Por: Hernán Mena Cifuentes (*)

Desesperado por el fracaso del Golpe de Estado continuado que adelanta desde hace 20 años para destruir la Revolución Bolivariana, el gobierno de EEUU, llevado por la desesperación que es mala consejera y en su compulsivo afán de derrocar al presidente Nicolás Maduro, anunció este miércoles la creación de la Unidad de Asuntos de Venezuela (UAV) en su embajada de Colombia, país nido de las víboras criollas que conspiran contra la Patria de Bolívar.

La creación de está UAV no es ninguna coincidencia y está perfectamente coordinada con esa medida pseudodiplomática como lo es la puesta en funcionamiento de un «Centro de Gobierno» de la ilegítima y fantasmagórica gestión como «presidente» del Autoproclamado, fantasía que sólo existe en su mente enferma, visiblemente afectada por la esquizofrenia paranoide, entre cuyos síntomas figuran «los espejismos, las  alucinaciones y un déficit cognitivo», que lo lleva a designar nuevos magistrados del CSJ (en el exilio), embajadores en diferentes países y en la OEA.

Su mal se agrava, ya que con la creación de ese invisible Centro de Gobierno, cuya misión es coordinar a todos los representantes designados en su gestión, ha nombrado, además, un Comisionado Presidencial para los DDHH; uno para el Desarrollo Económico y otro para La Recuperación de Activos». ¿Será que en un momento de su locura piensa devolver al Estado venezolano los miles de millones que él y Trump le han robado?

Podría ser que su amo, para dar imagen de legalidad a ese absurdo, ceda un espacio de la sede diplomática de EEUU en Bogotá junto al de la UAV, para coordinar mejor las actividades golpistas que en complicidad con el gobierno fascista de Iván Duque se intensificarán para estrechar el cerco golpista que adelantan contra Venezuela.

Y es que el Autoproclamado vive aterrorizado y busca recuperar la confianza de su amo, el cual está enojado ya que no cumplió con la misión que le encomendó, por el robo en Cúcuta de los dineros que le entregó, y lo lance a la basura como «objeto desechable».

Podría salvarse de su ira pero no de la justicia, que como dijo Horacio hace más de 2.000 años: «Aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera» y seguramente lo atrapará más temprano que tarde, y cuando lo haga lo condenará por Traición a la Patria de Bolívar, Chávez y Maduro, o quizás lo perdone y ordene que sea internado en una clínica psiquiátrica.

(*) Periodista e intelectual venezolano

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