El Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano votará este 23 de abril acerca de la nominación del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, como nuevo secretario de Estado del país.
El secretario de Estado de los Estados Unidos es el jefe del Departamento de Estado, encargado de las relaciones internacionales, lo que también se le conoce como Canciller. Es el segundo miembro de mayor rango, tanto en línea de sucesión como de preferencia, del Gabinete del presidente de los Estados Unidos. Este cargo es nominado por el presidente y ratificado en el cargo por el Senado de los Estados Unidos.
Todas las fuentes consideran que el candidato del presidente, Donald Trump, alcanzará el favor del pleno de la Cámara Alta para convertirse en el jefe de la diplomacia estadounidense.
Aunque algunos consideran, por algunas señales de los últimos días, que no logrará el apoyo del Legislativo.
En el grupo parlamentario de 21 miembros (11 republicanos y 10 demócratas), todos los miembros del partido azul y el senador Rand Paul, de la formación roja, anunciaron que se opondrían a la confirmación de Pompeo.
Ciertos escándalos afectan la posibilidad de que Pompeo obtenga el respaldo necesario para convertirse en el nuevo Secretario de Estado.
A menos que alguno de ellos cambie de opinión, el actual jefe de la CIAse convertiría en el primer nominado a secretario de Estado que no reciba el voto favorable del Comité de Relaciones Exteriores desde 1925, cuando comenzó a realizarse un registro público de esos procesos.
El diario The Wall Street Journal indicó ayer que el panel del Senado iba camino de oponerse a la nominación, lo que representaría “una reprimenda inusual para un miembro central del equipo de política exterior del presidente”.
Extrañas prácticas le restan posibilidades
Pompeo recibió en 2017 el apoyo tanto del Comité como del Senado para convertirse en el director de la CIA, pero ahora resultan mayores los cuestionamientos de los demócratas y de Paul, motivados, en parte, por su apoyo pasado a técnicas de interrogatorio que se han comparado con la tortura.
El presidente del panel de Relaciones Exteriores, el republicano Bob Corker, declaró este domingo a CNN que la oposición demócrata a la candidatura era puramente partidista, e insistió en que obtendría una recomendación positiva si el panorama político fuera menos tenso.
En caso de no lograr el apoyo en la Comisión, republicanos llevarán la candidatura de Pompeo al Pleno de la Cámara Alta.
Pompeo anti LGBTI, musulmanes y misógino
Pero los miembros de la formación azul sostienen que su rechazo tiene que ver con el pasado controvertido del candidato en temas como los derechos de la comunidad LGBTI y los musulmanes.
Además lo consideran incapaz de ser una voz independiente para asesorar al mandatario en asuntos clave.
El demócrata Sheldon Whitehouse, quien sí le dio su voto a Pompeo el año pasado para dirigir la CIA, manifestó que no lo respaldaría ahora por tratarse de un puesto “con una cartera de políticas mucho más amplia”.
Su colega Jeanne Shaheen, quien también lo apoyó en 2017, dijo que no podía hacer lo mismo para que se convierta en el principal diplomático de la nación, debido a sus posiciones sobre los homosexuales, los estadounidenses musulmanes y los derechos reproductivos de las mujeres.
Podrían apelar al Pleno del Senado
Incluso sin una recomendación favorable del grupo parlamentario, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, puede llevar la nominación de Pompeo a una votación entre los 100 miembros de la Cámara Alta, lo cual eleva sus posibilidades de ser confirmado.
¿Qué representa Pompeo para nuestra América?
América Latina puede estar a punto de descubrir la versión más fiel de la política del presidente Trump hacia la región.
El propio Pompeo fue quien influyó para que Trump se formara una opinión sobre el gobierno venezolano de Nicolás Maduro y dispusiera sanciones en base a la propia inteligencia que le entregaron y que el presidente había pedido.
Pompeo es un exponente de la línea dura republicana, que como director de la CIA habló de «riesgos políticos» en América Latina, expresó esperanza por un cambio de gobierno en Venezuela y dijo mirar de cerca la situación de México y otros países.
Es considerado alguien con una mirada de la región, y del mundo, que sintoniza mejor con Trump que la de Tillerson, quien a menudo tenía diferencias con el presidente y funcionaba como contrapeso de sus impulsos.
“Riesgos políticos»
Durante su visita al American Enterprise Institute (AEI) de Washington en enero, Pompeo se refirió a América Latina al ser consultado sobre las amenazas y preocupaciones que observaba en el mundo como director de la CIA.
«Hay una serie de cosas que uno no debería categorizar como de segunda categoría aunque no estén en las noticias todos los días. Ciertamente, los riesgos políticos en Sudamérica son una de ellas», dijo.
Pompeo aludió a la influencia que tuvo desde la CIA para que Trump se formara una opinión sobre el gobierno venezolano de Nicolás Maduro y dispusiera sanciones en base «a la propia inteligencia que habíamos entregado y él había solicitado».
«Venezuela podría convertirse en un riesgo para Estados Unidos», dijo Pompeo a la cadena televisiva Fox en agosto de 2017.
«Los cubanos están ahí; los rusos están ahí, los iraníes, Hezbolá están ahí. Esto tiene el riesgo de llegar a un lugar muy malo, por lo que Estados Unidos debe tomarlo muy seriamente» aseguró el funcionario.
Un mes antes, en julio, el director de la CIA realizó unas declaraciones polémicas sobre Venezuela durante un foro de seguridad del Instituto Aspen, en Colorado.
«Tenemos muchas esperanzas de que pueda haber una transición en Venezuela y la CIA está haciendo lo mejor para entender la dinámica allí», dijo este exmilitar y excongresista de 54 años.
Pompeo podría impulsar sanciones al petróleo venezolano
Una pregunta inmediata que surge es si Pompeo impulsará sanciones al sector petrolero de Venezuela, algo que supondría un golpe más severo para Maduro pero que el gobierno de Trump evitó hasta ahora con Tillerson en el Departamento de Estado.
«Es una posibilidad», dijo Roger Noriega, jefe de la diplomacia estadounidense para Latinoamérica en el gobierno de George W.
«Esperamos que el Departamento de Estado tenga una política mucho más efectiva, enérgica y productiva, no solo en Venezuela, sino en Cuba y en la lucha contra las drogas en la región», aseguró Noriega.
Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un centro de análisis regional de Washington, señaló que «Pompeo es más halcón y puede implementar políticas un poco más duras en temas como drogas, inmigración, seguridad y Venezuela«.
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