Ajustes:

Y sobre la marcha se han hecho algunos ajustes a las medidas económicas tomadas por el Gobierno Bolivariano para superar la crisis económica que nos golpea. Es natural y necesaria la revisión constante y los ajustes del caso, dada la importancia de las medidas y lo transcendental de la coyuntura económica y política.

Y esto lo digo por que hay quien habla de improvisación y/o equivocación; para nada!! Se trata de que hay un equipo económico de alta factura revisando, evaluando y, si es necesario, corrigiendo el rumbo. Cosa que hasta ahora han hecho correctamente, pues eso explica la alharaca opositora interna y externa y los ataques sin cuartel (y sin argumentos sólidos) a la política económica implementada.

 

Precios:

Es tal vez la parte mas palpable de las medidas económicas y las que el pueblo pulsa cada día. Hay quien dice que los precios acordados son “altos” y favorecen a los comerciantes. Incluso, ya se hizo una revisión de los 25 productos protegidos y se ajustó, hacia arriba, el precio de 7 de estos. Cayó mal este ajuste y muchas personas lo chillan, pues lo ven como una concesión del Gobierno ante los empresarios.

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¡Yo digo que ese no es el problema! Que las cosas que acá se producen y/o las que se traen importadas no pueden seguir siendo vendidas a precios irrisorios, pues irremediablemente terminan siendo contrabandeadas hacia los países vecinos.

El contrabando de extracción nos está matando y en este momento ajustar los precios y llevarlos al nivel de nuestros vecinos es la salida mas viable. ¿Cómo contrarrestamos eso? ¡Pues subiendo los salarios! Mejorando la capacidad adquisitiva del pueblo y estableciendo medidas de protección para los más vulnerables, como los subsidios directos. Igual que lo se está haciendo con la gasolina; o ajustábamos el precio o se la seguían llevando a Colombia e islas del Caribe mientras PDVSA languidecía.

No defiendo empresarios ni defiendo aumentos de precios; pero sí defiendo las medidas económicas, pues creo que van en camino correcto. Si fortalecemos el salario y controlamos la especulación y la usura, habremos avanzado la mitad del camino. ¡Y pallá vamos!.

 

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Amenaza militar:

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Siempre ha estado latente; siempre ha sido una tentación para los gringos echarle mano directamente a nuestras riquezas naturales, y la violencia, la invasión, la muerte y la destrucción siempre han estado en su agenda. Conquistar, invadir y destruir para luego “ayudar” a reconstruir. Todo en nombre de la libertad y con la ayuda humanitaria como argumento. Y esa intención de “ayudarnos” por la fuerza se vio fortalecida con la llegada de la Revolución Bolivariana; ya no se trata de que tenemos las riquezas que ellos necesitan.

El asunto es que ahora no se las entregamos mansamente a precio de gallina flaca, y que hemos emprendido como pueblo y junto a nuestro gobierno un proyecto de independencia y soberanía nacional. ¡Y eso sí que no lo soportan! Por eso la amenaza está hoy más viva que nunca y ha sido denunciada por países aliados nuestros y por nuestro gobierno. Ojalá no pase de eso, de ser una amenaza.

Pero la verdad es que la intervención militar armada contra nuestro país, impulsada y financiada por el gobierno norteamericano y apoyada por los ejércitos y los gobiernos de nuestros países vecinos está hoy mas cerca que nunca.

 

Invasión y guerra:

No es poca cosa desafiar al imperio norteamericano, decadente en lo económico, social y moral, pero más fuerte que nunca en lo militar. No es poca cosa dejar de usar el dólar como moneda de intercambio internacional, promover una criptomoneda propia, desarrollar una política de alianzas geopolíticas según nuestros propios intereses, lo que nos llevó a fortalecer relaciones con Rusia, China e Irán, entre otros aliados. No es poca cosa haber impulsado la creación de organismos de integración en el sub continente y en el mundo, que desafían la política hegemónica de los gringos. No es poca cosa declararse libres, independientes y soberanos teniendo tan cerca a USA y teniendo tanto petróleo, oro, coltan, agua. ¿La guerra? Es un monstruo grande y pisa fuerte, dice la canción. Ojalá lo de la invasión y la guerra no pase nunca, aunque lo más triste y terrible es que hay venezolanos que desde adentro y desde afuera, la están impulsando.

