El avance del nuevo coronavirus COVID-19 en Venezuela arrojó una estadística de casos confirmados hasta la tarde del domingo 15 de marzo de 17 contagios gracias a las medidas implementadas.

Unos 15 convalecientes vinieron infectados desde otros países y dos son contagios intracomunitarios, es decir, se contagiaron estando en Venezuela.

Ante esto, el gobierno venezolano ha aumentado la escala de las medidas aplicando acciones drásticas con mucha rapidez para crear un cerco epidemiológico y propiciar la prevención a escala masiva.

A partir del lunes 16 de marzo, a las 5 am, se hará efectivo lo que el presidente Nicolás Maduro denominó en cadena nacional de radio y televisión como una “cuarentena social” para la región 1 de las Zonas de Defensa Integral (ZODI) de Venezuela: allí donde se han detectado incidencias mayores del nuevo coronavirus COVID-19, que consiste en la ciudad de Caracas (Distrito Capital) y los estados Apure, Cojedes, La Guaira, Miranda, Táchira y Zulia.

La cuarentena social significa que la población venezolana que hace vida en la región 1 de las ZDI se debe quedar resguardada en casa. El presidente venezolano añadió que “quedan exceptuada lo que tiene que ver con la cadena de alimentos y servicios sanitarios del país, los de seguridad policial y transporte”.

Las actividades escolares y laborales quedan suspendidas con excepción de las que estén vinculadas a dichos servicios. Este contexto, tendrá diversas interpretaciones que se hace oportuno explicar al unísono de la aplicación de estas medidas.

¿Por qué aplicar medidas drásticas si sólo hay 17
casos confirmados?

El contexto de Guerra Híbrida que vive Venezuela tiene el componente del empleo de la psicología de masas como un factor de perturbación de la tranquilidad pública y acelerante de respuestas sociales, entre ellas, las estampidas por miedo e incertidumbre.

Ya se ha apreciado así en otras oportunidades del conflicto económico interno y tales conductas han reaparecido estos días por la llegada del nuevo coronavirus COVID-19 al país, en anaqueles de farmacias y supermercados.

Al aplicar medidas de contención a gran escala, se propagará la tesis de que el país podría estar sumido en la enfermedad. Este no es el caso venezolano. Las medidas de contención son y serán anticipadas, acorde a la experiencia que han vivido otros países que fueron invadidos por el virus y que no estaban preparados para ello por falta de información.

Se trata de países como Italia y España, los cuales inicialmente desestimaron y tomaron como exageradas las medidas de cuarentena en ciudades. Cuando lo hicieron, ya había un nivel de propagación muy alto.

¿Qué experiencia estadística arrojan los países con muchos contagios? La respuesta a esta pregunta tiene mucho que ver con las propias características del virus. Este agente es sumamente furtivo, los infectados manifiestan síntomas a los 10 días de haberlo contraído, los contagiados sin síntomas, sin saberlo, propagan el virus entrando en contacto con personas o permaneciendo en lugares.

Lo que quiere decir que, cuando su caso es catalogado o confirmado, ya habría contagiado a varias personas en su proximidad u otras personas que acudieron a los lugares donde estuvo.

De ahí que los casos de coronavirus pueden catalogarse de dos maneras. En
primer lugar, los “casos confirmados”.

En segundo lugar, los “casos reales”, es decir, los contagiados que son propagadores del virus que no muestran síntomas. Este número de casos reales podría ser indeterminado, sin embargo, los modelos estadísticos que están arrojando China, Irán, Italia, España, entre otros, demuestra un comportamiento, un patrón de proliferación.

 

El patrón estadístico de contagio en los países del norte (donde el virus tiene hábitat idóneo por razones climáticas) es que, de cada caso confirmado, hay al menos tres personas contagiadas (“casos reales”); ellas, a su vez, habrían contagiado a otras tres personas, llevando así el patrón de contagios a una cifra 27 veces superior a la de casos confirmados.

¿Qué significa esto? Que por cada 10 casos confirmados de contagio, podría haber adicionalmente otros 270 casos reales, pues el patrón de proliferación es de tipo exponencial.

En un riguroso análisis de Moon of Alabama y en otra publicación que hiciera el  especialista Tomás Pueyo, acorde a datos reales de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), se logró construir un patrón de proliferación del virus, arrojando el resultado de que todos los países que hoy son foco principal de la pandemia en Europa fracasaron en los cercos epidemiológicos y en la contención masiva, dadas muchas razones (políticas, económicas) por las cuales no las aplicaron a tiempo, y ahora sí lo hacen tardíamente.

