Una intervención solapada como ya lo han hecho antes en otros países de Latinoamérica, esconde el concierto Venezuela Aid Live, que pretende recaudar dinero para la supuesta ayuda humanitaria.
A pesar de la pobreza extrema que hace miserable la vida de todos los habitantes de Cúcuta, es allí donde se pretende recaudar la bicoca de 100 millones de dólares pero no para ayudar a sus moradores, es para «ayudar a Venezuela», según los organizadores del cuestionado evento, entre los cuales esta Richard Branson, el exótico promotor del turismo lunar.
Por una parte, los habitantes del área cercana a la tarima opositora con el llamado «Venezuela Aid Live» aceptan sin ningún tipo de tapujo que es la única forma de que el gobierno colombiano lleve seguridad al lugar, puesto que están olvidados en todos los aspectos.
La capital del departamento colombiano Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, ha sido usada por EE.UU. y grandes medios de comunicación para hablar sobre la supuesta crisis humanitaria en Venezuela, sin embargo, han ocultado los múltiples problemas sociales que aquejan a la zona fronteriza.
Falta de empleo y pobreza extrema en Cúcuta
El departamento cuenta con el mayor número de personas pobres (verdaderamente miserables) en el país y gran desempleo, la cuarta cifra más alta de Colombia, y probablemente de Latinoamérica. Paradójicamente, ninguna autoridad colombiana, ni extranjera, tampoco artistas internacionales, han mencionado eso al referirse a esa localidad.
Cúcuta solo es visible y sirve de punto de apoyo para hablar (y muy mal) de Venezuela.
De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (Dane), el 40 por ciento de la población de Cúcuta (281.000 personas) vive en pobreza, mientras que 60.000 personas viven en pobreza extrema y en situación de miseria.
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Según un estudio, 20 de cada cien niños en la ciudad padecen de desnutrición severa, que puede llevar a un retraso del crecimiento, un aumento en el riesgo de contraer enfermedades especialmente infecciosas e incluso la muerte.
Según un informe del Ministerio de Salud y Hacienda de Colombia de 2018, el 22 por ciento de los hospitales públicos están técnicamente cerrados en Cúcuta, la misma localidad donde numerosas personalidades aspiran recaudar una determinada cantidad de dólares, pero no para ellos, sino para «ayudar a Venezuela».
Cúcuta tiene una alta tasa de asesinato de líderes sociales
El Norte de Santander está entre los departamentos que tienen una alta tasa de asesinatos de líderes sociales. Hasta diciembre del pasado año se había registrado la muerte de 23 activistas comunitarios.
Estos datos son una muestra del abandono del Estado colombiano a la región fronteriza, situación que ha sido denunciada por comerciantes y autoridades locales. Hasta agosto de 2015 ningún presidente colombiano había ido a Cúcuta, el expresidente Juan Manuel Santos fue el primero, obligado por el cierre de frontera ordenado por el presidente Nicolás Maduro.
El uso de Cúcuta por parte de EE.UU., medios de comunicación y la oposición venezolana es un claro ejemplo del doble rasero internacional como parte de la política exterior de Washington.
Es por esa razón que Venezuela llama a su concierto “Para la guerra nada, un canto por la paz”, presta para llevar una verdadera ayuda humanitaria sin condiciones, sin presiones y definitivamente en buen estado para ser consumida por los humanos, como son las cajas Clap.
Comentario que van desde la suspensión por parte del gobierno venezolano por estar asustado, por la inminente llegada de los “marines”, hasta las ya conocidas amenazas por parte de los fieles e incondicionales seguidores de la mermada oposición venezolana.
No obstante, todo parece indicar que dicha actividad se llevará a cabo sin ningún tipo de contratiempos al menos por la parte venezolana quien no duda en llamar a la paz, al diálogo y a la resolución pacífica de los problemas.
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Ciudad VLC/José Becerra
