A propósito de la conmemoración del día internacional de LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER este 25 de Noviembre, Celsa Acosta ofreció un cálido homenaje a cuatro mujeres poetas, que en su época enfrentaron  criticas y rechazos de una sociedad hipócrita y patriarcal la cual censuraba la posibilidad de que las mujeres se animaran a hablar y mucho menos publicar temas referidos a la libertad, la participación, el feminismo.

Celsa Acosta, poeta, escritora, luchadora social, miembro del equipo organizador del congreso articulador de mujeres de izquierda, génesis de un movimiento que hace más de dos años reunió a compañeras del feminismo militante y de clase, que decidieron incorporarse en un espacio de organización que articula las agendas por ellas diseñadas y reafirmar sus banderas de lucha por el amor, la paz, la justicia social, la transformación económica, la equidad, la tolerancia, la convivencia próspera y en armonía.

    «SIN AMOR NO PUEDE HABER LUCHAS».

 Con estas palabras comienza Celsa la conversa.

Robándole los versos a Antonio Machado (…) Vamos andando, caminando, creciendo, para continuar la senda que nos lleve a la total emancipación, a la liberación  de los pueblos que deciden en unión su destino, en colectivo su autodeterminación. 

Este homenaje a escritoras, nace en una Filven en el estado Falcón al resaltar el trabajo poético de Ana Enriqueta Terán, y le toca a Celsa Acosta presentar lo que hizo de una forma clara y amena ya que desde hace mucho tiempo viene trabajando en el tema de escritoras venezolanas.

Asumiendo la confrontación  con hombres del medio a los que no les gusta ni les interesa el asunto de poesía escrita por mujeres, por la forma clásica y colonial de nombrar a las mujeres escritoras de poesía, «poetisas», al parecer solo ellos son poetas. 

Esta escritora se ha propuesto el estudio de la identidad femenina en la poesía venezolana escrita por mujeres desde la modernidad, que en las manifestaciones artísticas comienza a inicios del siglo XX.

En el año 2012 va a la feria internacional del libro en Cuba con su trabajo la Escritura Poética de las Mujeres en Venezuela y lo ha pulido en el transcurso de los años presentándolo ahora como: 

 

 

IDENTIDAD FEMENINA EN LA POESÍA ESCRITA POR MUJERES EN VENEZUELA

En los espacios de la poesía y las letras, también le ha tocado luchar contra la discriminación y por alcanzar el lugar que se merecen y salir de los lúgubres espacios donde el patriarcado las ha confinado, como la casa, la cocina, los quehaceres del hogar, detrás de la cortina.

Así, cuando se hace antología a escritores, las poetas no aparecen en ninguna y cuando aparecen es como la publicada por el intelectual de derecha  Joaquín Marta Sosa que las rotulo «Convictas y Confesas»

El poeta venezolano José Antonio Ramos Sucre, presenta en un poema, la identidad femenina como la impertinente amada que me cuenta amarguras, la amada inmóvil y así por el estilo, pero las que Celsa presenta en este homenaje no son nada inmóviles y habla de mujeres que aun en medio de torbellinos de críticas, ataques, reproches y rechazos, se atrevieron a expresarse a través de la escritura. Entre ellas tenemos a las poetas:  

 

 

Enriqueta Arvelo Larriva

Enriqueta Arvelo Larriva,  nació en Barinitas estado Barinas en 1886, y se despide del mundo terrenal en 1962. A esta mujer le tocó ser relegada a las habitaciones de la casa porque su hermano Alfredo que era un poeta celebrado en los cenáculos de la literatura venezolana, aun sin ser el verdadero poeta porque la poeta era ella.

Sin embargo, ella convierte el encierro y la supuesta fealdad que le impuso una tía al decirle que le tocaba estar en casa por ser la mas fea de todas las hermanas, hizo grandes esfuerzos por cultivarse leyendo la literatura que su hermano traía a casa y con la carga psicológica del rechazo que le habían impuesto, su voz se hizo poesía como una manera de revelarse ante el patriarcado y el dominio machista de su entorno.

De hecho su primer libro que fue escrito entre 1922 y 1930, El Cristal Nervioso no fue el primero en publicarse, sino que publican Voz aislada escrito el 1939. Luego Mandato de canto, Los Poemas de una pena, Poemas perseverantes,  Cantos de un recuento, y El Caballo de fuego.

    Ella dice en: El pugnante llamado:

 …Todo está en descubierto y envejecido en germen… 

Esquivemos imanes quejumbrosos y dulces,

De oídos, salvemos de despejados campos

Y entremos en lo bárbaro, Con el paso, sin miedo…  

    Es la primera poeta venezolana que se atreve a nombrar la barbarie en sus escritos. Se refiere a enfrentar la barbaridad, la violencia, lo inhumano, lo brutal, sin temor.

Luego en A veces:

… Si siempre me vi como tosca…

Durísima madera,

 Porque  mezclar ahora

A veces…. Me someto a juicio…

Así cuando una escritora es un sujeto lírico nombrado en femenino, no solamente se revela la identidad en su poesía, sino que por lo que cuenta, se puede ver que se mueve en  espacios cerrados y en ellos siempre la voz señala lo que la confina a dichos estados. 

 

 

Maria Calcaño

Seguidamente, se refirió a María Calcaño, Poeta zuliana nacida el 12 de diciembre de 1906, muere en 1956, a la edad de 50 años.

 Era un escándalo entre las décadas de 1920 y 1930, que una mujer se hiciera fotografiar mostrando los hombros.

Ella asumió con valentía la modernidad a través de la libertad y la satisfacción de la expresión. 

 Fue dada en compromiso a los 12 años de edad y obligada a casarse a los 14, Tuvo seis hijos. Luego se divorció siendo duramente criticada por la sociedad zuliana en la época.

