Carabobeños denuncian que los cortes eléctricos no programados y bajones de tensión les afectan significativamente. Aseguran que estas fallas inciden en rutinas de trabajo, hogar, estudios, medios de pago y además dañan electrodomésticos.

En este sentido, recomiendan a Corpoelec la publicación oportuna y real de un plan de racionamiento eléctrico por municipios y sectores, o al menos se cumpla el divulgado en marzo pasado, después del sabotaje eléctrico.

Al respecto, Daniela Ponce quien reside en Las Palmitas, parroquia Rafael Urdaneta del municipio Valencia, denunció que en la zona «quitan la electricidad hasta cinco horas o más. En ocasiones los cortes son diarios y en otras se producen dos o tres veces un mismo día o hay bajones continuos que dañan los aparatos».

Carabobeños exigen a Corpoelec planificar, programar y publicar cronogramas reales de la suspensión del servicio eléctrico.

Daniela destacó que como consecuencia de los cortes eléctricos no programados, se le han dañado algunos alimentos.

«Hace días se me dañó el poquito de carne molida que tenía y unas caraotas, porque estuvimos casi 24 horas sin servicio», expresó.

Por su parte, Sergio Camacho, comerciante y residente del municipio Los Guayos, aseguró que cuando cortan la electricidad sin avisar y en horarios productivos, las perdidas se hacen sentir.

«Sin electricidad no hay puntos de venta, se afectan las señales telefónicas y red electrónica de los bancos, se daña la mercancía fría y los equipos eléctricos, la verdad esta situación genera caos», comentó.

plan de racionamiento eléctrico
Familias y comerciantes carabobeños se ven afectados por cortes eléctricos no programados.

Cortes eléctricos no programados inciden en jornada laboral y escolar

Pequeños y medianos empleadores también están afectados por los cortes eléctricos no programados.

Eduardo Cabello, quien habita en Naguanagua, tiene una pequeña ferretería en el casco central, cuenta que en el municipio los apagagones y bajones de electricidad son a diario y eso le afecta considerablemente, a él y a sus empleados.

«Yo me he mantenido guerreando con mi gente, no me quiero ir de mi país. Tengo fe que saldremos adelante, todos debemos poner nuestro grano de arena para mejorar los servicios básicos, electricidad, agua, entre otros, porque teniendo eso garantizado mejoramos todo», manifestó Cabello, al tiempo que recomienda publicar un plan de racionamiento para estar prevenidos.

Hilda Bonilla, residente de Tocuyito, municipio Libertador, dijo que a menudo le toca ayudar a sus hijos en las tareas bajo la luz de las velas o con el celular mientras tenga carga, porque generalmente le cortan la electricidad en la tarde noche, cuando todos regresan a casa luego de la jornada diaria.

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Con luz de vela hacen tareas los chamos tras apagones y cortes eléctricos no programados.

La suma de exigencias de los carabobeños se sintetiza en coordinar y planificar los cronogramas de cortes eléctricos; que éstos sean publicados con base cierta, para que el pueblo tome las previsiones necesarias.

Indican que es preocupante no saber por qué se va la electricidad: si es producto de sabotaje, mantenimiento o racionamiento.

Aplauden el esfuerzo que el Gobierno Bolivariano hace en la inversión y supervisión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), pero sugieren ejecutar labores de mantenimiento o suspensión del servicio de una forma mucho más planificada.

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MARÍA GUEVARA/CIUDAD VLC

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