Guyén Soto: Contextualizando la Crisis

Guyén Soto: Contextualizando la Crisis

Hay que empezar diciendo lo innegable; que en algunos instituciones públicas hay una mezcla entre negligencia, burocracia y corrupción terribles, que atentan con fuerza contra la moral de la mayoría de los ciudadanos de este país, al respecto hay que recordar que esa realidad es consecuencia del ADN de un Estado Burgues, que fue concebido para satisfacer las necesidades de ellos y no las del pueblo, y se resiste, se niega, no hace mantenimiento, pone barreras, si no existen, (que siempre existen) las inventa.

Recordemos una lección al respecto; en el medio de la crisis político-económica del 2003 el Comandante Chávez tuve que parir las Misiones Sociales para baipasear a ese Estado  poder dar respuestas a una población con un cúmulo de necesidades desatendidas en luchas décadas y poder avanzar y demostrar que las Revolución si podía dar respuestas concretas.

Ahora bien, en esa época el costo de un barril de petróleo estaba en unos veintitantos dólares por barril y se producía más de dos millones de barriles por día y desde ahí
siguió creciendo hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria de EEUU en el 2008, fecha en la cual se alcanzaron montos record de casi $ 140 por barril.

Por cierto, en ese momento los decretos y presupuestos extraordinarios para el funcionamiento de las Misiones eran aprobados por la Asamblea Nacional.

 

También es cierto que producto de nuestra cultura rentista, estamos acostumbrados a que cuando algún equipo, maquina, pieza, herramienta se daña, porque siempre se dañan (explicado arriba), hay que comprar otro; es la materialización de la cultura rentista, así aprendimos a trabajar y así se ha hecho desde hace mucho, y cuesta desaprender porque, además, venimos de la mejor época que este país ha vivido (para los pobres) que fue la bonanza petrolera con Chávez y ese barril a $ 140, y una política de redistribución de esa riqueza nunca antes vista en este país, se hicieron muchas cosas principalmente en materia social y de infraestructura, y esfuerzos en los económico que no llegaron a buen término muchos.

Pero por primera vez se hizo el esfuerzo sincero de “sembrar el petróleo” (grito de Arturo Uslar Pietri y el pueblo venezolano desde 1936) desde la jefatura del Estado, pero ojo, esos esfuerzos también estaban sustentados en la renta petrolera, que hay que decirlo, por si las moscas a alguien se le ha olvidado: ¡HOY NO LA TENEMOS!, ¿por qué no la tenemos? Motivo de otro artículo.

Todo lo anterior es cierto y da razones para molestarse, pero, cualquier análisis al respecto está incompleto sin, quizás, el elemento más importante, que es que estamos bajo asedio económico, diplomático, mediático, psicológico, militar (y paramilitar), entre otros, que incluye el saboteo directo al normal desenvolvimiento de la vida y en especial a la posibilidad de adquirir bienes de consumo esenciales y a los servicios públicos.

Esta situación ha sido declarada por voceros de la administración gringa como nunca antes, y Elliott Abrams ha sido su mejor vocero, lo ha dicho sin ningún tipo de escrúpulos y con total desparpajo y hasta el personaje que es Mrs. Trump lo ha manifestado públicamente, pero no me crean, busquen en internet y véanlo ustedes.

 

Guyén Soto: Contextualizando la Crisis

 

Ahora la combinación de esos ataques y estas estrategias de sometimiento está establecida en el manual de guerra no convencional de las fuerzas armadas norteamericanas (www.cubadefensa.cu/sites/default/files/atp_3-05.1_gnc_esp.pdf), algunos autores especialistas también la llaman: guerra de enjambre (John Arquilla y David Ronfeldt) y otros guerra hibrida (Serguéi Naryshkin).

Porque ataca al mismo tiempo: la psique, los servicios, infraestructuras estratégicas (principalmente de salud y servicios públicos), la moneda, la producción, las exportaciones, las importaciones de repuestos, piezas, medicinas, comida, roba recursos, expropia activos, sabotea un sistema, tumba una señal, compra funcionarios; se genera un círculo vicioso.

 

El Estado pierde ingresos por la obvia contracción de su economía que genera esta situación, no puede subir los salarios, y muchos trabajadores de la Administración Publica Nacional se venden con la excusa (cierta, aunque inmoral) que lo que les pagan no les alcanza, y se inventan los bonos del Sistema Patria par que no tenga incidencias en aumentos de precios, pero de fondo es una situación derivada en gran medida por lo contracción de la economía debido al cerco económico.

 

Entonces esa situación no permite importar maquinarias, aditivos, repuestos, que se necesita para que las empresas del Estado y privadas funcionen eficientemente, y lo que por urgencia necesitamos, lo pagamos al triple porque tenemos que triangular la compra con múltiples intermediarios, y ahora no es solo que sea mucho más caro, sino que no nos quiere vender en casi ninguna parte del mundo por temor a las sanciones ilegales gringas, ejemplo: los barcos iraníes que trajeron la gasolina, aparte de sancionarlos, les quitaron las banderas de Panamá, que son de las pocas que les permiten viajar por todo el mundo de forma más fluida y sin interrupción, es un verdadero Cerco en el más estricto sentido militar, una persecución al país y a los que nos ayudan.

Guyén Soto: Contextualizando la Crisis

 

Ahora le sumamos la pandemia y la cuarentena mundial, que tiene y va a seguir empeorando el desempeño de la economía mundial, se va a contraer hasta niveles nunca antes vistos. Y en lo nacional nos obliga a tener que comprar medicinas, equipos médicos, de desinfección, etc. Que para adquirirlos tenemos que sortear el Cerco y apelar a nuestras buenas relaciones internacionales y a nuestras habilidades diplomáticas, que las tenemos, pero sin posibilidades financieras que no tenemos.

Entonces el riesgo de una mala decisión, de un paso en falso, de un avance o un retroceso equivocado puede ser: mortandad por no tener los recursos financieros en divisas para adquirir lo que hace falta para combatir al Sars-Cov-2, mejor conocido como coronavirus, o hambruna por no poder adquirir en el exterior los alimentos que no producimos en el país (ojo que muchos analistas alertan sobre una posible hambruna para los desposeídos del mundo).

La mayoría de este país escogimos el proyecto de independencia y autodeterminación que inició el padre Bolívar y retomó el padre Chávez, y ese camino tiene un costo, y lo estamos pagando, ambos se despidieron de este plano pidiendo Unidad, única garantía para que el proceso siga avanzando.

 

No sé si somos nosotros los que veremos consolidado el modelo que aún estamos construyendo, a nuestra imagen y semejanza, como anticipaban nuestros filósofos Simón Rodríguez y Mariátegui, sin embargo, estoy seguro que de todo esto vamos a salir fortalecidos y vamos a avanzar más en la tarea pendiente: la soberanía económica, producir en el país todo lo que se pueda, para que aumentemos la generación de riquezas en el país y podamos hacer crecer la torta para poder repartirla mejor.

Este camino es complejo y difícil pero es el único proyecto que nos garantiza tener Patria (por la cual ambos gigantes dieron su vida) y por esa misma razón
estamos dispuestos a dar la nuestra.

 

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Guyén Soto / Ciudad VLC

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