Hoy se realizaron las elecciones parlamentarias en el Reino Unido, en medio de uno de los periodos más complejos de su historia reciente, ya que el clima social está polarizado por el Brexit y marcado por el hastío de la ciudadanía por la no resolución de los problemas que afronta su país.

Por ello, los medios aseguran que los británicos acudirán a las urnas, haciendo uso del “voto táctico” y de cara a Bruselas.

Es decir, que la población puede terminar votando por el partido que ponga fin al Brexit, sin importar sus consecuencias, ni su ideología.

 Debido a esta circunstancia, estos comicios no se reducirán a un clásico enfrentamiento mayoritario entre conservadores y laboristas, ni servirán para medir las fuerzas de la izquierda y la derecha en el país, ya que lo que se busca dirimir es el conflicto generado por el Brexit.

Por tal motivo, está será la primera vez que no serán otras elecciones de “tories” contra laboristas, sino más bien de “leavers” contra “remainers”. 

Ello no significa, sin embargo, que dichos comicios puedan considerarse puramente un nuevo plebiscito sobre el Brexit, ni una repetición virtual del referéndum, ya que los distintos partidos ofrecen posturas diversas frente a la cuestión y el voto se reparte de manera más compleja. 

 

 

Elecciones parlamentarias en el Reino Unido trascienden al Brexit

No solo el atolladero del Brexit mueve al electorado, hay otros asuntos sobre la mesa, a los que se les prestó atención durante la campaña.

Elecciones parlamentarias en el Reino Unido

Uno de ellos es la defensa del NHS (National Health Service), el servicio nacional de salud del Reino Unido, en el marco de las negociaciones con otros países.

En concreto, el Partido Laborista acusa al actual presidente Boris Johnson, de estar dispuesto a «vender» la sanidad pública a inversores extranjeros, en el contexto de una hipotética negociación con EEUU de cara al establecimiento de su política comercial exterior.

Por su parte, Johnson niega rotundamente esta acusación y la atribuye a una supuesta maniobra dialéctica del líder laborista para escamotear la ambigüedad de su postura frente al Brexit.

 

 

El calentamiento global también preocupa a los británicos

El calentamiento global y la emergencia ecológica que conlleva también marcó la campaña electoral británica.

En este sentido, mientras la mayoría de los partidos exhiben sus propuestas para combatirlo, los conservadores y el Partido del Brexit rehuyeron del asunto. 

 

 

¿Qué dicen las encuestas?

El claro favorito para ganar estas elecciones es el candidato conservador, Boris Johnson, que fue, por cierto, quien impulsó su convocatoria el pasado 29 de octubre.

Elecciones parlamentarias en el Reino Unido

Por lo cual, la mayoría de las encuestas le auguran más del 40 % de los votos, y una ventaja de entre 10 y 14 puntos sobre su inmediato competidor.

Por su parte, al laborista Jeremy Corbyn, las encuestas le dan alrededor del 30 % de los votos.

Para los liberal-demócratas, a pesar del entusiasmo de su líder Jo Swinson (que insiste en que aspira a presidir el país) los sondeos no le deparan más de un 14 % de los votos.

Muy descolgados aparecen ya el Partido del Brexit y el Partido Verde, a los que las predicciones otorgan un escaso 3 % o 4 % del apoyo del electorado. 

En términos de representación parlamentaria, los conservadores incrementarían su actual número de escaños (318) hasta alcanzar los 359, mientras los laboristas experimentarían una notable pérdida de más de 50 diputados: desde los actuales 262 a los 212.

De igual forma, El Partido Liberal-Demócrata también perdería unos 6 escaños, quedándose en 13. 

Por el contrario, el Partido Nacional Escocés podría pasar de tener 35 diputados a 43, una cifra que podría ser determinante en caso de que no hubiera mayorías claras.

 

 

Ciudad VLC / Actualidad RT

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