Cuántas veces hemos escuchado que el sexo es una forma privilegiada de comunicación. En ocasiones la cantidad de placer y disfrute puede verse afectada por una falta de sincronización en las iniciativas que asume cada miembro de la pareja en las relaciones sexuales. Entonces, esa comunicación es menos fluida.

Un recurso ampliamente utilizado en la terapia sexológica de pareja es el juego de roles ‘activo y pasivo’. Se trata de un simple, pero efectivo, ejercicio de exploración realizado por la pareja. Durante un período de tiempo, ésta divide el ejercicio en dos partes.

 

pasivo

 

 Por ejemplo, media hora para explorar un rol y otra media para explorar el otro —dependiendo del tiempo del que se disponga para realizarlo—.

Es conveniente que la pareja realice el ejercicio desnuda. Asimismo, resulta aconsejable marcar límites y especificar claramente si hay algo que no desea que le hagan.

 

Es un ejercicio de exploración, entre otras cosas, y siempre es mejor dejarlo fluir.

 

Por ello, si existen partes del cuerpo que no desea que le toquen, o alguna cosa que no quiera que le hagan, es preferible dejarla clara desde el principio. Recordemos que para que el sexo sea placentero ha de ser consensuado.

En cuanto al ejercicio en sí mismo, quien asume el rol pasivo simplemente se tumba y se abandona al buen hacer de la otra persona. Durante todo el período intenta disfrutar con lo que le está ocurriendo. Se deja llevar y goza del proceso.

 

Leer también: ¿Corren riesgos los hombres al no tener sexo?

 

¿Activo o pasivo? la tarea es disfrutar 

Por otra parte, la persona que asume el rol activo tiene una clara misión. Y es hacer lo que más le gusta, explorar a su pareja de la manera que le apetece, por medio de toda una gama de caricias, suaves, intensas, pausadas, rápidas… Todo ello de la forma que produce al otro mayor placer y disfrute. Simplemente hace lo que le gusta y de esa forma disfruta de asumir el rol activo.

Es muy frecuente pensar que la persona activa ha de hacer lo que a su pareja le resulta más placentero. No es que esto no sea importante, porque al final se trata de un vaivén de placer, pero sí lo es que uno procure su propio placer y disfrute con ello. Esta es la mejor manera del estimular al otro, disfrutando uno mismo, ya que no hay nada más excitante que ser testigo del placer del otro.

Cada pareja tiene el reto de encontrar su propio equilibrio entre el hacer y el dejarse hacer; entre el ofrecer y el recibir.

 

¿A ti qué te gusta más, hacer o que te hagan? ¿Eres capaz de encontrar el equilibrio entre tu placer y el de tu pareja? ¿Cuál es tu experiencia al respecto?

Que esperas ponlo en practica.

 

Ciudad VLC / Zona Clímax/Soitu.es sexo

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here