La pandemia del Covid-19 ha puesto de manifiesto las desigualdades, tanto a la hora de contraer el virus, de mantenerse con vida o de enfrentarse a las dramáticas consecuencias económicas, alertó esta semana la Organización de la Naciones Unidas (ONU).

La ONU cita en su portal oficial un artículo de Patrick Belser, economista de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual se analiza cómo el coronavirus ha expuesto las desigualdades en la sociedad mundial y las consecuencias sociales que se han generado a partir de su propagación.

Refiere el texto que algunos grupos, como los trabajadores migrantes y los trabajadores de la economía informal, se ven particularmente afectados por las consecuencias económicas del virus.

Así mismo, las mujeres, que predominan en el sector público, están especialmente en riesgo.

Las víctimas de las desigualdades

A los casos anteriores añaden que el alto nivel de pobreza e informalidad, y la desprotección de algunos puestos de trabajo dificultan más la contención del virus.

«Si bien hay trabajadores que pueden reducir el riesgo de contagio trabajando a distancia o beneficiándose de medidas de prevención, muchos otros no tienen esa ventaja pues ya están en situación de desigualdad», refiere Belser.

A nivel mundial, 2000 millones de trabajadores y trabajadoras (el 61,2% en el empleo) trabajan en el sector informal.

Tienen más probabilidades de estar expuestos a riesgos de seguridad y salud al carecer de la protección apropiada, como mascarillas y desinfectante de manos.

Muchas de estas personas viven en viviendas abarrotadas y en ocasiones carecen de suministro público de agua.

«Las respuestas deben asegurarse de que la ayuda llegue a los trabajadores y a las empresas que más lo necesitan, incluso a los trabajadores cuyo salario es bajo, las pequeñas y medianas empresas, los trabajadores autónomos y las numerosas personas en situación de vulnerabilidad», refiere el economista.

Las desigualdades más dramáticas

Con relación a las desigualdades que también se manifiestan de forma dramática si se contrae el virus, el funcionario de la OIT asegura que para algunas personas, caer enfermo equivale a pedir una licencia por enfermedad, acceder a los servicios de salud y continuar percibiendo el salario, pero para quienes están en el extremo inferior de la cadena salarial, la situación es catastrófica.

desigualdades

«Muchos carecen de la cobertura de un seguro de salud y quedan expuestos al riesgo de morir. Es posible que ni siquiera tengan acceso a servicios de salud. Incluso si en última instancia se recuperan, la ausencia de prestaciones de sustitución de los ingresos los expone a una situación de mayor pobreza. Se estima que, cada año, cien millones de personas caen en la pobreza a consecuencia de gastos de salud desmesurados».

El texto concluye en un análisis sobre las carencias sociales y la necesitan de respuestas de política justas e inclusivas.

Aduce el especialista en materia económica, que la adopción de medidas a corto plazo ante la crisis no deben perder de vista la protección de las familias de bajos ingresos.

«Las medidas de ayuda a los ingresos deberían ser suficientemente amplias para cubrir a los trabajadores vulnerables y a las empresas que los emplean» advirtió Belser.

 

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Ciudad VLC/Especial OIT/AVN

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