Los comerciantes son todas aquellas personas que se dedican a una actividad económica, negocio, oficio o profesión, comprando distintas mercaderías o productos para luego venderlo a un precio mayor obteniendo una diferencia o ganancia.

Hasta allí suena aceptable; sin embargo, más allá de lo conceptual y de las distintas leyes que los regulan, las antagónicas Código de Comercio y Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, exigen inscripción registral, solvencia, domicilio y responsabilidad.

 

Código de Comercio

Artículo 10: “Son comerciantes los que teniendo capacidad (…)” en este aspecto se trata más que el exhorto al cumplimiento de la habilidad personal para actuar, lo que no hace descabellado exigir a los comerciantes la solvencia económica y financiera que vendría a ser el pilar que sostiene la estructura productiva, administrativa y comercial para cubrir todas sus operaciones.

La solvencia financiera define la capacidad de una organización para cumplir con todas sus obligaciones de pago, independientemente de cuando tenga que afrontarlas, sea de forma inmediata o en un momento posterior e imprevisto.

 

Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal

Deberes: Artículo 33. “Son deberes de los integrantes de una organización socioproductiva:

  • 3. Promover la ética y disciplina revolucionaria.
  • 4. Rendir cuenta de su gestión cuando le sea requerido.
  • 5. Manejar con eficacia y eficiencia los recursos de la organización

Cabe referir un aspecto importante que cada una de las normas contempla: la capacidad y la ética que deben servir para el agarre de mano entre los comerciantes.

Respecto a la primera, en los negocios lucrativos ha de destacarse la responsabilidad y la capacidad de riesgo como característica principal, debiendo resaltar entre los comerciantes capitalistas la mentalidad futurista y no la distorsión de precios.

Respecto a la ética en las empresas comunales ha de resaltarse la transformación del modelo productivo tradicional hacia el modelo productivo socialista, satisfaciendo con ello las necesidades colectivas y reinvertir socialmente el excedente, mediante una planificación estratégica, democrática y participativa.

 

Los comerciantes en tiempos de guerra económica y sanciones contra Venezuela

Sin desconocer los innumerables y costosísimos errores o desaciertos, involuntarios o no, en materia comercial de la V República, no cabe duda alguna que los gringos, conocedores como están de nuestras debilidades en esta materia, no han escatimado chance en planificar y ejecutar acciones para profundizar la crisis del aparato productivo venezolano.

Asimismo, siendo derrotados en las anteriores acciones políticas y/o militares, desde el 2013 cambiaron su estrategia hacia lo económico, precisamente trastocando la actividad comercial propiamente, todo con el objetivo de llegarle directamente a la población.

En esta involucran el intercambio menudo de productos y los comerciantes que comenzó materializándose con el acaparamiento de productos de primera necesidad, combinado con el contrabando y la especulación, pasando, queriendo o no, a ser éstos instrumento de la nueva modalidad de guerra.

Los comerciantes, pequeños, medianos y grandes, cuales fichas de ajedrez, dieron sus primeros pasos, recordemos la venta programada de papel tóale en los semáforos, de allí, como punto de partida, siguieron productos alimenticios en diversas variedades.

Eso sí, tales productos iban poco a poco desapareciendo de los anaqueles comerciales, igual pequeños, medianos y grandes. Leer: “Algo muy grave va a suceder en este pueblo”.

 

Los alimentos y medicinas: los productos más apetecibles negocios

Mientras se muestra en las calles una recuperación importante de la actividad agrícola, quienes los comercian, bien alejados de la responsabilidad y su capacidad de riesgo, más aún de la ética y del control, con la patraña de “…es que tengo que bajarme de la mula y pagarle a la guardia en cada alcabala…” o “…para reponer inventarios”, simulan una conducta sacrificada y heroica al traernos los rubros a nuestras casas.

En la logística está la trampa de los comerciantes para camuflajear la guerra ecoómica!
En la logística está la trampa de los comerciantes para camuflajear la guerra ecoómica!

 

Todos estos improvisados comerciantes, dueños o arrendatarios del transporte sin escrúpulos, luego de pagar una miseria a los productores verdaderos, muchas veces olvidados y aislados por las autoridades, salen con la convicción de hacerse ricos a costillas de nosotros quienes en definitiva pagamos sus mentiras.

Respecto a las necesarias e indispensables medicinas, los expendedores, conformados o no, venden a granel aduciendo lo mismo: “es que son importados pero para que llegue hasta aquí se debe pagar en cada alcabala” que en definitiva, siendo cierto o no, todo lo pagamos nosotros. Leer: “¡…Cuando la sangre corre por las calles, hay que comprar propiedades!

 

La tarea hoy ante la guerra económica ejecutada por los comerciantes

Ya está demostrado, el objetivo no es otro que desmoralizar y desmovilizar al pueblo, ese mismo que resistiendo, a conciencia o no, sabe que quienes lanzan proclamas enmascaradas con discursos justicieros son los mismos que estimulan la escases, el acaparamiento y la especulalción.

De esta afirmación se desprenden varias alternativas, entre ellas está la indispensable denuncia para dejar constancia ante los organismos competentes.

 

Ante el problema del transporte una reflexión necesaria 

También debe hacerse una reflexión en torno a las unidades de transporte de pasajeros recién importadas o recuperadas y su relación con el traslado de mercancías.

Estas unidades permiten, sí, la movilidad, pero preguntémonos hacia dónde y cuál es la necesidad.

Amén de las actividades priorizadas, se puede inferir que, en las circunstancias actuales fundamentalmente sirven para estimular el consumo de bienes no indispensables, mientras, los comerciantes engordan sus bolsillos de facineroso.

Podría concluirse, nada descabellado, que en vez de traer o reparar autobuses lo más sensato sería adquirir, importando o reparando, tenemos cómo y quién, camiones y de otro modelo para movilizar los rubros alimenticios a la puerta de las comunidades, eso facilitaría con creces el programa “la bodega va a tu casa” implementada por el Gobierno Nacional.

 

Gustavo Claret VQ/Ciudad VLC

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