Desde las 4 y 50 minutos de la tarde del jueves 7 de marzo Venezuela enfrenta un apagón nacional que afectó, en un primer momento, a 18 estados. Más del 70% del territorio. Un daño sin distinción dirigido a los venezolanos.
El apagón comenzó a ser atendido por las autoridades nacionales y tres horas después ya había sido restablecido el suministro eléctrico en tres estados orientales: Nueva Esparta, Monagas y Anzoátegui. En las siguientes horas el suministro llegó a la Gran Caracas, Miranda, Aragua, Vargas y Carabobo. Pero nuevamente desde el mediodía de este sábado 9 de marzo el servicio volvió a fallar. Hubo estados como Barinas y Zulia donde no llegó a restablecerse el servicio.
¿Qué produjo el apagón nacional?
Desde el mismo momento del apagón, las redes sociales y distintos portales se llenaron de comentarios, «noticias» y opiniones. En su gran mayoría responsabilizando el gobierno nacional y exculpando a la derecha internacional del atentado.
Entre las «causas» que enumeran los medios noticiosos internacionales están las siguientes: mala planificación, toma de decisiones sin el conocimiento técnico adecuado, nombramiento de personas poco idóneas, el aplazamiento de gasto e inversión en el mantenimiento del sistema, desviación de recursos, etc.
Dicha enumeración se hace sin pruebas que las respalden, pero constituyen parte importante del saboteo.
Con este trabajo mediático desvían la atención de las declaraciones de los voceros de la derecha nacional e internacional, que son las más descaradas confesiones.
La realidad es que fue atacado el control automatizado de regulación del sistema de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida también como Guri.
La planta de luz que abastece gran parte del territorio venezolano sufrió una agresión cibernética: tres de los cinco generadores de respaldo fueron saboteados. Así lo informó el vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura de Venezuela, Jorge Rodríguez.
«Agredieron por vía de ataque cibernético el sistema de control automatizado Ardas”, explicó Jorge Rodríguez, quien precisó que “al atacar ese sistema, por protección las máquinas del Guri se paran”.
Asimismo indicó que se trata de un “cerebro electrónico computarizado” donde se regulan las 20 máquinas de la Central Hidroeléctrica, allí se puede evidenciar el aumento de tensión: para mayor carga eléctrica las máquinas aumentan la revolución y, viceversa, a mayor trabajo el sistema indica que debe haber una disminución.
Los autores pretendían dejar a Venezuela sin luz por varios días. Rodríguez precisó que uno de los implicados fue el senador de Estados Unidos (EE.UU.), por el estado de Florida, Marco Rubio, uno de los promotores de la intervención contra el país suramericano.
Según el vicepresidente de comunicación venezolano, en el ataque también estuvieron asociados el secretario estadounidense Mike Pompeo y el diputado opositor Juan Guaidó.
Varios ataques cibernéticos
Luego de la información suministrada por el ministro, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, precisó que fueron varios los ataques cibernéticos que recibió la central hidroeléctrica la tarde del jueves. Los nuevos ataques fueron la noche de ese mismo día, la madrugada del sábado y el mediodía del sábado.
Así lo señaló el primer mandatario nacional durante la gran marcha en conmemoración del Día del Antiimperialismo Bolivariano, decretado así el 9 de marzo de 2015, fecha en que la administración de Barack Obama impuso el primero de los decretos injerencistas contra Venezuela por parte de EE.UU.
¿Qué hacer?
La situación actual de Venezuela remite a la vivida entre diciembre de 2002 y enero de 2003 durante el sabotaje petrolero. En aquel momento la derecha nacional e internacional atacó el suministro de gasolina y la producción petrolera. Un ataque cibernético sobre la industria y el secuestro de la flota petrolera fueron parte de las acciones de los saboteadores.
En aquel momento el pueblo y el gobierno venezolano pudieron resistir la agresión. Para ello el respaldo mutuo, las redes de solidaridad e información, y sobre todo la conciencia sobre la situación fueron vitales.
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Sólo de esa manera se pudo combatir la agresión de la que el pueblo venezolano fue victima. Mes y medio después el sabotaje petrolero estaba vencido.
Ciudad VLC/JV Castillo/Wilfreso Sandoval/ Telesur
