Hoy lunes 2 de julio avanzaron a cuartos de final de la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018 dos oncenas más: Brasil y Bélgica. Sus víctimas fueron los seleccionados de México y Japón respectivamente.

Neymar Jr, que marcó el primer tanto y provocó con su acción el segundo, obra de Firmino, lideró a Brasil en su triunfo 2-0 de octavos de final del Mundial de Rusia 2018 que acabó con el sueño este lunes, en Samara, de una valiente selección mexicana.

Ausentes el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo -que se repartieron de forma equitativa los últimos diez Balones de Oro-, al estar ya eliminadas sus selecciones, Neymar apunta al trono vacante; y, sin estar aún, pero acercándose a su nivel máximo, la estrella de la Canarinha se postuló para liderar a Brasil en su afán por ampliar a seis su propio récord de títulos mundiales.

De momento, tras superar a México, que entró en el cuadro como segunda del grupo F -tras sorprender a Alemania, vencer a Corea y patinar ante Suecia- Brasil, que, de menos a más, acabó primera del E -empatando con Suiza antes de vencer con idéntico resultado a Costa Rica y Serbia- se medirá al ganador del Bélgica-Japón, en cuartos.

Una eliminatoria que alcanzó por séptima vez seguida, al tiempo que el Tri se despedía de nuevo en octavos, asimismo encadenando siete eliminaciones seguidas en esa ronda.

El colombiano Juan Carlos Osorio, técnico de México, prometió que le iba a jugar “de tú a tú” al que definió en la previa como “mejor equipo del mundo” y cumplió. Pero el Tri, que no se arrugó nunca, no jugará el por la afición mexicana tan ansiado quinto partido.

El “Profesor” -pasando de ser muy criticado a querido por los mexicanos-, que no pudo contar con el sancionado Héctor Moreno, al que suplió Hugo Ayala en el centro de la zaga, dio entrada al veterano Rafael Márquez, capitán de nuevo, delante de la defensa de cuatro y por Miguel Layún, que lo sustituyó tras el descanso.

El “Kaiser de Michoacán”, de 39 años, en su quinto Mundial -y a diferencia de su compatriota el portero Antonio Carbajal, el alemán Lothar Matthäus y otro guardameta, el italiano Gianluigi Buffon, que lo igualan, es el único que ha sido titular al menos una vez en todos ellos– se colocó por delante de la defensa de cuatro.

Con el pivote habitual del eficaz Herrera y Guardado, el “alma” de este equipo; con el diabólico Lozano esta vez por la derecha y el talentoso Vela por la izquierda -intercambiándose bandas- escudando al punta, Chicharito. Rubio platino este lunes, como Salcedo y Layún.

Dorada fue la primera mitad del Tri, que supo contener, merced a Edson Alvarez (20 años), con ayudas de Gallardo, a Neymar. El astro de la Canarinha, recién recuperado de la lesión en el pie derecho de la que se operó en marzo ya puso a prueba a un sensacional Ochoa en el quinto minuto, pero no acabó de arrancar en el primer acto.

Lo haría, sin duda, en el segundo. Tite, tal y como había anunciado la víspera, incluyó a Filipe Luis en el lateral izquierdo, en sustitución de Marcelo, tocado; y mantuvo en la derecha de la defensa a Fagner, en detrimento del recuperado Danilo; manteniendo el resto de los que ganaron en el último partido de la fase de grupos a Serbia.

Con Thiago Silva de capitán, la verdeamarela no se accionó de forma definitiva hasta la segunda mitad, en la que sin brillar, presentó candidatura al título. Y si un disparo de Coutinho, desviado por Ochoa, recibía respuesta en idéntica acción de Gallardo, Neymar no perdonó y aprovechó, lanzándose al suelo, un servicio de Willian desde la izquierda para abrir el marcador al minuto 51. En una jugada que inició él mismo, sirviendo de tacón al jugador del Chelsea.

El partido se animó con creces. Jonathan entró por Alvarez, poco antes de que Osorio hiciese el tercer cambio, de Raúl Jiménez por el Chicharito. Brasil bailaba, con acciones de Coutinho, Gabriel Jesús, Willian y Neymar, que hicieron relucir la enorme calidad de Memo. Pero México también pisaba pista; y tanto Vela, como Guardado avisaban de que el empate podía llegar en cualquier momento.

Si no está al cien por cien, lo cierto es que Neymar cada vez se parece más a Neymar. E incluso reclamó mayor sanción para un pisotón involuntario de Layún cuando estaba tendido en banda.

En un equipo que equilibra Casemiro, que se perderá el partido de cuartos por acumulación de tarjetas, la estrella paulista reclamó de nuevo todos los focos y, por la izquierda, generó una jugada letal.