 

Vuelta a la Patria:

Es un acto humanitario del Gobierno Bolivariano establecer los mecanismos logísticos necesarios para que muchos venezolanos que se encuentran desperdigados por el sur de América regresen a nuestro país.

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Se fueron por múltiples motivos, pero la mayoría lo hizo por razones económicas. Muchos se fueron gritando y maldiciendo no sólo al gobierno, sino incluso al país. Otros se fueron callados, buscando un mejor porvenir que la canalla mediática y la manipulación opositora les vendieron como fáciles.

 

A algunos les fue bien, tuvieron suerte y allá están, trabajando y luchando.

 

Otros, la gran mayoría, chocó con la realidad de un cuento que no les echaron: economías deprimidas, países atrasados en comparación con el nuestro, xenofobia, rechazo, burla, humillación, desempleo, explotación. A ellos que deambulan por Perú, Colombia, Chile, Argentina, Ecuador y Brasil hay que ayudarlos a volver. Con amor y solidaridad. Para ellos es la Misión “Vuelta a la Patria”, la cual inició por Perú y ha tenido gran demanda, dada las largas colas que se forman de compatriotas nuestros en la embajada venezolana solicitando ser repatriados. ¡Bienvenidos a luchar y trabajar por un mejor país!

 

Guerra interna:

La de todos los días, la que debemos pelear contra la especulación criminal que algunos comerciantes y bachaqueros libran contra el pueblo. Una guerra de todos: no esperemos que la Sundde, ni la alcaldía ni nadie en el gobierno venga a pelearla por nosotros. Ellos tienen la obligación de luchar contra la especulación, pero nosotros tenemos la obligación no solo de apoyarlos, sino de hacer nuestra propia guerra y pelear nuestros propios combates. Y cuando digo nosotros digo Consejos Comunales, UBCHs, CLAPs, PSUV, Somos Venezuela, J-PSUV, partidos del GPP y cualquier organización del Poder Popular que haga vida territorial donde funcionen abastos, supermercados, bodegas, etc.

Es deber de todos hacer que los precios acordados se cumplan y para eso debemos reclamar, denunciar y sobre todo, actuar. Pasando incluso por encima de funcionarios complacientes y blandengues. Sin miedo!! Somos pueblo empoderado y nos jugamos el futuro. ¿Vamos a arrugar?

 

Gasolina:

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Ya empezó el período de prueba en los 8 estados del país priorizados para tal fin. Son 85 municipios y 315 estaciones donde se probará el sistema biométrico que abre con la huella dactilar, lo que impedirá la venta y tráfico de los carnets de la Patria.

Además, se establecerá un consumo promedio adecuado y racional para cada beneficiario del subsidio directo. ¿Que tengo una camionetica Terios 2002, que vivo en Valencia y trabajo ahí mismo en la zona industrial? Ajá… ¿ y por qué voy a echar gasolina todos los días? Esos datos ya están en el perfil de cada uno en la Página Patria. No puedo falsearlos.

Ah, y puedes echar gasolina todos los días si quieres, pero el Gobierno solo te subsidiará lo pertinente; lo demás tendrás que pagarlo a precio internacional. ¡¡Y que se acabe el bachaqueo!!

 

Mi Pueblo:

Soy de Cumarebo, la Perla de Falcón, que así lo llaman y uno de los municipios categorizados como limítrofes. ¡¡Y claro que lo es!! Cualquier pescador con una potente lancha y motor fuera de borda está en menos de 2 horas en Aruba o Curazao, cargado de gasolina y diésel, las cuales pagan a un céntimo acá, pero venden a precios internacionales allá. Hace tiempo que se pesca poco en Cumarebo, pues el negocio de contrabando da para más. Alguna vez fue al revés: traían licores y quesos de allá.

Luego los más avispados empezaron a llevar droga. Después vino la papaya de la gasolina que da más que la droga y que enriqueció a un pequeño sector de la población que se dedicó a esa ilícita actividad. Esperemos que con el ajuste se acabe la guachafita y agarren otra vez el anzuelo y el chinchorro. ¡Y se pongan a pescar!

 

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José Gregorio Blanco

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