El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil desconoció a la representante nombrada por el autoproclamado ‘presidente’ de Venezuela, Juan Guaidó, para la ceremonia de entrega de cartas credenciales al presidente Jair Bolsonaro la próxima semana.

 

El próximo martes 4 de junio, Bolsonaro deberá recibir en el Palacio de Planalto a los nuevos embajadores de siete países: México, Colombia, Paraguay, Arabia Saudita, Perú, Guinea e Indonesia.

 

Según una circular diplomática a la que la Folha de Sao Paulo tuvo acceso, María Teresa Belandria, indicada en febrero para actuar como embajadora de Guaidó en Brasil, también había sido invitada a entregar sus credenciales a Bolsonaro el 4 de junio.

 

Brasil, así como otros 50 países, reconoce al autoproclamado Guaidó como ‘presidente interino’ de Venezuela, sin embargo, Belandria acabó excluida del evento por presiones del ala militar del gobierno, quienes se oponen a las políticas de Bolsonaro.

 

En la tradición diplomática, la presentación de las credenciales al jefe de Estado marca oficialmente el inicio de la misión de un embajador como representante de su país en una nación extranjera.

 

Los militares evaluaron que la participación en la ceremonia de un representante ilegítimo nombrado por Guaidó sería una «provocación innecesaria» al gobierno venezolano, precisamente en el momento en que los generales lograron reducir la tensión entre los dos países.

 

La frontera entre las ciudades de Pacaraima (en Roraima) y Santa Elena de Uairén (en Venezuela), que quedó cerrada por casi tres meses, fue reabierta a principios de mayo.
El gobierno también retomó en las últimas semanas las negociaciones con emisarios del presidente Nicolás Maduro para que Venezuela vuelva a vender energía eléctrica para Roraima, el único estado brasileño que depende de la importación de electricidad.

 

Además de las cuestiones prácticas, hay un cálculo político detrás del veto a Belandria: Los militares evalúan que el levantamiento liderado por Guaidó el 30 de abril no fue exitoso y debilitó su posición.

 

Aunque los consejeros militares de Bolsonaro desean un cambio de gobierno en Venezuela, ellos consideran que, al menos en el corto plazo, lo más probable es que el chavismo continúe en el poder.

 

Siendo así, dicen, el país necesita preservar alguna interlocución con el gobierno del presidente Maduro.

 

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Maduro mantiene un representante en Brasilia, el diplomático Freddy Efrain. En ese escenario, igualar Belandria a los demás embajadores acreditados podría perjudicar el esfuerzo realizado por el Palacio del Planalto en los últimos meses para reducir la tensión con el país vecino.

 

Según relatos hechos a Folha, el área de inteligencia del Planalto evaluó que había el riesgo de que la formalización del reconocimiento diplomático de la representante nombrada por Guaidó llevara a un nuevo cierre de la frontera con Venezuela.

 

En las palabras de un asesor presidencial, no cabe hacer ese tipo de señalización en este momento, aún más ante el debilitamiento del líder opositor.

 

La opinión sobre la posición delicada en que se encuentra Guaidó fue vocalizada, el 30 de abril, por el ministro del GSI (Gabinete de Seguridad Institucional), general Augusto Heleno.

 

En la época, Heleno dijo que el apoyo de las Fuerzas Armadas venezolanas al presidente autoproclamado no alcanza «los altos escalones» que habían estimado y que «no hay una expectativa de solución a corto plazo.»

 

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Con el rabo entre las piernas

La representante de Guaidó, por su parte, salió con el rabo entre las piernas diciendo que el tema es ‘protocolar’. «Se programará una nueva oportunidad para Venezuela. El apoyo de Brasil sigue siendo sólido, fuerte y decidido. Es un tema meramente protocolar«, dijo Belandria.

 

La acción de los militares para bloquear a la representante de Guaidó deja nuevamente en evidencia la disputa entre los generales del gobierno Bolsonaro y el canciller Ernesto Araújo.

 

Los militares desaprobaron desde el inicio del mandato la forma en que Araújo condujo la respuesta de Brasil a la crisis en Venezuela.

 

Para ellos, el ministro alineó a Brasil a una estrategia, liderada por Estados Unidos, excesivamente agresiva contra Maduro, que le guste a Brasil o no aún controla el territorio venezolano.

 

Desde fines de febrero los militares actúan para limitar la influencia de Araújo en las principales decisiones que involucran al país vecino.

 

Ely Reyes/Ciudad VLC/Folha de Sao Paulo

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