Raimundo Paulinho: desde la llegada de Bolsonaro, reaparecieron los escuadrones de la muerte en Brasil.

El concejal del PT, Raimundo Paulinho da Silva Filho, otro líder de trabajadores sin tierra fue asesinado en la ciudad de Ourilândia do Norte, en el sureste del estado de Pará, Brasil.

Señalan que el también conocido como «Paulinho do PT», recibió un disparo en la cabeza muriendo en el acto. Debido a las características del delito, es evidente que fue una ejecución.

Paulinho del PT, fue concejal de la ciudad dos veces, siendo su último mandato en el período de 2013 a 2016, y candidato a diputado en 2014. Fue considerado uno de los mayores líderes populares de la región.

 

Paulinho fue de los principales líderes de los trabajadores rurales que coordinó la ocupación de las 1.200 granjas en 2006, donde 150 familias de la Asociación 8 de Março, vinculadas a la Federación de Agricultores Rurales del Estado de Pará.

 

La lucha por el derecho a la tierra tiene riesgos.

Paulinho ya había denunciado las diversas amenazas de muerte hechas por el agricultor y el acaparador de tierras de la Unión, ya que la granja de 1.200 ocupa otras 5.000 hectáreas de tierra pública.

Las familias, que ocupan la parte de la granja, considerada por el INCRA como perteneciente a la Unión, han sufrido sistemáticamente varios ataques e intentos de expulsión violenta de las tierras.

 

A mediados del año pasado, diez familias de los campistas sufrieron el incendio de sus casas en plena noche y un grupo de cuatro personas disparó armas de fuego calibre .20 en dirección a las casas.

 

El concejal del PT había sido atacado por cuatro pistoleros

En abril del mismo año, el campo ya había sido atacado cuando dos motocicletas, con cuatro pistoleros, dispararon contra las casas de otras cuatro familias a corta distancia, en ventanas y puertas, hechas con escopetas.

El periódico Causa Operaria: «La muerte de otro líder de los trabajadores de campo, asesinatos, no deja dudas de lo que los trabajadores necesitan: organizar de inmediato, comités de luchar y autodefensa».

 

El MST y las organizaciones campesinas deben impulsar las ocupaciones, contando con el apoyo público y concreto de otras organizaciones populares como la CUT y los partidos políticos de izquierda.

Solo unificando el movimiento en el campo y en la ciudad para luchar contra el golpe y por el derrocamiento de Bolsonaro será posible llevar a cabo una amplia movilización que pondrá fin a la represión en el campo y comenzará un proceso para garantizar los derechos de los sin tierra».

 

Gustavo Claret VQ / CiudadVLC / Resúmen Latinoamericano

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