado de EE.UU., en un evento a puertas cerradas con dirigentes de la comunidad judía del país, expuso un polémico comentario. Abordaba la ausencia de unidad en la oposición venezolana. No se refería a  nada nuevo, o a nada ignorado por el auditorio.

 

Para muy poca gente fuera de Venezuela no es desconocido que la oposición estuviera integrada por un archipiélago de intereses.  Lo que sí es absoluto, a lo interno, es que todos saben del enjambre diabólico al que se refiere Pompeo.

 

 

Mensaje “filtrado” a dos tonos

El jefe de la diplomacia estadounidense enviaba un mensaje a dos distintos destinatarios, obviamente con efectos distintos. A los representantes judíos presentes les explicaba que la culpa era de los venezolanos opositores por los tantos fracasos. Y a los propios opositores los retaba, los conminaba, a abandonar aspiraciones individuales. El mandato es no interferir en las decisiones o líneas que imparta Washington.

 

Más que un simple mensaje es una orden al «archipiélago político» venezolano.

 

Desde sus primeros años, el Presidente Hugo Chávez se refirió en plural a “las oposiciones”, ante la imposibilidad  de detectar un coherente discurso opositor.

 

Por allí quedan como vestigios la  Coordinadora Democrática,  la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y  el Frente Amplio. Estos grupos resultaron verdaderos nidos de alacranes,  sus dirigentes estarían asesorados o guiados por intenciones diabólicas, como lo dibuja Pompeo.

 

El jefe del  Departamento de Estado admitía, entre otras cosas, que para su país representaba un dilema el mantener unida a la oposición venezolana y que esto “resultó ser diabólicamente difícil”.

 

De todo el  mensaje “filtrado” se puede resaltar, como una de las ideas importantes, el que de llamarse a una eventual elección presidencial en Venezuela, unos 40 opositores levantarían la mano ofreciéndose como candidato.

 

No lo puntualiza expresamente, pero lo deja de manera tácita, que ante una elección presidencial en la nación petrolera, primero se debería contar con la aprobación de su gobierno [el de EE.UU]. Tal como se hizo con el  llamado “presidente interino”.

 

 

Rusia, China, Cuba y la oposición venezolana

La vocería de Washington, desde Trump hasta Elliot Abrams, pasando por Pence, Pompeo y Bolton, hace silencio o esconde sus fracasos en los  intentos de sometimiento a los pueblos del mundo.

 

Por ello semanas atrás apuntaron hacia Rusia, China y Cuba como los responsables de la situación en Venezuela. Pero hoy se echa mano, como cosa determinante, a la división que  existe en las filas antichavistas.

 

Pompeo hizo el diagnóstico: la oposición padece del síndrome de “déficit de unidad”, luego Elliot Abrams le receta: “Todas las fracciones y partidos democráticos necesitarán reunirse y desarrollar un marco para la transición que desemboque en elecciones…”. Más que receta es un mandato.

 

El imperio fija línea ante los anuncios, primeramente negados, de unos encuentros entre representantes opositores y del gobierno en la capital de Noruega. Desde el Departamento de Estado, un vocero de segunda sostuvo que el diálogo o negociación tendría que ser para la rendición del gobierno venezolano.

 

Así, además de marcar la línea, precisó las responsabilidades: “(…) esperamos que las conversaciones en Oslo se centren en ese objetivo, y si lo hacen, esperamos que el progreso sea posible”.

 

 

Oposición acepta el regaño de Washington

A más de una semana de la “filtración” del audio donde Pompeo cuestiona la fiesta de candidatos opositores a una eventual elección presidencial  en Venezuela, tal vez la reacción más llamativa ha sido la del excandidato derrotado Henri Falcón, quien  al alinearse a Pompeo expresó: «si apartamos las ambiciones personales, el egoísmo y el sectarismo político; podemos abrir los espacios para una transición democrática… Pompeo dijo la verdad, confirmó lo que le hemos criticado en la oposición”, sostuvo.

 

La segunda versión de esta foto de caras largas pudiera repetirse para enviar un mensaje de «unidad».

 

Falcón decidió “ayudar” a Pompeo, sabiéndose uno de los 40 candidatos aludidos, y con ello agregó: “Hacemos un llamando a reflexionar sobre el exhorto de Pompeo, y verlo como una crítica constructiva para propiciar, desde ya, una profunda revisión de la actual estrategia opositora, que ha fallado para salir de este mal gobierno”, remató.

 

Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional en desacato adopta igual postura sumisa ante el secretario del Departamento de Estado y reconoce la crítica recibida, pero además agregó que los problemas se resolverán gradualmente, “porque todos estamos unidos en una sola causa”.

 

Se entiende que están unidos en cuanto al destierro del chavismo, pero a la hora de asumir gobierno, bien se podría parafrasear a la “noche de los cuchillos largos”.

 

En estos instantes, dentro de las filas opositoras, se están moviendo para organizar, a la brevedad, un encuentro callejero que permita  reunir, para una sugerente fotografía, a los 40 aludidos. No bastará con una foto de 40, tal vez 30 candidatos, quienes previamente tendrán que realizar unos talleres de actuación que les permitan irradiar unidad.

 

 

Vente: «Por supuesto que no estamos unidos»

Desde una instancia del pequeño grupo al que pertenece María Corina Machado se twitteó, desestimando lo dicho por Pompeo: “por supuesto que existen diferencias en la oposición venezolana, de lo contrario sería ser igual al chavismo. La unidad no puede ser un chantaje que nos amarre o impida incidir en un proceso político del cual depende nuestra libertad”, se entiende como difícil que la jefa de Vente se suba a una foto con los 40. En todo caso pelearía por estar al centro y en primera línea.

 

Mike Pompeo espera por un «candidato» que reciba directrices desde Washington.

 

Ninguna de las reacciones provenientes de la oposición a lo expresado por Pompeo, rechaza o cuestiona la actuación injerencista por parte de la vocería del  gobierno  de Donald Trump. Quienes más, aceptaron el regaño de  Pompeo y el consejo de Abrams, y quienes menos, sostuvieron que la pluralidad no es división.

 

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Ante esto, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, expresó que la oposición venezolana aceptaba el papel, o su “rol de peón”, en la actuación injerencista del gobierno de Donald Trump.

 

“La innegable confesión de Pompeo, al confirmar que su política para unir a la oposición siempre fracasa, es grave, pero es incluso más patético ver a la propia oposición excusarse con Pompeo y prometerle que ahora sí se van a unir”, concluyó Arreaza.

 

 

William Hernández / Ciudad VLC

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