 

Bélgica evita el milagro japonés

Un gol en la última acción del partido de Nacer Chadli, que había salido en la segunda parte, consumó la épica remontada de Bélgica ante Japón, que llegó a tener dos goles de ventaja al inicio de la segunda parte.

La última jugada, una demostración de contraataque conducida por Kevin De BruyneEden Hazard y Thomas Meunier, autor del pase definitivo, situó a Bélgica por tercera vez en su historia en los cuartos de un Campeonato del Mundo.

El equipo de Roberto Martínez, que se verá en cuartos con Brasil, y que reaccionó a tiempo, frustró a Japón. El conjunto nipón difícilmente tendrá tan cerca hacer historia.

Nunca sobrepasó octavos. En Rusia estuvo a un paso pero no logró mandar para casa a un equipo que contempla esta edición como la última de su generación dorada. Vio la penumbra que sometió a AlemaniaArgentinaEspaña o Portugal. Y escapó a última hora, como pudo.

Japón quiso dar la sensación de advertir a su rival que no tenía complejos. Arrancó con una presión alta. Suele hacerlo el conjunto de Akira Nishino que busca dejar lejos al adversario, al menos de inicio. Como una declaración de intenciones.

Incomodó la puesta en escena a Bélgica y un mal despeje de Vincent Kompany, apuesta defensiva de Roberto Martínez, fue recogido por Shinji Kagawa, que disparó fuera.

Bélgica tomó el balón y la iniciativa en los mejores momentos de Dries Mertens, que intervino en cada acción del ataque de los ‘diablos rojos’. Se movió bien el jugador del Nápoles, el único que supo encontrar espacios entre la maraña nipona. También Eden Hazard convirtió en amenaza cada movimiento.

Romelu Lukaku tuvo un par de intentos. Nada limpios. Interrumpidos casi siempre por un defensa japonés. Bélgica no estaba bien. En pocas veces su dominio incomodaba al contrario y el portero Elji Kawashima solo era tenido en cuenta para despejar alguno de los centros laterales europeos.

Estaba al acecho Japón. Pendiente de las lagunas belgas. Takashi Unai puso a prueba a Tobi Andereweireld cuando la intensidad de Bélgica bajó, poco antes del descanso. Un tiro de Yuto Nagatomo, aparentemente inofensivo, sobresaltó a Roberto Martínez. Se le escapó bajo las piernas a Thiboaut Courtois, que reaccionó a tiempo.

Pero fue en un latigazo de esos donde Japón marcó. Fue tras el arranque del segundo acto. Un buen centro del jugador del Getafe dejó en evidencia a Jan Vertonghen que no pudo evitar que el balón llegara a Genki Haraguchi y cruzara la pelota a Courtois.

Bélgica se descompuso. Pudo empatar con una respuesta de orgullo de Hazard que se estrelló en el palo. Pero fue Japón el que volvió a golpear.

El equipo de Roberto Martínez perdió el rumbo. Descolocado sintió la presión. Un nuevo error defensivo, un mal rechace de Kompany, cayó a pies nipones en la media luna. En los de Shinji Kagawa que vio a su lado a Inui. El jugador del Betis paró el balón, miró a Courtois sin que nadie le amenazara y soltó un latigazo que superó al portero del Chelsea. A falta de 38 minutos los diablos rojos tenían dos goles de desventaja.

El sistema tan elogiado de Roberto Martínez estaba hecho trizas en ese momento. Los tres centrales eran puestos en evidencia por la velocidad japonesa. Especialmente de Haraguchi, Shibasaki e Inui.

Romelu Lukaku, del que no había habido noticias, estuvo cerca de marcar al rematar de cabeza un centro de Hazard a la hora de juego, justo antes de que Martínez pretendiera un golpe de timón con un doble cambio. Marouiane Fellaini y Nacer Chadli sustituyeron a la vez a Dries Mertens y Yannick Ferreira Carrasco.

Antes de que diera tiempo a plasmarse sobre el campo Bélgica acortó distancias en una jugada que delató las carencias niponas. Una mala salida de Kawashima, un despeje al tuntún y un centro de cabeza de Vertonghen que se cuela en la portería.

El gol espoleó definitivamente a Bélgica, que con poco estaba de vuelta al partido. Hazard apareció. Asumió el reto. Puso el balón en la cabeza de Fellaini, que empató a falta de un cuarto de hora del cierre.

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Elji Kawashima evitó que Bélgica lograra la remontada con tres intervenciones salvadoras pero no la del final. Un contraataque de manual que echó por tierra las esperanzas niponas y llevó a Bélgica con Brasil en cuartos de final.

 

Ciudad VLC/Con información meridiano.com.ve y lavinotinto.com

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