LA BARCA DE PAPEL [9]: ANA ENRIQUETA TERÁN

La Barca de Papel [9]: Ana Enriqueta Terán es otra entrega de la serie que comenta la “Antología poética mínima” de Ana Enriqueta Terán (2018), con la curaduría y prólogo de Luis Alberto Angulo, publicado bajo el auspicio de los Ministerios del Poder Popular para la Cultura y para la Comunicación y la Información y el sello editorial del Complejo Editorial Batalla de Carabobo. JCDN.

Número de la revista Álabe dedicado a la poetisa Ana Enriqueta Terán

     En el marco de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN, 2018), capítulo Carabobo, se presentó este título artesanal que compila de forma compacta, coherente y lúdica la poesía y la narrativa de la bien amada Ana Enriqueta Terán. La selección de los textos y el prólogo del poeta Luis Alberto Angulo, caminan más allá de la justificación literaria y metodológica de la muestra. La antología poética auténtica es un género literario vivo en el que un poeta [y/o atento lector] dialoga y celebra con otro [poeta y lector también]. La compilación en miniatura y la glosa o comentario, en este caso, proponen una apretada visión o panorama de la obra poética y novelística de Doña Ana Enriqueta. Ello sin importar si el destinatario sea especializado o lego.

LEE EL PRÓLOGO Y LA ANTOLOGÍA POÉTICA MÍNIMA DE ANA ENRIQUETA TERÁN BAJO EL CUIDADO DE LUIS ALBERTO ANGULO EN LA REVISTA ÁLABE

La propuesta no sólo reivindica a la poetisa como referente de la lengua, sino que nos convoca a paladear su sabrosura lírica híbrida, tanto en la musicalidad clásica del soneto y las décimas andinas, como en las “extravagancias lúdicas” del verso libre. Tenemos el inigualable soneto [de antología como un gol de placa] “A un caballo blanco”, el cual emparenta la música del Siglo de Oro con una imaginería plástica neo-figurativa magistral; el poema breve “Venezuela es su casa”, donde nuestra poeta interactúa con Enriqueta Arvelo Larriva hasta el extremo que ambas se glosan entre sí en maravillosa comandita; o el capítulo final de la novela “Apuntes y congojas de una decadencia novelada en tres muertes”, en el que la respiración del texto en prosa es natural, andino y endecasílabo con cansancio de páramo.

LEE ESTA RESEÑA NUESTRA SOBRE LA NOVELA DE DOÑA ANA

El poeta Angulo, lector y mejor amigo de Ana Enriqueta, nos ofrece una lectura y, en consecuencia, un ejercicio curatorial colindante con la Poesía del Decir, cuando fusiona su transparencia [patente en “Estoy en mí, pensando en el vivir” que posee resonancias de las coplas de Manrique] con el neo-barroco de títulos como “Construcciones sobre basamentos de niebla” [véase en “Ensimismada lucidez”]. La autenticidad de la poesía no discierne lo diáfano de lo críptico, tal como se observa en la obra de nuestra adolescente centenaria. El Decir reconoce la gran poesía jugueteando con etiquetas y terminologías críticas que pretenden velarla y ocultarla a la vista de los más humildes, sean vendedores de ostras en Morrocoy o tejedoras artesanales en Jajó.

La poetisa Ana Enriqueta Terán brilla hasta en blanco y negro

Este pequeño universo poético de bolsillo, no obstante su austera apariencia, nos permite el libre, enriquecedor y polisémico acceso al discurso meta-poético de esta preciosa gigante de la lengua, esto es la musicalización milagrosa de una aproximación al oficio del poeta. En “El nombre” la poetisa se mienta y se palpa a sí misma en un acceso místico cotidiano que la emparenta con una apreciada Trinidad poética: sus compañeros de viaje Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León. Ello “Como quien escribe una oración y pide en la oración mucha humildad”. Más adelante, el ejercicio espiritual colindante con el autoanálisis aniquila el yo en la autoestima y no en la corrosiva culpabilidad: “Me gusta este nombre. Esta soledad y raro artificio que se desprende / de mí hacia la profecía. Que es yo misma recorriendo las islas, / el espacio comprendido entre mi desamparo y las escamas, anillos y mordeduras del CLIMA”. La poetisa se contrapone, complementa y supera a sí misma en su contexto histórico y autobiográfico. No se trata de levantar una hipertrofiada torre de vano afán consagratorio y evasivo.

Gran antología poética de Doña Ana Enriqueta publicada por Biblioteca Ayacucho

“Zazarida” oscila entre la refundación y la recreación rigurosa del ámbito lírico de la poeta: El mundo es una Casa de Hablas que remite al Mito de la Torre de Babel, una metáfora viva no sólo de las variantes de la lengua que honra [la poesía] y pierde [la ideología y la propaganda] a la humanidad, sino también de la polifonía que arropa el universo de adentro y afuera [“Ciudad con perros agudos meando el aire y trágicas pertenencias: / la historia como sartas de coral sobre el balanceo de los viajes”].

Por supuesto, tenemos el singularísimo poema “La poetisa cuenta hasta cien y se retira”, una conmovedora crónica autobiográfica o memoria mínima que raya en la anticipación profética. Ya en 1975, Doña Ana pudiera haber previsto el cansancio existencial de vivir un siglo, como nos lo había confesado [avanzado el XXI] en una comunicación telefónica: “La niña cuenta hasta cien y se retira. / La niña mala cuenta hasta cien y se retira. / La poetisa cuenta hasta cien y se retira”. Doña Ana contó hasta noventa y nueve para contrarrestar el sinsentido y despropósito del mundo con los acosos del Poder insomne que reseca. Retirarse no es huir sino burlar la muerte deshaciendo los destinos manifiestos que encumbran a unos pocos muy viles, mientras que hunden a la mayoría sufriente. Se trata de retirar las piedras de la espalda de la nación.

Una muy joven Ana Enriqueta Terán

Este breviario poético nos haría la vida más llevadera y, mejor aún, encaminada en este entorno hostil que asemeja un albañal infecto: Nos removerá interiormente para darle batalla incesante, desmitificadora e irreverente a lo que resta del día. La mansedumbre se reconcilia con la agudeza, mientras leemos en la cola o en el trayecto sobrenatural del metro de una a otra estación.

LEE SOBRE EL CUMPLEAÑOS CENTENARIO DE ANA ENRIQUETA TERÁN EN EL MUVA

 

José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here