CORRUPCIÓN: Dicen que no tumba gobiernos, pero y que los pone en la puntica del precipicio. La cuarta república, entreguista de nuestras riquezas nacionales, subordinada al capital transnacional y a intereses foráneos, logró mantenerse más de 40 años tirando migajas al pueblo y conteniendo la lucha de movimientos revolucionarios y progresistas; finalmente sucumbió a grandes escándalos de corrupción que socavaron sus bases y que permitieron la aparición del movimiento popular cívico-militar encabezado por el Comandante Chávez.

 

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Corrupción siempre hay, dirán por ahí. Y en todas partes del mundo, dirán otros. El problema es cuando este mal se hace endémico, cuando corroe y destruye las bases morales de la sociedad, cuando se asume en lo cotidiano, cuando todos somos corruptos por acción o por omisión, cuando no nos asombramos porque nuestro “pana” que tiene 6 meses trabajando en el ministerio, o en la alcaldía ya se compró una camioneta aéreo-espacial en 80 mil dólares. Sí, en dólares! Y le decimos: “¡¡Qué bien te ha ido!!”.

Mientras ignoramos la miseria del pueblo que languidece en una cola para comprar una harina pan o que “malgasta madrugadas por una lata de agua”, como dice Alí Primera, hoy más vigente que nunca.

Corrupción siempre hay, dicen algunos, pero tal vez ayer, en medio de la bonanza del Chávez vivo no la veíamos. Hoy nos golpea en la cara, cínica y mordaz, grosera y despectiva cuando la vemos en fortunas recientes e inexplicables. Ayer se dejaba pasar, hoy la arrechera murmura y espera respuestas del Gobierno, ese que reelegimos, porque aún, y a pesar de todo, confiamos en él.

 

GOLPES DUROS: Y como se dice lo uno se dice lo otro: el Gobierno Nacional ha venido dándole duro a las mafias que nos desangran y arruinan como país. De la vocería de los Tareks (el Vicepresidente de la República y el Fiscal General) nos enteramos de la operación “Manos de papel”, que golpeó a las mafias cívico-militares que, en sociedad con la banca privada corrupta, trafican con nuestra moneda.

 

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Se golpeó en esa operación también el contrabando de extracción, de combustibles y de alimentos principalmente, con su saga de presos y solicitados. Incluso un “pran” vinculado a estas mafias fue abatido en un enfrentamiento y luego salió la oposición desquiciada a defenderlo cual si fuera un angelito.

 

Y SIGUEN LOS GOLPES: Vino luego lo de Farmatodo. Y qué vaina, vale, que haya gente, de arriba y de abajo, dueños y gerentes, choferes y obreros, que se presten a traficar con las medicinas del pueblo. Esas que el Gobierno hace magia para traer, esas para las que el Gobierno, en su buena fe, otorga dólares preferenciales para que lleguen, y que unos bichos malos, delincuentes de la peor calaña, desvían al mercado negro especulativo donde una cajita de Atamel cuesta 2 millones de bolívares y un antibiótico 5 millones. ¡¡Presos están, y bien presos, por ladrones del pueblo!!

EL ÚLTIMO GOLPE: Los agarraron robándose 2,5 toneladas de oro en la operación denominada “Manos de metal”. Y vuelvan a leer: TONELADAS y ORO. Sí, una banda de “funcionarios” (esos que cuando agarran el cargo juran con lágrimas en los ojos cumplir y hacer cumplir las leyes) encabezados por el vicepresidente de Minerven, Darwin Alan Evans, fueron capturados cuando intentaban sacar del país dicha cantidad de oro. ¿Y cómo es la cosa? Pues que Minerven (la única empresa del estado autorizada para comprar oro a los pequeños productores) sólo entrega al estado, vía BCV, el 20 % del oro que compra. El otro 80 % los vivos lo dejan para ellos y lo revenden en los mercados internacionales. ¡¡Son unos ladrones que desangran al país!!

 

Hay 7 detenidos y 28 solicitados por este delito, según Tarek el Aisaimi. Pero yo pregunto: ¿el militar (un general) que preside Minerven no sabía nada del asunto? Digo, porque ni lo tocaron y sigue en su cargo. Y si al presidente de Minerven le roban en sus narices el 80 % del oro que producen los pequeños mineros de Bolívar y de Ciudad Guayana lo menos que queda es despedirlo por inepto (en mi pueblo dirían por pendejo). ¡Y eso en el mejor de los casos!

 

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LAS QUEJAS: Por ahí ya salieron los inconformes: que si soltaron a los jefes y dejaron “pegaos” a los pendejos, que falta gente, que a los militares no los tocan, etc. Se entienden las críticas, pero en lo particular creo que vamos por el camino correcto. Y por algún lado teníamos que empezar. Todo el apoyo para Tarek Willians Saab, nuestro valiente fiscal general. Ya meterle el pecho a PDVSA no es poca cosa; y lo del oro ni se diga. Y hay que meter preso a todo aquel que se pueda. La justicia no puede distinguir entre ricos y pobres, gerentes y choferes. El escarmiento tiene que ser general. Y debe seguir antes de que la corrupción nos devore.

 

TOCUYITO: Y hablando de oro, tráfico ilegal, corrupción, explotación de mujeres y menores, depredación del ambiente, de las empresas del Estado que compran oro, de la exclusividad del BCV para comercializar oro, de los negocios que no le paran a eso y compran y venden oro por todas partes… ¿Cómo estarán las cosas por Tocuyito y zonas aledañas? Pregunto yo!!

 

MERCAL: Ese sueño bonito que Chávez nos legó fue quebrado bajo la “dirección” del general Carlos Osorio y su equipo. Hoy el Gobierno rescató la empresa Kellogs, quebrada y abandonada por sus dueños, y adivinen: nombraron a Milton Torres Valbuena como gerente general. Y este fulano era el vicepresidente de Operaciones e Inspecciones de la quebrada Mercal. O sea: con ese currículo viene de quebrar Mercal y lo ponen a “gerenciar” la Kellogs. ¿Cómo ven la cosa ustedes? Porque yo no le veo mucho futuro a esa recuperación!!

 

PORSIA: Termino mi columna con una frase de mi camarada Diosdado Cabello: “Hay que decir las cosas malas porque una revolución no se hace solo diciendo las cosas buenas. Hay que decir las malas para corregirlas”. Acto con la clase trabajadora en Ciudad Guayana un 04 de mayo.

 

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José Gregorio Blanco/ @JoseGBlancoC

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