Pero adicionalmente, precisan que para finales de enero e inicios de febrero, se tenía poca información sobre la capacidad de proliferación del virus.

Coronavirus COVID 19

 

La necesidad de actuar ahora

Una vez consolidados los patrones estadísticos, los países tienen justo ahora el desarrollo de sus propios escenarios.

Es así el caso venezolano. Para el país, juega a favor el factor climático. Diversos
especialistas afirman que el virus sobrevive menos tiempo (a razón de unos 4 minutos) a la intemperie en climas superiores a los 25 ºC (veinticinco grados Celsius), a diferencia de Europa en esta temporada, donde puede sobrevivir un 150% de tiempo más (unos 10 minutos).

Ello significa que el patrón de proliferación en Venezuela por razones climáticas no necesariamente sería idéntico al de Italia y España. Sin embargo, las acciones de contención masiva son esenciales, y la oportunidad idónea para aplicarlas es justo ahora, acorde a la experiencia China.

A continuación veamos la gráfica y explicación que ilustra cómo China logró, mediante la contención, degradar al mínimo el virus, de acuerdo al modelo estadístico de Tomás Pueyo según datos oficiales.

 

Las barras naranjas muestran el número oficial de “casos confirmados” diarios en la provincia de Hubei: cuánta gente fue diagnosticada ese día. Las barras azules muestran los “casos reales” diarios de coronavirus COVID-19.

Es importante destacar que estos “casos reales” no se conocían entonces para la fecha. Sólo podemos calcularlos mediante una reconstrucción estadística, mirando hacia atrás: las autoridades no saben que alguien acaba de empezar a tener síntomas. Sólo lo pueden saberlo cuando la persona acude a la consulta y obtiene un diagnóstico.

Lo que esto significa es que las barras naranjas muestran lo que las autoridades sabían y las azules lo que en realidad estaba ocurriendo. El 21 de enero, el número de nuevos casos diagnosticados (naranja) se dispara: se registran alrededor de 100 casos nuevos.

En realidad, ese día hubo 1 mil 500 nuevos “casos reales”, creciendo exponencialmente. Pero las autoridades no sabían eso. Lo que supieron es que de repente habían aparecido 100 nuevos casos de esta nueva enfermedad.

Dos días después, las autoridades aislaron Wuhan. En este punto, el número de nuevos casos diarios diagnosticados era de 400.

Veamos bien el dato en la gráfica: la decisión de cerrar la ciudad fue tomada cuando se detectaron 400 nuevos casos diarios. En realidad, hubo 2 mil 500 nuevos casos (“reales”) ese día, pero ellos no sabían eso.

Al día siguiente, otras 15 ciudades de Hubei fueron aisladas. Hasta el 23 de enero, cuando Wuhan cierra, pueden mirar las barras azules y se nota que crece exponencialmente. Los “casos reales” se estaban disparando.

Tan pronto como Wuhan queda aislada, el número de casos empieza a disminuir. El 24 de enero, cuando otras 15 ciudades se aíslan, el número de “casos reales” (en barras azules) se detiene. Dos días más tarde, se alcanza el máximo número de “casos reales”; desde entonces ha ido descendiendo.

Nótese que los casos en naranja (oficiales) aún crecían exponencialmente: durante 12 días más, parecía que la enfermedad estaba aún en auge. Pero en realidad ya no lo estaba. Esto simplemente era un reflejo de que los pacientes tenían síntomas más marcados, estaban acudiendo a la consulta más frecuentemente y el sistema de identificación era más robusto.

 

¿Por qué el aislamiento en hogares?

Como indican los modelos estadísticos, lo esencial es la mitigación y contención de los contagios. En caso de una proliferación masiva, es por ello que la OMS ha propuesto el protocolo de “distanciamiento social”, acorde a la experiencia reciente de China y de otras crisis, como la del H1N1 y la gripe SARS de años recientes.

El confinamiento en hogares implica el contacto mínimo, solo el esencial, con el mundo exterior como un factor de minimización de riesgo.

Recientemente el diario The Washington Post presentó unos simuladores estadísticos de distanciamiento social. El modelo estadístico del Post refiere la tendencia exponencial de casos en Estados Unidos de cara a un cuestionado manejo de la Administración Trump de la alerta sanitaria.

