La empresa alemana farmacéutica Bayer recibió este miércoles la aprobación antimonopolio de la Unión Europea (UE) para comprar la firma estadounidense Monsanto por 62 mil 500 millones de dólares, creando una monstruosa empresa especializadas en las semillas transgénicas y venenos.

 

Esta constituye la más reciente operación de un trío de grandes fusiones que remodelarán la industria de los agroquímicos. Las fusiones de Dow y Dupont, y ChemChina y Syngenta lideraron anteriormente la ola de consolidación en el sector.

 

La operación creará una empresa que controlará más de una cuarta parte del mercado mundial de semillas y plaguicidas. Los grupos ambientalistas y agrícolas se oponen a las tres operaciones, preocupados por su poder de mercado, y su ventaja en los datos agrícolas digitales.

 

Monsanto
La empresa de la «salud» compró Monsanto para fortalecer su presencia en el negocio de los transgénicos y los venenos.

 

La transacción se da luego de que la Comisión Europea impusiera algunas condiciones que tienen como propósito evitar que Bayer-Monsanto se conviertan en un monopolio y exista competencia mundial en el sector de las semillas, pesticidas y agricultura digital.

 

Bayer tendrá que vender todos sus negocios y activos “relevantes” en los mercados de semillas y pesticidas, incluyendo las divisiones de investigación y desarrollo, así como parte de los negocios de productos fitosanitarios, por un valor total de 7 mil 300 millones de dólares.

 

Esta fusión se convierte en una verdadera pesadilla para los grupos ambientalistas y agroecológicos, que denuncian las inversiones de estas dos inmensas empresas cuyo negocio desafía el futuro de la especie humana, e incluso del planeta, ya que las semillas transgénicas requieren de procesos no naturales para funcionar, lo que imposibilita la propagación de la vida misma.

 

Ciudad VLC / Con información de Prensa Latina