Leer en el Caos a Alberto Rodríguez Carucci es una aproximación ensayística al libro «Leer en el Caos» (el perro y la rana, 2017) de este crítico literario imprescindible. JCDN.

Dos de los libros de Alberto Rodríguez Carucci

     Leer en el Caos. Aspectos y problemas de las literaturas de América Latina (UCAB, 2002 y el perro y la rana, 2017), supone la persistencia de la línea inquisitiva del crítico Alberto Rodríguez Carucci (Valencia, la de Venezuela, 1948) consolidada en Sueños originarios (2001 y 2011). Este afán investigativo-literario se centra no sólo en nuestra literatura pre-hispánica, sino también en la colonial y la relativa a la revisión del Canon latinoamericano.

LEE EL LIBRO «LEER EN EL CAOS» DE ALBERTO RODRÍGUEZ CARUCCI

Lo canónico escritural en el Continente se presta a los prejuicios e imposiciones desde el Centro de Poder respecto a la Periferia: ¿Por qué han pasado debajo la mesa las propuestas de Miguel Ángel Jusayú [en lengua wayuu] y Manuel Rodríguez Cárdenas [poesía afro-venezolana]? El condicionamiento y el silencio de la crítica académica convencional no sólo se mueve en lo étnico sino también en lo ideológico. Afortunadamente, ambos libros esclarecen con rigor, amenidad y claridad tal despropósito intelectual.

El crítico literario Alberto Rodríguez Carucci

     Leer en el Caos se estructura en cuatro bloques o paneles: Voces y ecos indígenas; Escrituras coloniales: rastros de una memoria; Intentos y fundaciones; y Persistencias y cercanías del caos. Cada panel del muro, no obstante su independencia formal y de fondo, apunta a dos cosas: La dinámica contingente, paradójica y enriquecedora del mestizaje cultural y la hibridez literaria en América Latina, amén del maravilloso Caos inmanente a la riqueza textual que no se asimila al Canon Occidental absolutista y dominante. Por  ejemplo, la apreciación y reconstrucción del mito tamanaco de Amalivacá [referido al Diluvio y una Cosmogonía particular de raigambre poética], ha padecido la intolerancia de los agentes ideológicos pro-hispánicos, ello en una lectura en blanco y negro. Incluso la transtextualización del mito, desde el siglo XVIII hasta hoy, confirma una interesante multiplicidad de lecturas como las de Humboldt, Arístides Rojas y José Martí.

Rodríguez Carucci declarando en el marco de FILVEN 2018, evento que le homenajeó como crítico y escritor

Tenemos el tema poco explorado del erotismo y el discurso literario pre-hispánico, el cual recorre el Popol Vuh, la  dramaturgia maya y, especialmente, la poesía aborigen sea azteca, náhuatl o inca. Nos sorprende hallar, entre otras cosas, el descaro erótico y el verbo explícito de la mujer. Tenemos el Canto de las mujeres de Chalco, poema erótico y político de corte extremista que ridiculiza la figura de Poder, encarnada en el desdichado dignatario azteca Axayácatl.

La literatura colonial venezolana es materia urgente y pendiente de la crítica literaria. Los prejuicios mantuanos y parricidas la han invisibilizado obscenamente. El móvil político-ideológico de la Independencia no justifica tal omisión, sea la carta de Colón referida a la Tierra de Gracia apropiada en el Tercer Viaje, o los textos históricos y las crónicas de Indias. Rodríguez Carucci, además de destacar la picaresca y el paladinismo hispánicos que empaparon tal manifestación literaria [con su Don Pablos de América y su Rey libertario y Tirano Aguirre], reivindica los trabajos académicos y ensayísticos de referentes críticos como Mario Briceño Iragorry y Mariano Picón Salas, ello en el fructuoso oficio de reconstruir con dinamismo la venezolanidad.

El discurso crítico de Rodríguez Carucci, apoyado en el rigor académico auténtico y la transparencia [amena, respetuosa y polémica] del Decir, se estructura con la fluidez del método, el enfoque y el estilo como un todo bien trabado y bailado. La numeración de los tópicos conduce a un ejercicio lúdico de la argumentación in crescendo, de manera que la solidez catedrática del texto académico crítico se asimila a la desenvoltura sabrosa del ensayo literario libre. El Caos no es sinónimo de anarquía infernal sino la realización, si se quiere poética, de la contingencia en sus más significativas y contradictorias implicaturas. En el Bloque tres, fiel a su línea de investigación, conviven en ágape luminoso [como en un lienzo de El Bosco], el reseñista y crítico Andrés Bello, el personaje literario o mujer seductora-querendona Manuela Sáenz, o el Martí que fundó entre nosotros la Revista Venezolana. La Pasión que es la investigación literaria se apoya en la Vida y la Poesía mismas, sin que nos diéramos cuenta en medio del bullicio del mundo.

LEE LA BIOGRAFÍA PORTÁTIL DE ALBERTO RODRÍGUEZ CARUCCI

Respecto a nuestro mestizaje literario [patente en El Inca Garcilaso, Vallejo, Manuel Scorza o Carpentier], Rodríguez Carucci nos hace puntuales advertencias en torno del uso colonial del término, plagado de vicios ideológicos y propagandísticos por parte de hispanistas e indigenistas de medio pelo. Hay además un despojo de lo étnico-folclórico [a secas] para internarse en la vasta y enredada selva que involucra nuestros constituyentes identitarios y culturales, ello por vía de un discurso transgenérico, político y estético. Nuestro crítico acomete el tratamiento de nuestros mitos mal curados [como El Dorado y el discurso mantuano contrapuesto al Salvaje], desarrollando una propuesta crítica y dialógica enclavada en la relectura remozada y mejor contextualizada de la literatura latinoamericana que evidencie lo plural y lo contingente. Se trata de potenciar una conciencia de pueblo desde lo histórico y lo estético.

José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC

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