Según Harry Stevens, analista para el referido medio, en Estados Unidos, ante la falta de medidas consistentes, la tendencia “exponencial del virus” da señales de que están duplicándose los casos cada tres días. Si esa tendencia no se interrumpe, según Stevens, podría haber 100 millones de contagios en Estados Unidos para mayo.

Coronavirus COVID 19

Coronavirus COVID 19

 

Según el Post, lo importante es el “aplanamiento de la curva”. Esta es la razón por
la cual las contramedidas tempranas son importantes en una pandemia. Su intención es reducir la tasa de infección para que la pandemia se extienda con el tiempo, de modo que la demanda máxima en el sistema de salud sea menor.

Las medidas de contención están destinadas a evitar una trayectoria de brote en la que una gran cantidad de personas se enferman al mismo tiempo. Esto es lo que muestra la visualización.

 

Esta es la razón por la cual es importante limitar la magnitud de la incidencia máxima de un brote. Los sistemas de salud pueden atender a más pacientes durante un brote cuando el número de casos se extiende durante un período prolongado en lugar de condensarse en un período muy corto.

La idea es evitar que el número de pacientes en un momento dado sea tan grande que, en consecuencia, los sistemas de salud no brinden la atención requerida para algunos pacientes.

Esa es parte de la experiencia que deja el virus en países como China, España e Italia, donde los sistemas de atención se vieron avasallados y China tuvo que construir hospitales expeditamente para contener y atender pacientes.

Por otro lado, próximamente llegará a Venezuela un nuevo ciclo lluvioso, eso implica que vendrá la época de resfriados y gripes comunes, por lo cual la población podría confundir los síntomas de ellos con los del nuevo coronavirus COVID-19.

Ello se traduce en incertidumbre, espasmos paranoicos y aglomeración en centros de salud para solicitar pruebas y atención médica. Al reducir la exposición de la población, se reducen estas posibilidades.

Según el simulador presentado por Harry Stevens, por cada persona que pueda evitar la enfermedad, existe una disminución potencial de la posibilidad de contagio extensiva a unas 19 mil 638 personas en un período de tres semanas.

Es decir, al estar en casa podríamos evitar contagiarnos, pero si enfermamos y no lo sabemos, al no salir de casa podríamos evitar que 19 mil 638 personas se contagien en las próximas tres semanas. Lo cual hace el asunto de resguardarse no sólo como un acto individual, sino de profunda responsabilidad social.

Las estadísticas de muertes y recuperaciones del coronavirus COVID-19

Los países que hoy lideran los contagios están arrojando los siguientes datos acorde a una data de la Universidad Johns Hopkins que fusiona estadísticas de la OMS y varios países. La estadística más alta de muertes registrada a la fecha, de un 6,2 por cada 100 contagiados, la lidera Italia, por dos razones.

La primera, porque el virus es más mortal en población mayor y en ese país hay mucha población de edad avanzada.

En segundo lugar, porque Italia no dispuso de medidas drásticas a tiempo y ello ha servido para la alta proliferación, el abarrotamiento de casos en los centros de salud y un consecuente déficit en el rigor de la atención médica.

 

La estadística global de la OMS apunta a que la tasa de mortalidad del virus es de 3,4 personas fallecidas por cada 100 contagios. Pero esta varía de acuerdo a cada país, por su clima, sus modalidades de atención médica, y muy especialmente por la capacidad que tiene cada país de evitar los contagios a gran escala.

Pero los datos del 11 de marzo también dejan cifras alentadoras, como que el 76% de los afectados en China ya se han curado gracias, en buena medida, al medicamento Interferón Alfa 2B Humano, actualmente requerido por Italia y ya disponible para Venezuela por el convenio binacional con Cuba, que será empleado para tratar casos confirmados.

 

Recomendaciones frente al Coronavirus COVID-19

No está demás justificar y explicar las medidas en curso, como tampoco recordar
que la prevención será esencial para la contención del virus.

Atender las recomendaciones de los organismos competentes, como el resguardo en el hogar, prescindir de salir y evitar el contacto social, serán esenciales, tanto así como lavarse las manos y la cara.

También será indispensable el consumo y difusión de información confiable, no alentar el alarmismo y la incertidumbre, así como evitar reacciones en estampida que solo pueden perjudicarnos a nosotros y a las demás personas. El virus impone una lógica en la que, para resguardarnos, también debemos cuidar de los demás.

 

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Ciudad VLC / Misión Verdad

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