El geoplano es un recurso didáctico muy interesante para trabajar conceptos geométricos de forma manipulativa.

Su uso puede resultar muy polivalente ya que nos permite desde las acciones más simples como la construcción de figuras geométricas, hasta descubrir las propiedades de los polígonos, realizar operaciones matemáticas, comparaciones o resolver problemas matemáticos más complejos. Esto nos permitirá utilizarlo durante varias fases evolutivas del niño.

 

Además de geometría los geoplanos nos permiten trabajar otras áreas como:

 

Potenciar la motricidad fina de los dedos de la mano (resistencia y fuerza).

Trabajar la coordinación ojo-mano.

Preparar la mano para la lectoescritura.

Fomentar la concentración.

Facilitar la creatividad.

Aunque hoy en día la mayoría de geoplanos son de plástico, el original consistía en un tablero cuadrado de madera con clavos formando una trama, de manera que estos sobresalían y se podían enganchar gomas elásticas para representar diferentes figuras geométricas.

Como pueden ver resulta muy sencillo crear uno casero. Simplemente necesitamos un tablero (se pueden utilizar los restos de madera o un cartón) clavos o marca mapas y gomas elásticas o estambre.

Existen tres tipos de geoplanos:

1. El ortométrico: De trama cuadriculada, los más habituales son los de 25 puntos y es el que nosotros vamos a fabricar.

2. El circular: Es una configuración de puntos de una circunferencia espaciados a la misma distancia. Permite construir polígonos regulares de 3,4,5,6,8,12 y 24 lados. Permiten estudiar las propiedades de la circunferencia. Los más frecuentes son los de 24 puntos.

3. El isométrico: De trama triangular en la que los puntos están situados en los vértices de triángulos equiláteros.

A continuación les presentamos algunas fotos a modo de guía:

geoplano

geoplanos geoplano

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