George Floyd murió de asfixia por compresión de cuello y espalda, lo que derivó en falta de flujo sanguíneo al cerebro, revela una autopsia independiente que solicitaron familiares del afroamericano, tras su fallecimiento el 25 de mayo pasado a manos de un agente policial, hecho que desató protestas en varias ciudades de Estados Unidos.
El informe particular detalla que el peso en la espalda, las esposas y el posicionamiento eran factores contribuyentes, porque afectaban la capacidad de funcionamiento del diafragma, reseñaron medios internacionales.
Un miembro del equipo independiente, Michael Baden, precisó que Floyd gozaba de buena salud al momento de su muerte, al tiempo que recalcó que las evidencias audiovisuales muestran claramente la compresión de su cuello y espalda a la que hacen referencia en el reporte.
«Cuando dijo ‘no puedo respirar’, desafortunadamente, muchos policías tienen la impresión de que si puedes hablar todavía estás respirando. Eso no es cierto», señaló el médico forense.
«No puedo respirar»
George Floyd, de 46 años, murió después de que Derek Chauvin, oficial de policía blanco, lo asfixió al apretarle el cuello con su rodilla, y aunque la víctima suplicó repetidamente: “No puedo respirar”, “Por favor, no puedo respirar”, el oficial de policía lo neutralizó y posteriormente murió.
Chauvin puso una de sus rodillas en el cuello del afroamericano por más de ocho minutos.
El hecho provocó una ola de protestas que ya se extienden por más de 141 ciudades del país, mientras que las autoridades locales han decretado toques de queda y medidas para frenar las protestas con el uso de la Guardia Nacional.
Este domingo fue el tercer día consecutivo de protestas en Washington, frente a la Casa Blanca; por su parte, Chauvin fue arrestado y acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario el viernes pasado, refiere la agencia de noticias Xinhua.
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