Dos jóvenes saudíes de 18 y 20 años, hermanas, identificadas como Rawan y Reem respectivamente, ingresaron a Hong Kong el pasado 6 de septiembre en un vuelo procedente de Sri Lanka, donde se encontraban de vacaciones junto a su familia.
Las hermanas saudíes tenían previsto viajar a la ciudad australiana de Melbourne, con conexión en la región administrada por China, pero fueron interceptadas allí por el personal de SriLankan Airlines, la compañía con la que volaron y representantes del consulado general de Arabia Saudí, por lo cual las saudíes abandonaron el aeropuerto para ingresar a Hong Kong como turistas.
Según su relato, las autoridades saudís en Hong Kong intentaron obligarlas a regresar a su país y evitaron en dos ocasiones que embarcaran en vuelos a Australia, una situación en la que las hermanas pensaron que iban a ser «secuestradas por la fuerza».
Jóvenes saudíes en su país corren peligro de muerte
A través del bufete del abogado especializado en derechos humanos Michael Vidler, quien las representa, explica que llegaron a Hong Kong para hacer escala con destino Australia tras pasar unas vacaciones familiares en Sri Lanka, pero que fueron abordadas por el cónsul saudí y empleados de la aerolínea ceilanesa, quienes se quedaron con sus pasaportes.
En Hong Kong, donde están atrapadas desde hace casi medio año, las chicas insisten en que, de ser forzadas a regresar a Arabia Saudí, uno de los países más machistas del mundo, corren peligro de muerte.
su período de estancia legal en la excolonia británica expira el próximo día 28.
“Huimos de nuestra casa para garantizar nuestra seguridad. Esperamos poder recibir asilo en un país que reconoce los derechos de las mujeres y las trata como iguales. Soñamos con estar en un lugar seguro donde podamos ser mujeres jóvenes normales, libres de violencia y opresión”, denunciaron las jóvenes.
Hermanas usaron las redes para poder ser oídas
Las hermanas plantearon sus temores en su perfil de Twitter, donde buscan ganar el apoyo de la opinión pública internacional.
En Hong Kong, han cambiado de residencia hasta en trece ocasiones debido a que temen por su seguridad.
“No queremos enfrentarnos a la misma suerte que el señor Jamal Khashoggi”, escribieron las jóvenes, haciendo referencia al caso del reconocido periodista saudí crítico con la monarquía árabe y asesinado brutalmente el pasado 3 de agosto en el consulado saudí en Estambul (Turquía).
Este caso se produce un mes después de que otra joven saudí, Rahaf Muhamad Al-Qunun, de 18 años, consiguiera el apoyo mundial a su dramática huida de los maltratos de su familia.
La joven también pretendía llegar a Australia, pero fue retenida por las autoridades saudíes en el aeropuerto de Bangkok (Tailandia) cuando estaba de tránsito. Posteriormente, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la reconoció como refugiada y recibió asilo en Canadá.
Por su parte, Vidler afirma que «estas mujeres valientes, jóvenes e inteligentes viven con miedo, escondiéndose y en un limbo legal en Hong Kong, sin saber qué les depara el futuro. Mantienen la esperanza de poder encontrar un tercer país seguro lo antes posibles donde poder vivir sus vidas lejos de la opresión, contribuir a su país adoptivo y ser capaces de alcanzar su máximo potencial».
El régimen de Riad es conocido por violar los derechos humanos de sus ciudadanos, sobre todo, de los activistas, y sigue siendo uno de los países más restrictivos del mundo para las mujeres, ya que están obligadas a contar con la aprobación de un pariente masculino para tomar decisiones importantes.
Ciudad VLC/Tomado de Hispantv y El Periódico
