Estudiantes brasileños salieron a las calles de unas 143 ciudades del país este jueves para protestar en contra de los recortes presupuestarios en materia educativa, llevados adelante por la administración de Jair Bolsonaro.

 

Dicho recorte supone un «congelamiento» del 30% del presupuesto no obligatorio de las universidades federales, representando el 3,4% del total dirigido a esas instituciones académicas, según las propias autoridades.

 

La medida ejecutiva afecta los recursos para los servicios básicos del funcionamiento de las casas de estudio, como agua, luz, seguridad y limpieza, pero también actividades de laboratorio, investigación y gran parte de las becas otorgadas.

 

 

La medida de austeridad abarcará a todo el sector educativo

Por su parte, desde el sector educativo se sostiene que las facultades no podrán seguir funcionando más allá de septiembre gracias a esta medida gubernamental.

 

Estudiantes brasileños

 

Además, los manifestantes aseguran que se cree que la medida de austeridad también alcanzará a institutos de educación inferior.

La tensión entre la Administración de Bolsonaro y la enseñanza pública brasilera se desató el 30 de abril, cuando el ministro de Educación, Abraham Weintraub, anunció que tres universidades tendrían una reducción presupuestaria del 30%.

 

En este sentido, el ministro argumentó que en esas instituciones se estaban realizando actividades políticas en vez de demostrar logros académicos, tildando a la organización estudiantil y docente de «lío».

 

Horas más tarde, tras una lluvia de críticas y el peligro de cometer una medida inconstitucional, el ministro aclaró que la disposición era generalizada para todas las universidades federales, alegando motivos de «contingencia».

 

De igual forma, ante los cuestionamientos, se explicó que la determinación se sostiene hasta que mejore la situación fiscal de Brasil o bien se apruebe la reforma previsional que anhela la actual Administración.

 

 

Estudiantes brasileños se fueron a las calles

Como antecedente a la manifestación de este jueves, el pasado 15 de mayo se produjeron marchas masivas en diversos puntos del país para repudiar el recorte en educación.

 

 

En respuesta, el mandatario tildó a los estudiantes brasileños de «idiotas útiles», crispando más los ánimos.

 

Aquella jornada marcó un punto de ruptura en la sociedad brasileña porque se trató de la primera muestra importante de rechazo a las políticas de Bolsonaro en las calles, liderada por estudiantes y docentes, pero también ampliada hacia otros colectivos.

 

Por su parte, este domingo se produjeron manifestaciones para respaldar al presidente, quien lleva cinco meses en el cargo.

 

 

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Ciudad VLC / Tomado de Actualidad RT

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