Un año más de la partida física de aquel gladiador cubano, el Comandante Fidel Castro Ruz, pero hoy sigue siendo un faro moral para un continente que nunca ha dejado de estar amenazado y que transita un camino de traiciones, desengaños y, también, de lealtades a un proyecto que lleva más de 200 años sin poder definitivamente eclosionar.

 

El 25 de noviembre de 2016, ese lector insaciable, ese virtuoso estratega, el orador incansable, el guerrillero, el jurista, el asaltante de El Moncada, el cristiano en lo social, en fin, el ser humano que continuó la Revolución cubana iniciada por José Martí, ese que en sus últimos años se dedicó a la lucha por el medio ambiente, decidió irse, sabiendo que había sembrado en suelo fecundo.

 

Fidel Castro Ruz

 

Si alguien le podía hablar fuerte y con la frente en alto a los partidos comunistas en América Latina, ese era Fidel Castro. Si alguien podía pedirle algún sacrificio a su pueblo ante la adversidad, ese era Fidel Castro, que junto a su pueblo, codo a codo, resistió el bloqueo más brutal y criminal que ha conocido, y que conoce, la historia humana.

 

Fidel, ese que ante las protestas de su pueblo por algún problema, iba hasta la mismísima protesta y junto al pueblo dialogaba para saber cual era la problemática y cómo se podría resolver.

 

El mismo que aceptaba sus errores y fallas y pedía perdón al pueblo al no estar él, y nunca el pueblo cubano, a la altura de las circunstancias y de las exigencias, que no dudaba en escuchar a la gente ante la crítica situación económica que generó la caída del Bloque soviético sobre la Isla.

 

Fidel Castro

 

Fidel Castro nunca se escudó en excusas, jamás dejó de asumir sus responsabilidades, cuando se equivocaba, lo decía, y hacía las rectificaciones necesarias para jamás dejar a su pueblo en estado de indefensión. 

 

Fidel, ese que enseñó con el ejemplo, el que comía lo que comía el pueblo, el que se sentaba en los comedores populares a comer con el común, siempre fue esa trinchera moral, esa trinchera revolucionaria, esa trinchera de ideas, como lo dijera José Martí: «Vale más una trinchera de ideas, que una trinchera de piedras».

Por todo esto y por más, Fidel Castro, siempre estará entre esos: «Los indispensables».

 

Fidel Castro Ruz

 

A dos años tu adiós, Comandante, te seguimos escuchando mientras pronuncias tus discursos, explicando la estrategia a los pueblos de América, en tus cartas a el Che en la Sierra Maestra, en las Cien Horas con Ramonet, en el Chile de Allende, dirigiendo la guerra de Angola, bromeando en Cartagena de Indias en Guyabera, o planeando con el Comandante Chávez la lucha contra los poderosos del mundo.

En todo caso, Comandante Fidel, seguirás luchando junto a nosotros, como siempre a la vanguardia, en primera línea, la lucha de nuestros padres fundadores, contra los enemigos, los traidores y los cobardes.

 

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CiudadVLC/Sebastián Molina

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