Así como todo ha ido evolucionando y cambiando con el tiempo, el sexo también ha variado poco a poco hasta convertirse en algo muchas veces muy diferente de lo que se conocía hace años. Por eso Ciudad VLC te muestra algunas de las prácticas sexuales en la Edad Media que te dejarán con la boca abierta.

 

1. El sexo no era nada «delicado»

 

Existen registros en libros y manuales de Ménage à trois y orgías. Nada igual a la concepción renacentista del ‘amor cortés’. Siglos después, el Marqués de Sade ilustra con imaginación fotográfica estas prácticas que nacieron en el medievo.

 

2. La prostitución, un mal necesario

Los religiosos trataron de impedirla, pero descubrieron que al tener sexo los hombres se mantenían centrados en el camino de Dios: no se corrompían, respetaban a las mujeres y no demostraban ‘prácticas homosexuales’. Además, la Iglesia consideraba esta práctica como un oficio de salubridad pública e importante actividad económica.

 

 

3. Los religiosos conocían todas las posturas sexuales

Entre las prácticas sexuales en la Edad Media más polémicas estaba que los religiosos, más que por placer por obligación debían saber de qué estaban hablando los pecadores cuando se confesaban ante ellos. Si alguien llegaba al confesionario a decirle al padre que hizo un ‘fisting’ -por ejemplo- el sacerdote sabría de qué trataba, estableciendo la penitencia correspondiente.

 

 

4. Métodos para ‘incrementar’ el deseo sexual

Según varios escritos, las mujeres tomaban un pez vivo de tamaño variable y lo introducían en su vagina hasta que muriera, luego lo cocinaban y se lo daban de comer a su marido. Hoy en día, comer mariscos, se sabe, incrementa el deseo, pero no creemos que sea debido a este raro rito.

 

 

5. Anticonceptivos igual a brujería

A pesar de que la norma era el embarazo, algunas mujeres usaban métodos anticonceptivos, que fueron tachados de brujería. El Coitus Interrumpus era la práctica principal y era castigada por la iglesia. Esta práctica sexual era conocida como onanismo.

 

 

6. La impotencia, motivo para terminar un matrimonio

Socialmente la finalidad del sexo era la concepción y la finalidad del matrimonio, también; una pareja que no tenía sexo era una pareja sin propósito alguno.

 

7. La única posición ‘permitida’ era el misionero

Por ser la más «natural» y la más efectiva para que la mujer quedara embarazada, sólo se aceptaba que el esposo penetrara a su mujer extendiéndose sobre ella, posición conocida desde entonces como el misionero.

 

ZONA CLÍMAX IMPELABLE: CURIOSOS RÉCORDS SEXUALES QUE NI TE IMAGINABAS

 

Mary Pacheco/Ciudad VLC

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