Luego de casi una semana del paro de camioneros en Brasil, el gobierno de Michel Temer decidió, al no concretarse un acuerdo, ordenar la intervención militar este 25 de mayo, pero los camioneros están decididos a mantener la huelga.

 

El gremio del transporte brasileño decidió iniciar el 21 de mayo un paro de camioneros por el constante aumento de los precios de los combustibles por parte de la estatal Petrobras desde comienzos de año, debido a la evolución de los precios del petróleo. Sólo en mayo, el precio de la gasolina subió un 12 % y el del diésel un 9,3 %, según cifras de la estatal «Agencia Brasil».

 

Los transportistas explicaron que el Gobierno concuerda con la idea de que los reajustes en los precios del combustible deben ocurrir en intervalos de 60 a 90 días, pero esa decisión corresponde a la dirección de Petrobras, que mantiene una política de reajustes casi diarios.

 

 

Paro de camioneros en Brasil

 

El gobierno anunció en la noche del 24 de mayo un acuerdo temporal para levantar la huelga durante 15 días a cambio de que Petrobras reduzca el precio del diésel en un 10 % durante 30 días, mientras se llevan a cabo nuevas negociaciones.

 

Sin embargo, representantes de los transportistas dijeron el viernes al canal «Globo News» que mantenían la huelga, ya que no habían recibido instrucciones de sus negociadores para suspender las medidas de fuerza.

 

 

Ejercito reprimió paro de camioneros brasileños

Temer llamó a las Fuerzas Armadas a intervenir y desbloquear las carreteras e incluso emitió un decreto de Garantía de Ley y Orden (GLO) en todo el territorio nacional, que permite la actuación del Ejército para llevar a cabo el procedimiento.

 

El ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, dijo que hasta el momento se emitieron 400 actas de infracción por unos 2,33 millones de reales (USD 638 mil), sin contar multas adicionales de 100 mil reales por hora de paro aplicadas a dueños de empresas de transporte.

 

 

 

Autoridades aseguran que hubo intervención patronal

«Hemos comprobado que este paro, que fue hecho por camioneros autónomos, tuvo en parte el apoyo criminal de patrones y empresas. Ellos pagarán por eso», señaló Jungmann, quien advirtió que «los responsables están siendo investigados», agregó.

 

Muchos camioneros, para evitar la represión del Ejército, desbloquearon las carreteras que mantenían cerradas como medida de presión, pero no transportaron mercadería.

 

 

Paro generó desabastecimiento en todo el país

Paro de camioneros de Brasil

 

La medida del Ejecutivo fue bastante desesperada, ya que desde el lunes los camioneros brasileños bloquearon varias rutas en 25 estados del país, lo que provocó una paralización casi total del tránsito en las carreteras nacionales, así como una crisis por desabastecimiento de alimentos y combustible en todo el territorio.Los problemas de abastecimiento afectaron el transporte urbano durante la semana.

En Rio, el sistema BRT, buses articulados introducidos durante los Juegos Olímpicos de 2016, que transitan por carriles exclusivos, fue parcialmente interrumpido por falta de combustible.
Líneas de autobuses en varios estados también dejaron de funcionar debido a la falta de abastecimiento, así como servicios de taxi. El bloqueo obligó a cancelar vuelos en varios aeropuertos, siendo Brasilia, Recife y Rio de Janeiro los más afectados.

Decretaron estado de emergencia

También se paralizaron las cadenas de montaje de automóviles, se redujo la actividad de grandes frigoríficos y se provocó el aumento de precios de los carburantes y los alimentos.
La ciudad de Sao Paulo, capital económica del país, decretó el estado de emergencia, al igual que otras 27 ciudades del estado homónimo, una medida que le permitirá, entre otras cosas, requisar bienes privados, como el combustible almacenado en una gasolinera.
Varios estados, como los nororientales Sergipe y Pernambuco, y la ciudad de Sao Paulo decretaron el estado de emergencia. Además, algunas universidades del país suspendieron sus clases. 

Escasez de alimentos y aumento de precios

Varios mercados centrales están sin alimentos, a tal punto que se racionó a 5 unidades por cliente en algunas redes de supermercados.
Se registraron aumentos en el precio de productos esenciales, el kilo de papa se vendía a R$ 1 – U$S 0,27- antes de la huelga y hoy se vende a R$ 17 – U$S 4,65.
Los hospitales están con el stock de oxigeno prácticamente en cero. En las farmacias ya faltan remedios de uso masivo. Algunos estados decretaron el estado de calamidad.

Sindicatos criticaron la acción del Ejecutivo

 

 

Varios líderes sindicales criticaron la decisión de usar las Fuerzas Armadas «como instrumento de represión«, asimilándola a «un intento de apagar un incendio con gasolina».
Amnistía Internacional consideró «inadmisible» la medida de movilizar las tropas, afirmando que el papel del ejército no es «poner fin a manifestaciones o huelgas».
Ciudad VLC/Tomado de Ámbito, TN, TeleSUR e Infobae.

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