Familiares denuncian negligencia en casas de ancianos o residencias de la tercera edad de Estados Unidos (EEUU) por parte de las personas que trabajan en estos lugares para enfrentar el brote de coronavirus.
Los familiares de las casas de ancianos señalaron que muchos no tuvieron información sobre sus allegados durante el último mes de vida.
«Las personas en residencias de ancianos piensan que están en un buen lugar, un lugar seguro para ellos. Mi suegra tenía demencia y necesitaba de ese tipo de cuidados.
Desafortunadamente, con el Covid-19 la situación es que la infección se expande por asilos de todo el país, incluyendo donde estaba mi suegra, y la pusieron en cuarentena», relató Dave Lindorff, editor fundador del sitio ThisCantBeHappening (‘esto no puede estar pasando’, en español), citado por el portal Actualidad RT.
En casas de ancianos se evidencia desigualdad del sistema
«Los familiares no podíamos entrar y estar con nuestros allegados que combatían la enfermedad y finalmente murió. No la vimos en las últimas cinco semanas de su vida y eso es terrible», agregó Lindorff.
Ante esta situación, varios analistas indicaron que estas acciones forman parte de un problema estructural, así como refleja la desigualdad social que se vive en EEUU, debido a que las pruebas y tratamientos para las personas con coronavirus en la nación norteamericana tienen un costo elevado.
«Cuando tenemos una sociedad tan desigual, en la que los ricos se pueden permitir la sanidad y otros no pueden, entonces nos encontramos con estos horribles dilemas», señaló Thomas Perls, profesor de medicina de la Universidad de Boston, citado por el portal de noticias ruso.
EEUU es el epicentro de la pandemia a escala global, al registrar hasta este martes, 1.569.233 contagiados por el Covid-19 y 93.457 fallecidos.
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De la cifra total de fallecidos, 30 mil corresponden a ancianos y trabajadores de las casas de ancianos o residencias para los adultos mayores.
De igual forma, un informe presentado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, ocho de cada diez muertes notificadas en EEUU por el coronavirus fueron de adultos de 65 años o más.
