El estado Carabobo ha sido un lugar privilegiado en cuanto a hechos históricos relacionados con la defensa de la libertad venezolana y la lucha contra el imperialismo: Las batallas de Bárbula y Las Trincheras (1813); Las primera (1814) y segunda (1821) Batallas de Carabobo; La toma de Puerto Cabello (1823); El Porteñazo (1962); entre otros importantes sucesos forman parte de la idiosincrasia del carabobeño, que se sabe hijo y heredero de una tierra fecunda en historia y heroísmo.

Sin embargo, para un sector de nuestra historiografía es común referirse a Valencia desde tres acontecimientos  puntuales: El alzamiento de Valencia contra la recién declarada independencia en julio de 1811; el movimiento separatista de “La cosiata” entre 1826 y 1830 que sirvió de base para la disolución de la Gran Colombia; y la Revolución de marzo (1858) que puso fin al decenio liberal de los hermanos Monagas.

Pareciera que para ese sector el lugar de Valencia en nuestra historia es el de ser un consecuente reducto reaccionario. La “Valencia del Rey”, siempre leal a intereses foráneos, pro-monárquica y espiritualmente lejana de los ideales y luchas de los sectores sociales comúnmente discriminados.

Mostrar sólo esos episodios es presentar una imagen distorsionada de una ciudad que también ha sido escenario y participe de acontecimientos memorables por la emancipación de los pueblos. Una ciudad que también ha sabido ser rebelde y heroica cuando se ha tratado de las luchas por la soberanía.

Hoy queremos recordar algunos eventos que nos muestran otra cara de Valencia, un rostro que ha querido ser ocultado por intereses egoístas: el rostro de la heroica rebelde que libró batallas en favor de la libertad; la ciudad que fue sede de importantes reuniones en favor de los Pueblos. La capital que supo, según las circunstancias, resistir las agresiones imperialistas.

 

La carta de Aguirre

 En julio de 1561 llega a las costas de Margarita, precedente del Perú, Lope Aguirre (1511/1515 – 1561), quien a la cabeza de casi 200 soldados y capitanes españoles y varios centenares de indios había “declarado la guerra al rey” en marzo de ese año. Luego de asesinar a varias personas en la isla Aguirre se traslada al puerto de Borburata a fines de agosto y desde allí asedia la ciudad de Valencia.

Lope Aguirre

Tomada Valencia por Aguirre, el vasco escribe allí su famosa carta al rey Felipe II de España, documento único donde el antiguo conquistador declara estar en rebeldía con respecto a servir al rey “…porque ya de hecho hemos alcanzado en estos reinos cuan cruel eres y quebrantador de tu fe y palabras, y tenemos en estas tierras tus perdones por de menos crédito que los libros de Martín Lutero”.

Aguirre fue finalmente derrotado y muerto. Generalmente conocido con el mote de “El Tirano”, es común referirse a él desde sus asesinatos y su crueldad. Sin embargo, algunos lo rememoran en su desobediencia al rey y en su desafío a la autoridad real. Y Valencia fue testigo de eso.

 

Capital de Venezuela en los albores de la independencia

La ciudad de Valencia tuvo siempre un papel protagónico en nuestra Primera Guerra de Independencia. La ciudad del Cabriales fue declarada por el congreso de aquel momento capital de la Confederación de las Provincias Unidas de Venezuela el 9 de enero de 1812. Es decir, luego de Caracas fue la segunda capital venezolana.

La medida planteaba el traslado del Congreso Federal a Valencia. Tuvo efecto a partir de febrero de ese año y el 15 de ese mes el cuerpo legislativo comenzó sus sesiones en la Casa de La Estrella. Poco tiempo después se trasladaron a la actual capital carabobeña los otros dos poderes creados por la Constitución de la época.

 

Los dos sitios de Valencia

La capital carabobeña vuelve a tener un rol protagónico como bastión independentista el año de 1814 cuando enfrenta dos terribles estados de sitio.

El primero fue desde el 29 de marzo hasta el 3 de abril de 1814. Las fuentes varían en cuanto al número de efectivos patriotas, pero lo común es ubicarlas entre 280 y 340 defensores atrincherados en la Plaza Mayor, con varios cañones apuntando a las principales calles de acceso a la plaza. Comandaba las fuerzas patriotas el general Rafael Urdaneta.

Rafael Urdaneta

Los realistas, en número de 3.000 a 4.000 hombres, venían comandados por el brigadier José Ceballos.

Es famosa la carta del Libertador a Urdaneta donde le ordena defender la ciudad hasta la muerte  “…porque estando en ella todos nuestros elementos de guerra perdiéndola se perdería la república”.

Durante 5 días y sus largas noches los defensores de Valencia resisten al asedio de los partidarios del rey. Rechazan varios asaltos, algunos de ellos nocturnos. El hambre y la sed hacen estragos en la población civil y en los soldados patriotas hasta el día 3 de abril, cuando la cercanía de refuerzos patriotas obliga a los realistas a retirarse.

El segundo sitio de la ciudad tuvo lugar entre el 19 de junio y el 9 de julio de 1814. Fuerzas republicanas estaban bajo el mando del coronel Juan Escalona y, aunque algunas fuentes colocan cifras tan elevadas como 1.500 defensores, la realidad es que la guarnición de la capital carabobeña pasaba de los 300 hombres y en ningún caso excedía los 400. Los realistas sumaban 6.000 y estaban bajo el mando de Boves y Ceballos.

Similar al anterior asedio, los defensores se atrincheraron en la Plaza Mayor y con coraje resistieron los ataques de los partidarios de la monarquía. La falta de municiones, agua y comida no lograron doblegar el ánimo de los republicanos, quienes durante tres semanas lucharon con valor.

Pero, queriendo evitar el sufrimiento de la población, ya bastante agotada, Escalona pactó una rendición con Boves quien juró ante el Santísimo Sacramento respetar las vidas y bienes de los rendidos y la población. El 9 de julio los patriotas deposieron las armas. Esa misma noche, en medio de un baile al que fueron invitados por los partidarios del rey, fueron vilmente asesinadas unas 500 personas entre soldados, civiles y mujeres. Los realistas violaron sus juramentos y asesinaron a los rendidos.

 

La Asamblea extraordinaria de Valencia de 1997

Otro episodio importante por las luchas del pueblo, ocurrido en Valencia, fue la Asamblea extraordinaria del MBR 200 del 19 de abril de 1997. En esa reunión, a la que asistieron 900 delegados, se definió la participación del MBR 200 en la contienda electoral de 1998. El candidato del MBR 200 y a la postre ganador de la presidencia fue Hugo Rafael Chávez Frías.

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Es decir, la participación electoral del Comandante Eterno y su movimiento fue propuesta, discutida y definida en la ciudad del Cabriales. La Revolución Bolivariana nació, como propuesta pacifico-electoral, en Valencia.

 

Ciudad VLC/José Vicente Castillo

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