Se fue al servicio exterior logrando cultivar amigos en los círculos de la literatura venezolana que siempre estuvieron dominados por los hombres escritores y poetas, regresó casada con un intelectual venezolano, periodista del que posteriormente se separa.

Ignorada durante muchas décadas, no es sino a finales de los 80 y principios de los 90, que es reivindicada a través de sus escritos.

 Alas fatales (1935)

Canciones que oyeron mis últimas muñecas (1956)

 Entre la luna y los hombres (1961)

La adentran en una temática de marcado erotismo subversivo en lugar de tratar inquietudes de su época como los modelos estéticos o temas sociales, siendo tachada de casquivana por la detractora sociedad de esos años. 

Algunos extractos de sus poemas:

La Toma

Me trepan las raíces
de tus manos amadas
y arropada en caricias
ya casi no me veo….

 Tarde

Te miro.
Te miro de cerca:
te escudriño hosca…

Y ahora que nada me dices…
habla de cosas buenas,
alegres, de mentira.
Bésame intensamente…
júrame que me quieres
y descíñeme este peso
de angustia.

 

 

Elizabeth Shön

Continúa con Elizabeth Shön, (1921-2007). Entre estas mujeres cuyas vidas han sido vistas transversalmente  desde sus obras, hay un vínculo como sujeto lírico, como identidad femenina en la escritura porque vienen de diferentes estratos, Elizabeth de clase media alta, casada con un periodista  contrajo matrimonio con el pionero de la radiodifusión venezolana y también libretista, publicista e inventor  Alfredo Cortina.

La casa del matrimonio, estaba ubicada en la urbanización Los Rosales, Caracas. Fue un lugar de reunión y tertulia para escritores y artistas por muchos años. En 1953 publica su primer libro y empieza a colaborar con el diario El Nacional como reseñista y crítica. Obtuvo el Premio Municipal de Poesía (1971) y el Premio Nacional de Literatura (1994). Fue homenajeada en la décima edición de la Semana Internacional de la Poesía de Caracas, en julio de 2003.

 Su poesía trata sobre temas vinculados a los valores, la filosofía, la interioridad. Su dramaturgia hace énfasis en la necesidad de la presencia del otro y se vincula al teatro del absurdo.

    Entre sus poemarios se encuentran:

  • La gruta venidera (1953)
  • En el allá disparado desde ningún comienzo (1962)
  • El abuelo, la cesta y el mar (1965)
  • La cisterna insondable (1971)
  • Mi aroma de lumbre (1972)
  • Casi un país (1972)
  • Es oír la vertiente (1973)
  • Incesante aparecer (1977)
  • Encendido esparcimiento (1981)
  • Del antiguo labrador (1983)

Seguidamente, se refiere a Ana Enriqueta Terán (1918-2017) Poeta y diplomática bella y elegante, nace en Jajó  estado Trujillo, en el seno de una familia tradicional, conservadora, de clase media alta.

En su infancia su madre les leía a los poetas del siglo de oro español, como Garcilaso de la Vega, Góngora, a Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros. Por eso Ana Enriqueta cultivo la forma clásica y rítmica de la escritura del siglo de oro español.

        Algunas de sus obras:

  •   Al norte de la sangre (1946)
  • Presencia terrena (1949)
  • Verdor secreto (1949)
  • De bosque a bosque (1970)
  • El libro de los oficios (1975)
  • Libro de Jajó (1980-1987)
  • Música con pie de salmo (1985)
  • Casa de hablas (1991)
  • Antología poética (2005)
  • Construcciones sobre basamentos de niebla (Monte Ávila Editores, 2006)
  • Piedra de habla (2014) 

 

 

Lydda Franco Farías

Para cerrar, lo hace con la más combativa de todas, Lydda Franco Farías,(1943-2004) falconiana, de allá de donde nacen las aguas, de donde nacen los manantiales que le dan agua a todo el estado Falcón, de la sierra. De allá es Lydda, de San Luis de Cariagua. De lírica profundamente feminista y contestataria.

De una familia numerosa, se traslada a la ciudad de Coro a estudiar bachillerato en el Liceo Cecilio Acosta, comienza a vincularse a las luchas estudiantiles y a la guerrilla urbana, empieza así a juntar la organización y el germen que traía de la poesía.

 En 1964, en el liceo crean un concurso de poesía que tenía como parte del jurado a Juan Liscano, miembro de ese círculo exclusivo de la poesía venezolana, con un poemario titulado Poemas circunstanciales,  gana el concurso. Liscano salva su voto y el resto del jurado la da como ganadora. Pero el único que era considerado con nivel era él, enseguida toda la sociedad coriana la señala.

Quien en esa época se atrevía a nombrar los agrarios sudores de la ciudad, sus orines milenarios o los espermatozoides puestos a disecar en las aceras, irrumpía contra las normas de una sociedad patriarcal, machista, conservadora y además ya sabían que andaba de cabeza caliente, con sus “bochinches” con la izquierda.

Encierran la edición de poemas circunstanciales en un cuarto de depósito del liceo, quemándola después.

Estudia luego en Mérida donde se casa con un camarada militante de la Liga Socialista, se traslada a Maracaibo y comienza a trabajar el la Universidad del Zulia donde continua su producción poética.  

    Obras publicadas:

  •  Las Armas Blancas (1969)
  • Poemas circunstanciales (1965)
  • Summarius (1985)
  • Recordar a los dormidos (1994)
  • Una (1998)
  • Bolero a media luz (1994)
  • Aracné (2000)
  • Mientras Ejercito mi coartada.
  • Antología poética (2002)

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    Magaly Zavala / Ciudad VLC

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